Señales de radio para conocer el interior de los asteroides

Un experimento para hacer rebotar señales de radio en un asteroide servirá de prueba para sondear el interior del asteroide Apofis cuando nos pase a solo 32.000 kilómetros en 2029 

Buenos Aires-(Nomyc)-El centro de investigación del Programa de Investigación Auroral Activa de Alta Frecuencia (HAARP) de Gakona (Alaska) transmitirá el 27 de diciembre señales de onda larga al asteroide 2010 XC15, que podría tener unos 160 metros de diámetro y la señal será recibida por el Long Wavelength Array de la Universidad de Nuevo México, cerca de Socorro (Nuevo México), y el Long Wavelength Array del Owens Valley Radio Observatory, cerca de Bishop (California).

Mark Haynes, investigador principal del proyecto e ingeniero de sistemas de radar del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California, explica en un comunicado “lo nuevo que intentamos hacer es sondear el interior de los asteroides con radares de longitud de onda larga y radiotelescopios desde tierra”.

“Las longitudes de onda más largas pueden penetrar en el interior de un objeto mucho mejor que las longitudes de onda de radio utilizadas para la comunicación” agrega.

Saber más sobre el interior de un asteroide, especialmente de un asteroide lo suficientemente grande como para causar daños importantes en la Tierra, es importante para determinar cómo defenderse de él y según Haynes “si conoces la distribución de la masa, puedes hacer que un impactador sea más eficaz, porque sabrás dónde golpear el asteroide un poco mejor”.

La prueba de 2010 XC15 ligeramente por encima y por debajo de los 9,6 megahercios y el chirrido se repetirá a intervalos de dos segundos, mientras que la distancia será un reto, explicó Haynes, porque el asteroide estará a una distancia de la Tierra dos veces mayor que la de la Luna.   

La prueba en 2010 XC15 es un paso más hacia el encuentro con el asteroide Apofis, previsto para 2029 a escala mundial y sigue a las pruebas de enero y octubre en las que la luna fue el objetivo de un rebote de señal HAARP.   

Apofis fue descubierto en 2004 y realizará su máxima aproximación a la Tierra el 13 de abril de 2029, cuando se acerque a menos de 32 mil kilómetros, mientras que los satélites geoestacionarios orbitan la Tierra a unos 36 mil kilómetros y en un inicio se pensó que el asteroide, que la NASA calcula que mide unos 380 metros de diámetro, supondría un riesgo para la Tierra en 2068, pero desde entonces los investigadores han proyectado mejor su órbita.

La prueba de 2010 XC15 y el encuentro con Apofis en 2029 son de interés general para los científicos que estudian los objetos cercanos a la Tierra. Pero la defensa planetaria es también un motor clave de la investigación.

“Cuanto más tiempo haya antes de un posible impacto, más opciones hay para intentar desviarlo”, agregó Haynes.    

Según la NASA, un asteroide del tamaño de un automóvil impacta contra la atmósfera terrestre aproximadamente una vez al año, creando una bola de fuego y quemándose antes de alcanzar la superficie.    

De manera aproximada, cada 2.000 años, un meteoroide del tamaño de un campo de fútbol impacta contra la Tierra, que pueden causar muchos daños y en cuanto a la destrucción de la civilización, la NASA dice que un objeto lo suficientemente grande como para hacerlo golpea el planeta una vez cada pocos millones de años.  

La NASA logró redirigir por primera vez un asteroide el 26 de septiembre, cuando su misión Double Asteroid Redirection Test, o DART, colisionó con Dimorphos y este asteroide es una luna en órbita del asteroide mayor Didymos, por lo que la colisión de DART alteró el tiempo de órbita de la pequeña luna en 33 minutos.    

La prueba del 27 de diciembre podría revelar un gran potencial para la detección de asteroides mediante señales de radio de longitud de onda larga ya que unos 80 asteroides cercanos a la Tierra conocidos pasaron entre la Luna y la Tierra en 2019, la mayoría de ellos pequeños y descubiertos cerca de la aproximación más cercana.

Nomyc-23-12-22

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