Pediatras en alerta por el aumento de casos de tos convulsa en la población infantil


También reaparecen otras enfermedades  

 


Categoría: MÉDICAS

Buenos Aire-(Nomyc)-La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), emitió un documento titulado “Alerta sobre el aumento de casos de Coqueluche, llamada Tos Convulsa, de manera habitual, en la población pediátrica” en el que expresa su preocupación por el incremento de diagnósticos de esta enfermedad infecciosa en la Argentina.


El documento, elaborado por los Comités de Epidemiología y de Infectología de la SAP, describe que ya en el mes de junio la OPS alertó sobre el resurgimiento de casos de coqueluche en la región e instó a los Estados Miembros a reforzar sus sistemas de vigilancia epidemiológica y a mantener un monitoreo continuo y detallado de coberturas de vacunación. 

 

De manera particular, en la Argentina se había registrado un aumento del número de casos confirmados de la enfermedad, a fines de 2024, aunque los casos reportados hasta la fecha en 2025, triplican a los del año anterior.


“En distintas regiones del país se observa un incremento sostenido de casos de coqueluche y en lo que va de 2025 se registraron en el país 3441 casos sospechosos, de los cuales 333 fueron confirmados”. 

 

“De estos, 288 tuvieron confirmación por laboratorio y en Tierra del Fuego se registra la mayor incidencia acumulada de casos, seguido por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en tercer lugar la Provincia de Buenos Aires”, describe el trabajo de la SAP.


Para María del Valle Juárez , epidemióloga pediatra, Secretaria del Comité de Epidemiología de la SAP, “la mayoría de los casos se concentran en los menores de 5 años, de manera particular menores de 6 meses y en el Boletín Epidemiológico Nacional de la semana epidemiológica (SE 41), se informaron 4 pacientes fallecidos con coqueluche confirmada: 2 en menores de 6 meses, 1 en el grupo de 6 a 11 meses y otro en el grupo de 12 a 23 meses”. 

 

“Es importante tener en cuenta el subregistro por dificultades de acceso a los métodos diagnósticos. Este escenario demanda una respuesta inmediata para reforzar la sospecha clínica, la confirmación diagnóstica oportuna y mejorar las coberturas de vacunación para controlar esta situación” continúa Juárez.


“Coqueluche es una enfermedad que presenta síntomas leves de las vías respiratorias superiores, y progresa hacia una tos, generalmente súbita, intensa y persistente, que puede durar varias semanas; también seguida de vómitos” explica Elizabeth Bogdanowicz, infectóloga del Comité de Infectología de la SAP.

 

 

“En los lactantes su curso suele ser atípico pudiendo presentar apnea y piel azulada por falta de oxígeno, generalmente sin fiebre o con fiebre mínima. En niños vacunados y en los adultos, la enfermedad puede presentarse como tos crónica durante hasta 10 semanas de duración”, agrega Bogdanowicz.


“Los casos son más graves en menores de 6 meses de vida, especialmente en lactantes prematuros, niños no vacunados y en hijos de madres que no hayan recibido vacuna durante el embarazo”, sostiene Florencia Lución, epidemióloga de la SAP. 


En relación al tratamiento, el documento recomienda la indicación del antibiótico azitromicina durante 5 días o alternativas como claritomicina, eritromicina y trimetoprima sulfametoxazol ante todo caso sospechoso para disminuir la aparición de casos secundarios. 


Otro aspecto relevante del trabajo de la SAP, pone el foco en recomendaciones para el manejo de los contactos estrechos al sostener que “se considera contacto estrecho a toda persona con contacto directo cara a cara por un período no definido con el caso sintomático; compartir un espacio reducido (la misma habitación) por más de una hora con el caso sintomático o haber tenido contacto directo (sin protección) con secreciones respiratorias orales o nasales de un caso sintomático”, explicó Miriam Calvari, infectóloga pediatra y miembro del Comité de Infectología de la SAP.


En esos casos, se recomienda evaluar condiciones como el estado vacunal del contacto, aplicar una dosis de la vacuna con componente pertussis a los menores de 7 años que no hayan recibido cuatro dosis de la vacuna o no cuentan con una dosis en los últimos 3 años, indicar profilaxis con antibióticos y no enviar a los chicos a la escuela hasta haber completado 5 días de tratamiento antibiótico adecuado.


“Es importante tener en cuenta que estamos frente a una enfermedad altamente contagiosa, que afecta a todos los grupos de edad pero que es especialmente grave en niños pequeños, lactantes y personas con enfermedades crónicas”, insistió Bogdanowicz. 


“Hablamos de casos sospechosos en menores de 6 meses ante toda infección respiratoria aguda que presente al menos uno de los siguientes síntomas: apnea, cianosis, estridor inspiratorio, vómitos después de toser o tos paroxística” sostuvo Juárez. 

 

“Mientras que entre 6 meses y 11 años la alerta se produce cuando hay tos de 14 o más días de duración acompañada de otros síntomas incluso de vómitos después de toser y en mayores de 11 años, la patología puede presentarse con tos persistente de 14 o más días de duración, sin otra sintomatología acompañante y sin otra causa aparente”, manifestó Juárez.


“La vacunación es la herramienta más eficaz para prevenir las formas graves y las muertes por coqueluche. Se enfatiza la importancia de alcanzar y mantener coberturas ≥95% en todos los grupos objetivo”, describe el documento de la SAP.

 

También, se destaca que “es importante recordar las bajas coberturas vacunales registradas en todo el país: en el año 2024 las coberturas para quíntuple/ séxtuple del primer refuerzo 15-18 meses fue del 68 %. Además de la vacunación de los niños, la inmunización de embarazadas ha demostrado disminuir los casos y la gravedad de la coqueluche durante los primeros meses de vida. Por este motivo es prioritario reforzar y optimizar las coberturas de vacunación en las mujeres gestantes”.


Según el Calendario Nacional de Vacunación, la vacuna está indicada en los siguientes grupos etarios y poblacionales:
●    2, 4 y 6 meses: vacuna quíntuple o pentavalente (esquema primario).
●    15-18 meses: vacuna quíntuple o pentavalente (primer refuerzo).
●    5 años (cohorte 2020): vacuna triple bacteriana celular (segundo refuerzo).
●    11 años (cohorte 2014): triple bacteriana acelular (tercer refuerzo).
●    Embarazadas: una dosis de triple bacteriana acelular en cada embarazo a partir de la semana 20 de gestación, independientemente del antecedente de vacunación.
●    Personal de salud en contacto con niños menores de un año: una dosis de triple bacteriana acelular cada 5 años.
●    Convivientes con recién nacidos prematuros de menos de 1500 gramos: una dosis de triple bacteriana acelular.

 

Por último, el documento recomienda que “Es primordial evitar oportunidades perdidas de vacunación, especialmente en el contexto actual de coberturas subóptimas y completar esquemas atrasados” e insta a todos los equipos de salud a reforzar la vigilancia y a contribuir activamente a mejorar las coberturas vacunales.

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