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La NASA confirma que la sonda Voyager 1 se encontró con “una pared de fuego”


A pesar de las increíblemente altas temperaturas registradas, la Voyager 1 no sufrió daños. Algo que fue posible debido a la baja densidad de partículas de la región del espacio


Categoría: INVESTIGACIONES

Buenos Aires-(Nomyc)La  Agencia Espacial Norteamericana NASA explicó  que la sonda Voyager 1, luego de más de cuatro décadas de trayectoria, atravesó una región crítica del espacio conocida como “Heliopausa”, una zona en la que se registraron temperaturas extremas de entre 30.000 y 50.000 kelvin, es decir entre 27.727 y 49.727 centígrados, en lo que se conoce como una “pared de fuego” y representa el límite entre la influencia del viento solar y el medio interestelar.

 

Este hallazgo, calificado como uno de los más relevantes en el estudio del sistema solar exterior, refuerza la idea de que los confines del mismo están definidos no por la órbita de los planetas, sino por el alcance del campo magnético solar, que en este caso, se trata de la “Heliosfera”, una enorme burbuja energética cuya frontera más lejana se encuentra en la Heliopausa.

 

Mas allá de las altísimas temperaturas detectadas en la zona, la Voyager 1 la atravesó sin sufrir daños estructurales gracias a que la densidad de partículas en esa región del espacio, es tan baja que no existe una transferencia de calor significativa por lo que aunque los instrumentos de la nave detectan un entorno altamente energético, los componentes de la sonda no se ven afectados.

 

Confirmación de teorías previasuno de los descubrimientos más sorprendentes realizados por ambas sondas fue la detección de un campo magnético alineado a ambos lados de la heliopausa, lo que contradice las expectativas iniciales, ya que se pensaba que el campo del medio interestelar sería muy distinto al generado por el astro rey. Sin embargo, las mediciones muestran una continuidad inesperada.

 

Los expertos explican que la heliopausa “actúa como un frente de choque, donde el viento solar y el interestelar encuentran un punto de equilibrio, por lo que que se haya comparado esta región, con la proa de un barco cortando el océano, al generar una estructura en forma de onda a medida que se desplaza por el espacio”.

 

Sobre la Zonda: lanzadas en 1977, las Voyager continúan transmitiendo datos útiles desde una distancia superior a los 24.000 millones de kilómetros de la Tierra y sus instrumentos, aunque diseñados hace más de 40 años, todavía  funcionan y envían información crucial sobre el entorno interestelar, por lo que es sin duda, de una de las misiones más longevas y productivas de la agencia espacial estadounidense.

 

Para ver el video, ingrese a https://youtu.be/9IE2VUZ6wZM

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