Investigadores del CONICET y otras instituciones realizan trabajos marinos, a bordo del Buque Oceanográfico “Puerto Deseado” para mantener o mejorar la calidad de vida de quienes vivimos en el país    

Buenos Aires-(Nomyc)-El aumento de las temperaturas, la suba de los volúmenes de lluvia y  la disminución o pérdida de los recursos marinos son algunos de los cambios producidos en los últimos tiempos que se deben, de manera posible, a la interacción del hombre en la naturaleza.

Para saber qué puede pasar con estos temas, descubrir nuevas especies o diseñar estrategias de manejo de especies marinas, entre otros temas, investigadores del Concejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), junto a otras instituciones estatales realizan viajes de investigación a bordo de distintas embarcaciones y por distintos períodos de tiempo.

Nomyc estuvo, por segunda vez, a bordo del Buque Oceanográfico “Puerto Deseado” que realiza investigaciones a lo largo de la costa de nuestro país e incluso de la Antártida Argentina.

Luis Cappozzo, doctor en biología por la  de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, biólogo marino e investigador sobre ecología, evolución y comportamiento de mamíferos marinos del CONICET le contó a Nomyc que “la importancia de la conservación del océano tiene que ver con que el mismo es responsable de regular la temperatura del planeta, ya que captura dióxido de carbono, que acelera el calentamiento global y el cambio climático”.

“Además –continúa el especialista– el océano produce el 50 por ciento o más del oxigeno de la atmosfera, además de contener una enorme cantidad de seres vivos que podrían contener la cura a enfermedades.

Acerca de lo inagotable de sus recursos Cappozzo explica que “esto order Fluconazole no es tan así, ya que la temperatura y el dióxido de carbono se modificaron por lo que sus especies también cambian”.

“El mar –comenta el especialista– se usa para transporte, recreación, obtener recursos pesqueros o de otro tipo, pero de los pesqueros, que son los que mas nos interesan a nosotros como biólogos, puedo decir que además de que no están distribuidos de manera equitativa en el planeta, el planeta tiene 18 sectores para pesca  o caladeros y de esos, 13 están agotados y el resto están en peligro por eso hay que ver al océano hay que pensar en un desierto de agua salada”.

Los peces que se industrializan  se alimentan de las plantas microscópicas que habitan en su superficie y por eso,  cuando se generan contaminación por petróleo o cualquier otro elemento se produce una ruptura de la cadena de desarrollo marino y además se interrumpe la producción de oxígeno por lo que los peces no pueden alimentarse.

“Debido a que hay factores que interrumpen la producción de oxigeno como el cambio de salinidad o el aumento de temperatura del océano no se pueden controlar, y para tratar de controlar el exceso de pesca, realizamos estudios científicos para tratar de que los recursos perduren” aclara Cappozzo quien es, además, investigador asociado al Instituto de Biodiversidad y Biología Evolutiva de la Universidad de Valencia, España; ha publicado numerosos artículos, es Director de la Estación de Hidrobiología de Quequén y Jefe del laboratorio de Ecología, Comportamiento y Mamíferos Marinos del museo Argentino de Cs Naturales, “Bernardino Rivadavia”.

“El conocer dónde vive las especies que consumimos, cómo son sus ciclos vitales, su distribución, cómo se reproducen, etc” es vital señala el especialista.

Hay buques pequeros que, por su tamaño, hasta pueden atrapar a ballenas aunque no lo quieran y otro problema es que muchos barcos pescan muy cerca de la milla 200 del mar argentino, que es el límite de nuestro territorio pero que determinan que nuestros recursos se vean perjudicados.

Según Cappozzo “otro ejemplo de la merma de recursos son los barcos japonenses que continúan pretendiendo que los científicos expliquemos por qué no pueden cazar 14 mil ballenas por año sobre todo teniendo en cuenta que nada de lo que se obtiene de las ballenas es necesario para el hombre” quien brindó charlas a distintas instituciones llamadas  “Del Planeta Océano al Mar Argentino”.

Para el especialista, el mantenimiento de los recursos naturales “está sostenido por  el articulo 41 de la Constitución Nacional que `todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo´ y por eso la utilización debe ser racional, los recursos naturales son patrimonio de todos y la diversidad biológica debe estar garantizada, tiene que haber información, el Estado tiene que garantizar los presupuestos mínimos para esto  y el CONICET forma parte de esto”.

Acerca de cómo realizan el trabajo de investigación, Cappozzo menciona que “a los mamíferos marinos, delfines costeros y lobos marinos, los usamos de centinelas para saber cuál es el estado de los mares y con toda esa información queremos que la sociedad sepa que es lo que pasa para que, después,  puedan decidir y auditar a los responsables de usar esos recursos”.

El especialista comenta que  “la generación de los recursos necesarios para la vida siempre generan consecuencias pero cada vez va a ser más difícil mantener áreas sin tocar” y aclara el especialista que “por eso digo que, depende de nosotros, no los científicos sino toda la población, que los recursos perduren en el tiempo”.

Áreas protegidas y descubrimientos

“Hace muy poco tiempo se creo un área marina protegida en un lugar que se llama  Banco Burdwood, también llamado en Argentina banco Namuncurá que esta ubicada en su parte más occidental a 150 km al este de la isla de los Estados en el Océano Atlántico Sur” comenta el investigador.

En el Banco se supone que hay una enorme biodiversidad por lo que desde este año se comenzó su estudio para determinar, en el caso de que existan recursos, cómo utilizarlos.

El Burdwood se extiende 370 km en dirección este-oeste y su ancho norte-sur varía entre 50 y 100 km. Su profundidad varía entre 50 y 200 m y se supone que formaba una isla en el primer período glaciar y por eso lo estamos estudiando.

Sus aguas corresponden al régimen oceanográfico subpolar y está rodeado por un talud continental que supera los 3000 metros de profundidad.

Por otro lado, “desde hace pocos años, en la península Valdez hay una gran mortandad de crías de ballenas y los científicos suponemos que podría ser que en la Antártida, que es dónde se alimentan las ballenas en estado de preñez, hay hielo fino debajo del cual crecen algas de las que, a su vez, se nutre el cril” comenta Cappozzo.

“Al aumentar la temperatura y derretirse los hielos –continúa el especialista– buy Cialis super active la cantidad de algas disminuye, el cril se queda sin alimento y las ballenas estarían `desnutridas´ o mal alimentadas por lo que al momento de parir tienen leche que no tiene los nutrientes necesarios para alimentar a las crías”.

“Por eso sostengo –calara el especialista– que el mar influye aunque uno viva en una región lejana a las cosas porque se pueden producir cambios importantes aunque uno esté alejado de las costas”.

Los delfines

Se sabe que tienen la capacidad de reconocerse entre ellos y además, pueden transmitir determinadas actitudes, al igual que las orcas que les enseñan a las crías cómo cazar a los lobos marinos sin quedar atrapadas en la playa aunque de las veces que lo intentan tiene éxito en un 20 por ciento.

“Los delfines tienen la característica de que pueden salvar a un ser humano en peligro debido a que, cuando las crías nacen las inducen a que salgan a la superficie para respirar, por lo que cuando encuentran a una persona debajo del aguan suponen que tiene que subir a la superficie” explica Cappozzo.

“Gracias a estudios científicos y con la colaboración de muchos países se formó  la comisión interamericana del atún tropical por la que se logró que, desde el año 50 se redujera casi por completo la pezca de delfines cuando se querían pescar solo atunes pero estos quedaban atrapados en las redes” aclara el especialista.

Ante la consulta de Nomyc sobre si debido a sus investigaciones se logró algo significativo, además del estudio de la flora o fauna del lugar, el científico explica que “establecimos las bases del conocimiento de mucha fauna costera en la que se  basan las áreas marinas protegidas del sur del país”.

Las visitas al “Puerto Deseado” se enmarcaron dentro de las actividades por los 200 años Cialis Professional online de la Armada Argentina y del Programa de Vocaciones Científicas (VocAr) del CONICET que tiene como fin incentivar a los jóvenes en el conocimiento de la ciencia para despertar vocaciones científicas y de las que participaron distintas escuelas, institutos o Clubes de Ciencia.

Para mas datos de cómo hacer que los investigadores concurran a dar charlas a colegios hay que ingresar al Conicet y buscar el link de Plataforma País Ciencia que está destinada a alumnos de 4 y 5 año de la escuela secundaria.

Para saber más acerca del «Puerto Deseado» ingresar https://www.nomyc.com.ar/?p=3549

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