Una turbina de CO2 supercrítico del tamaño de una mesa puede suministrar energía a 10.000 hogares

Las turbinas de vapor se usan para generar la mayor parte de la electricidad mundial aunque la situación cambia de manera rápida Las fuentes de energía renovables, como la solar y la eólica, son cada vez más rentables y seguras gracias a los avances en almacenamiento de energía e hidrógeno verde

Buenos Aires-(Nomyc)-El Dióxido de Carbono Supercrítico (sCO2) es un estado fluido del Dióxido de Carbono que puede adoptar propiedades a medio camino entre un gas y un líquido, promete ser mucho más barato y un 10 por ciento más eficiente como medio para que el agua, con turbinas diez veces más pequeñas, genere energía y el Departamento de Energía estadounidense calcula que una turbina de vapor de 20 m se reduciría a un metro, si se sustituyera por una turbina de  hidrógeno verde.

Para llegar a ello, se construye una nueva central eléctrica de 155 millones de dólares y 10 MW equivalentes que utiliza tecnología de CO2 supercrítico como proyecto emblemático de la iniciativa STEP del Departamento de Energía, en el programa  Supercritical Transformational Electric Power (STEP), que se lanzó en 2016 por el Laboratorio Nacional de Tecnología Energética del Departamento de Energía para avanzar en el desarrollo y despliegue de sistemas de energía basados en sCO2.

En octubre se cortaron las cintas en la planta piloto STEP de San Antonio al ser declarada “terminada de manera mecánica” por los socios del proyecto. El proyecto, en el que colaboran el Southwest Research Institute (SwRI), GTI Energy, GE Vernova y el Departamento de Energía de EE.UU., tiene por objeto demostrar un nuevo método innovador de generación de energía eléctrica de mayor eficiencia y menor coste.

A diferencia de las centrales eléctricas convencionales, que utilizan agua como medio térmico en los ciclos de potencia, STEP está diseñado para utilizar sCO2 a alta temperatura, lo que la hace más eficiente hasta en un 10 por ciento, porque el sCO2 tiene mejores propiedades termodinámicas que el agua.

El Dióxido de Carbono, no es tóxico ni inflamable y se comporta como un fluido supercrítico por encima de su temperatura crítica de unos 31 °C y una presión crítica de 74 bares, por lo que a partir de ese momento, empieza a comportarse como un gas con una densidad cercana a la de un líquido aunque de modo obvio, el agua también puede ser supercrítica, pero requiere mucha más energía, mientras que la tecnología del ciclo de energía del sCO2 también es compatible con la energía solar concentrada y el calor residual industrial.

El uso de sCO2 como fluido de trabajo significa que la turbomaquinaria de STEP Demo es cerca de una décima parte del tamaño de los componentes de las centrales eléctricas convencionales, lo que permite reducir la huella y el costo de construcción de las nuevas instalaciones, ya que una turbina de sCO2 de 10 MW, del tamaño de un escritorio, podría suministrar energía a 10.000 hogares.

La construcción del sitio de demostración STEP comenzó el 15 de octubre de 2018, con SwRI, GTI Energy y GE como socios principales, y la construcción del edificio finalizó en 2020. El primer funcionamiento del compresor con CO2 supercrítico se logró a principios de este año.

El consorcio está avanzando hacia la puesta en marcha de la planta piloto, que se prevé que comience a funcionar en 2024. Sin embargo, aún quedan algunos retos y tareas por abordar antes de que la planta pueda funcionar a pleno rendimiento.

Qué es una turbina de CO2 supercrítico: una turbina de CO2 supercrítico (sCO2) es una tecnología emergente que utiliza dióxido de carbono en estado supercrítico como fluido de trabajo en un ciclo térmico, en lugar de vapor de agua que se utiliza en las turbinas convencionales. En la física, un fluido se considera supercrítico cuando se encuentra en un estado por encima de su punto crítico, lo que significa que no tiene una fase definida entre líquido y gas. Para el dióxido de carbono, el punto crítico ocurre a una temperatura de 31.1°C y una presión de 7.38 MPa.

  1. Eficiencia: las turbinas sCO2 pueden operar con eficiencias termodinámicas más altas en comparación con las turbinas de vapor tradicionales. Esto se debe en parte a la capacidad del CO2 supercrítico para alcanzar altas densidades cerca de la densidad de un líquido, pero con la viscosidad de un gas, lo que permite una transferencia de calor y un rendimiento mejorados.
  2. Compactibilidad: una ventaja significativa de las turbinas sCO2 es que son más compactas que las turbinas de vapor convencionales. El tamaño reducido puede resultar en menores costos de capital y una implementación más flexible en diferentes aplicaciones.
  3. Flexibilidad y Aplicaciones: las turbinas sCO2 pueden ser utilizadas en una variedad de aplicaciones, incluyendo generación de energía a partir de fuentes renovables como la solar térmica y la geotermia, así como en plantas nucleares y de combustibles fósiles.
  4. Reducción de Emisiones: aunque el ciclo utiliza dióxido de carbono, este CO2 es reciclado dentro del ciclo, por lo que no se emite al ambiente. Por lo tanto, las turbinas sCO2 pueden jugar un papel en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
  5. Costes Operativos: las turbinas sCO2 pueden tener costes operativos más bajos en comparación con las tecnologías de generación de energía convencionales, ya que requieren menos mantenimiento y pueden operar con una amplia variedad de temperaturas y presiones.

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