SpaceX explicó el motivo de la Starship oxidada


Las losetas metálicas demostraron ser una mala opción para la nave más grande del mundo y las manchas blancas revelaron el verdadero problema del actual escudo térmico

 


Categoría: TECNOLÓGICAS

Buenos Aires-(Nomyc)-El 26 de agosto, Starship completó su décimo vuelo de prueba amerizando en un punto preciso del océano Índico, pero en las imágenes que emitió SpaceX en directo se observaba algo extraño, la nave más grande del mundo se frenaba con éxito sobre el agua tras una agresiva maniobra de reentrada, aunque algo más llamó la atención: una preocupante franja de color naranja que recorría la mayor parte del fuselaje.

 

Tres pequeñas losetas oxidadas: poco después del vuelo, Elon Musk aclaró en su perfil de X que el tono anaranjado era óxido proveniente de unas losetas metálicas de prueba en el lateral de la nave, aunque Bill Gerstenmaier, un veterano exdirectivo de la NASA que trabaja como jefe de construcción y confiabilidad en vuelo de SpaceX, fue quien dio todos los detalles.

 

El escudo térmico es la parte más verde de Starship, ya que el diseño actual consta de miles de losetas cerámicas, la mayoría en forma hexagonal, pegadas una junto a la otra sin dejar huecos. 

 

En el vuelo 10 y en los tres vuelos fallidos anteriores, en realidad, SpaceX colocó tres losetas metálicas en la nave para comprobar si aportaban un control térmico adecuado, ya que serían más sencillas de fabricar y más duraderas que las cerámicas, aunque que no lo son y todo ese óxido, fue creado por esas tres pequeñas losetas metálicas.

 

Un experimento fallido, pero muy útilcomo se señaló en Ars Technica, Gerstenmaier contó en una conferencia que las losetas metálicas no funcionaron muy bien, ya que se oxidaron muy rápido con el oxígeno atmosférico.

 

Aunque las losetas metálicas fracasaron en su objetivo, el experimento fue muy útil para la recopilación de datos, ya que se demostró que las losetas cerámicas son la opción a seguir para el escudo térmico y ayudó a SpaceX a descartar una vía alternativa de desarrollo sin poner en riesgo la nave, que tenía suficiente protección debajo.

 

Lo interesante fueron las manchas blancas: aunque el color naranja fue lo más llamativo, el dato más valioso para los ingenieros de SpaceX se encontraba en otras zonas del escudo térmico: unas manchas blancas que aparecieron cerca del morro y en otras partes de la nave. 

 

Musk, ya había adelantado que esas manchas se debían al aislamiento de las zonas donde SpaceX había quitado losetas deliberadamente para probar los límites de Starship.

 

Gerstenmaier confirmó que eran los restos de un material ablativo, derivado del que se usa en las cápsulas Dragon, que en Starship se encuentra por todas partes bajo las losetas. 

 

“Lo que esto nos muestra es que el calor está entrando entre las losetas, se cuela por debajo, y esta estructura ablativa se consume. Así que aprendimos que necesitamos sellar las losetas” agregó.

 

La solución: sellar cada loseta: ahora el principal desafío del escudo térmico de Starship no es que las losetas se desprendan, un problema que parece resuelto, ya que casi todas permanecieron en su sitio, sino evitar que el plasma incandescente de la reentrada se filtre por las diminutas juntas que hay entre ellas y para SpaceX, ese fue el gran aprendizaje del vuelo 10.

 

Fiel a su estilo de romper cosas e iterar rápido, la compañía ya tiene una solución que probará en el próximo vuelo a la que bautizaron “Crunch Wrap”, que no es un relleno como el que utilizaba el transbordador espacial, es una envoltura sellante alrededor de cada loseta.

 

“Es como un papel de regalo que envuelve cada loseta”, describió Gerstenmaier y agregó “estas losetas se sujetan mecánicamente, un robot las encaja y cuando empujamos la loseta, este pequeño papel de regalo se asienta alrededor de los lados de cada una, y luego lo cortamos en la superficie”.

 

Vuelta al ruedo: después de tres vuelos fallidos, el vuelo 10 demostró que la Starship vuelve a estar encarrilada, ya que SpaceX puso al límite la nave y ésta respondió según lo previsto, al amerizar a solo 3 metros de su objetivo y el óxido, fue la prueba visual de un camino descartado, pero lo aprendido sobre las filtraciones de calor pavimenta el camino para la siguiente gran mejora, acercando un poco más el objetivo de hacer un cohete totalmente reutilizable.

 

El plan para el vuelo 11, que podría tener lugar en octubre a juzgar por las pruebas recientes en Starbase, es aplicar esta técnica en todo el escudo térmico. 

 

“Vamos a poner `crunch wrap´ en todas partes y ver si podemos conseguir un mejor sellado y rendimiento de las losetas”, concluyó Gerstenmaier.

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