Una exitosa cirugía intrauterina logró revertir una grave malformación congénita en un feto de 25 semanas

Médicos del equipo de Cirugía Materno Fetal del Hospital Italiano de Buenos Aires corrigieron un caso de mielomeningocele a un niño de 36 semanas de gestación

Buenos Aires-(Nomyc)-Recibir un diagnóstico de Mielomeningocele en el embarazo era, no hace mucho tiempo, una noticia que marcaría para siempre la vida en camino y la de la familia debido a que se trata de una malformación congénita cuya forma más común y grave es la Espina Bífida, que genera graves defectos en el sistema nervioso, como la Hidrocefalia o la Malfomación de Chiari II, aunque también provoca incontinencia urinaria, deterioro cognitivo severo y déficit de la función motora o parálisis.

En el Hospital Italiano de Buenos Aires, durante el mes de octubre, se realizó la primer operación intrauterina a un feto de 25 semanas, con diagnóstico de Mielomeningocele que, luego nació el 1 de enero del 2018, a las 36 semanas de gestación y días después fue dado de alta.

Los médicos habían observado un defecto en la espalda fetal, compatible con mielomeningocele, a las 22 semanas de embarazo a través de una ecografía de rutina que luego confirmaron con una resonancia magnética obstétrica.

La eficacia de un diagnóstico prenatal temprano fue lo que permitió resolver una patología congénita antes del nacimiento, ya que diversos estudios demostraron la lesión en las últimas vértebras de la columna del feto y concluyeron que tendría trastornos esfinterianos y secuelas motoras en los miembros inferiores luego del nacimiento.

La patología fue analizada por los miembros del equipo de Cirugía Materno Fetal, quienes decidieron que el caso cumplía con los criterios para realizar una reparación intrauterina.

“Se utilizó la técnica de cirugía prenatal a útero abierto y el procedimiento se realizó a través de una operación similar a la de una cesárea, con la cual se accede al útero, para luego, mediante una pequeña incisión en la pared uterina se logra la exposición de la espalda fetal, permitiendo liberar la médula de sus adherencias a la piel y recubrirlas con los tejidos del bebé, de la misma manera que se realizaría luego del nacimiento -detalló el jefe de Obstetricia y coordinador de la Unidad de Medicina Fetal, Lucas Otaño.

“El principal beneficio de realizar la técnica intrauterina es que es posible preservar la médula de los efectos nocivos del líquido amniótico en el que se encuentra inmerso el feto, reduciendo notablemente las secuelas motoras, como así también las producidas por otros defectos del sistema nervioso central” explica el especialista.

Respecto a esto último, los estudios son alentadores ya que “pacientes que fueron intervenidos mediante este procedimiento intrauterino demostraron un nivel motor superior al esperado, con mayores perspectivas para caminar en forma independiente o con una mínima asistencia”, destacó Otaño.

“En cuanto a los resultados sobre la presencia de hidrocefalia, es decir el aumento anormal de líquido en los ventrículos del cerebro, el grupo de pacientes operados intraútero presenta un 40 por ciento de requerimiento de tratamiento, en contraposición al 80 por ciento sometido a cirugía convencional post nacimiento, quienes deben utilizar una prótesis que deriva el exceso de líquido desde el cerebro a la cavidad abdominal”.

El término “Espina Bífida” se utiliza para denominar a una serie de defectos anatómicos en las últimas vértebras de la columna, por fallas en su formación, mientras que el “mielomeningocele” corresponde a una malformación congénita cuya forma más común y grave de espina bífida, que genera muchos defectos en el sistema nervioso, tales como la Hidrocefalia y la Malfomación de Chiari II.

“Los resultados observados en el paciente operado intrauterinamente mostraron que, desde el punto de vista neurológico, no presenta malformación de Chiari II, posee una buena motricidad en miembros inferiores y no requiere una válvula ventricular” puntualizó el especialista.

“Si bien presenta una disfunción en el funcionamiento de la vejiga, llamada vejiga neurogénica, ésta no genera daño renal y está siendo tratada por el equipo de urología infantil de forma periódica” agrega Otaño.

Su seguimiento es realizado por el equipo multidisciplinario especializado de la Clínica de Mielomeningocele que funciona desde hace 30 años en el Hospital Italiano y se considera que su pronóstico a futuro es positivo: debería caminar en forma independiente y tener una maduración intelectual adecuada.

En la Argentina el porcentaje de población que padece mielomeningocele varió de entre 6 y 7 bebés de cada 10 mil en 2009 a 5 cada 10 mil aproximadamente en 2015, según registros del Registro Nacional de Anomalías Congénitas (RENAC) en su reporte anual de 2016.

La intervención fue realizada por un grupo interdisciplinario de profesionales de salud del Hospital Italiano, en el que participaron los servicios de Neurocirugía pediátrica, Obstetricia, Anestesiología, Neonatología e instrumentadores quirúrgicos y es el resultado del entrenamiento previo con un modelo experimental en el laboratorio del Instituto de Ciencias Básicas y Medicina Experimental (ICBME Hospital Italiano), siguiendo los estándares de cuidado de otros Centros de Investigación de Enfermedades Congénitas.                                                                            Nomyc-16-4-18

 

« Volver