Seis de cada 10 personas no recurrirían a ayuda profesional para dejar de fumar

El dato produjo preocupación en los especialistas, ya que los mayores porcentajes de éxito están asociados al acompañamiento profesional y se originó en un relevamiento nacional de la Consultora Julio Aurelio-ARESCO realizado en más de 3.400 personas mayores de 16 años en todo el país y Los valores coinciden con las estadísticas de consulta médica para abandonar el tabaquismo, que históricamente se encuentran por debajo del 10% del total de las personas que deciden intentarlo

Buenos Aires-(Nomyc)-Seis de cada 10 fumadores, es decir el 60,7 por ciento, en caso de decidir dejar de fumar, lo harían por su cuenta, apostando solo a su voluntad personal’ según un relevamiento realizado en plena época de Distanciamiento Social Preventivo y Obligatorio (DISPO, a mitad e año pasado  y produjo la preocupación de los especialistas, ya que las mayores probabilidades de éxito están asociadas al acompañamiento profesional, pero  sin embargo, es bastante habitual que la gente lo intente por su cuenta: las estadísticas históricas de consulta médica para la cesación tabáquica se encuentran por debajo del 10 por ciento, tanto a nivel local como internacional.

Entre otros comportamientos, el 8,6 por ciento manifestó que utilizaría herramientas como grupos de autoayuda, el 13,3 por ciento recurriría a medicamentos, chicles o parches, mientras que el 7,2 por ciento a terapias alternativas y el 4,3 por ciento utilizaría el cigarrillo electrónico como paso intermedio.

El dato surge del trabajo denominado ‘Estudio de Opinión sobre hábitos y tabaquismo en tiempos de cuarentena’, llevado a cabo a nacional por la Consultora Julio Aurelio-ARESCO a pedido del Centro de Investigaciones de Enfermedades No Transmisibles (CIENTA) que incluyó la participación telefónica de 3.418 individuos mayores de 16 años de todo el país.

Para los especialistas, el porcentaje general de personas que deciden pedir ayuda con los profesionales es muy bajo y ello contribuye a que se sucedan múltiples fracasos en los intentos antes de alcanzar el objetivo.

“Los valores aportados por los participantes de la encuesta están en línea con lo reportado por los expertos en cesación tabáquica, y eso genera un desafío porque seguramente el mensaje no está llegando como debiera y muchos fumadores por desconocimiento o falta de confianza en el abordaje médico del tabaquismo, no recurren a sus servicios”, manifestaron desde CIENTA.

En cuanto a la utilización bajo indicación médica del cigarrillo electrónico como un vehículo que contribuya a la cesación tabáquica, cada vez son más los autores que ubican al ‘vapeo’ dentro del concepto de ‘reducción de daño’, que significa trabajar escalonadamente con herramientas que, aunque no son inocuas, son mucho menos dañinas que el cigarrillo a combustión.

Es decir, reconociendo que en algunos casos puede ayudar en el proceso de abandono del consumo de cigarrillos de combustión mediante un reemplazo temporario por estos dispositivos, aunque siempre bajo la supervisión y el seguimiento de un profesional de la salud, pero así y todo,  en la Argentina, si bien no está prohibido su uso, no está autorizada su comercialización y se carece de una legislación que regule o controle su consumo.

“La adicción al cigarrillo de combustión es muy fuerte, y al momento de evaluar un abordaje de cesación tabáquica todas las estrategias y recursos disponibles deben ponerse sobre la mesa y evaluar en conjunto, paciente y médico tratante, la que mejor se adapte a las características de cada individuo. Sin embargo, si la gente no se acerca a pedir ayuda e inicia cada proceso por su cuenta apelando exclusivamente a su voluntad, les priva a los profesionales de ofrecerle asistencia y un abanico de recursos disponibles en la medicina actual”, afirmó por su parte Florencia Morales, del equipo de Sociología de CIENTA.

El relevamiento reportó un nivel de tabaquismo en 1 de cada 5 encuestados, es decir un 20,8 por ciento, valor que se corresponde con los resultados arrojados por la 4a Encuesta Nacional de Factores de Riesgo del Ministerio de Salud de la Nación realizada en 2018 y presentada en 2019, en la que se muestra una prevalencia de tabaquismo del 22,2 por ciento en los mayores de 18 años.

Algo que destacan los especialistas es que de los fumadores que participaron en la encuesta, solo un 30 por ciento intentó dejar de hacerlo, pero sin éxito, un 48.1 por ciento lo pensó, pero no lo intentó y un 14.5 por ciento ni siquiera lo intentó, mientras que en cuanto al tipo de cigarrillo, 8 de cada 10, es decir el  82 por ciento, consumieron el cigarrillo tradicional a combustión, 7,4 por ciento cigarrillo electrónico, 2,7 por ciento ambos y ‘otros’ el 5,6 por ciento.

Para los especialistas, ya no cabe ninguna duda del rol del tabaquismo en el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles, circunstancia que se ve agravada cuando la adicción se suma a la presencia de otros factores de riesgo como la hipertensión, el exceso de peso, el sedentarismo o una mala alimentación y la sumatoria de dos o más de esos factores potencia la probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares y cáncer, entre otras afecciones.

Nomyc-11-2-21

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