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La clave está en una conocida bacteria que habita en nuestro sistema digestivo: Escherichia coli
Buenos Aires-(Nomyc)-Este nombre “Escherichia coli” se asociarse con infecciones estomacales, algunas de las que son mortales de manera potencia, pero ahora una versión con modificaciones genéticas, podría ayudarnos a sintetizar uno de los medicamentos más consumidos del mundo, el Acetaminofén o Paracetamol y ayudar con un problema no menos grave, “los residuos plásticos.
Reciclado: un nuevo estudia mostró la posibilidad de utilizar bacterias en la producción de paracetamol partiendo de un plástico común, el Tereftalato de Polietileno o “PET”, con el uso de bacterias como herramienta, lo que puede abrir el camino a un sistema más limpio de sintetizar el popular analgésico y antipirético.
El plástico y el paracetamol tienen algo en común: ambos se sintetizan a partir de hidrocarburos, por lo que que el equipo responsable del nuevo estudio quiso demostrar que el residuo de uno podía servir como materia prima en la fabricación del otro.
“Este trabajo demuestra que el plástico PET no es solo un producto desechable o destinado a convertirse en más plástico: puede ser transformado por microorganismos en productos nuevos y valiosos, incluyendo aquellos con potencial para tratar enfermedades”, explicaba en una nota de prensa Stephen Wallace, coautor del estudio.
Sobre la E. coli: de manera habitual, poblaciones de la esta bacteria conviven de manera plácida en nuestro sistema digestivo, aunque algunas variantes de esta especie tienen la capacidad de producir algunas toxinas dañinas para nuestro cuerpo, lo que las transforma en patógenas.
Sin embargo, el equipo responsable de desarrollar esta nueva técnica se fijó en algo muy distinto y es el Fosfato de estas bacterias y mediante el uso de ejemplares reprogramados genéticamente, el equipo transformó esta bacteria en un paso clave en la transformación de un residuo en un medicamento.
Un día: todo en un proceso que requiere solo 24 horas, ya que comienza con la descomposición del plástico y en su experimento, el equipo empleó botellas, aunque otros tipos de plásticos PET podrían servir en el proceso.
Los investigadores administraban Ácido Tereftálico, un derivado de este plástico, a las bacterias que llevaban a cabo un proceso de fermentación interna que daba lugar a poder sintetizar el compuesto farmacológico, según se lee en los detalles publicados en un artículo en la revista Nature Chemistry.
Decarbonizando el proceso: uno de los detalles del proceso destacados por el equipo es que este puede ser realizado a temperatura ambiente, lo que implica un menor consumo energético y por tanto “virtualmente ninguna emisión de carbono”, abriendo el camino a una producción más sostenible de paracetamol.
El gran reto es escalar este proceso para hacerlo rentable a nivel industrial. Algo que no será fácil por lo que por ahora solo podemos hablar de una tecnología prometedora que puede ayudarnos a afrontar dos grandes retos en sostenibilidad: los residuos derivados de los plásticos y la producción de fármacos.
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