Una expedición en el Atlántico norte consiguió perforar el suelo hasta una profundidad de 1,3 kilómetros

Buenos Aires-(Nomyc)-En una montaña submarina en medio del Océano Atlántico, científicos perforaron casi una milla debajo del lecho oceánico y obtuvieron un tesoro científico sin precedentes: fragmentos del manto rocoso de la Tierra, lo que entusiasma a todos los geocientíficos, que durante décadas buscaron atravesar miles de kilómetros de la corteza terrestre para obtener muestras del Manto de la Tierra, que es una capa que se encuentra entre la corteza terrestre y el núcleo, se extiende desde unos 35 kilómetros debajo de la superficie oceánica hasta unos 2.900 kilómetros de profundidad.

La expedición realizada por un barco de perforación oceánica llamado “JOIDES Resolution”, aprovechó una “ventana tectónica” del Atlántico norte, el Macizo de Atlantis, una montaña submarina de 4,267 metros en el fondo del Océano Atlántico.

No fue casualidad: la elección del Macizo de Atlantis no fue al azar, ya que este es uno de los puntos de la corteza terrestre más cercanos al manto, por lo que lograron llegar al manto después de perforar algo más de dos kilómetros, recolectaron rocas del manto terrestre a temperaturas superiores a los 204 grados Celsius, en lo que es la primera vez que la humanidad perforó a través de la corteza terrestre, hasta llegar a esta capa geológica.

El pozo, que recibió el nombre de “U1601C”, comenzó a ser perforado el 1 de mayo y terminó el 2 de junio, con una hasta 1,3 kilométros bajo el fondo marino, desde donde se obtuvieron una gran cantidad de tubos de piedra oscura y se ha extraído “peridotita” que es la principal piedra en este lugar de la tierra, la cual es rica en hierro y magnesio.

Comprobar teorías: uno de los objetivos: Andrew McCaig, el científico principal de la expedición, esperaba recuperar suficientes muestras para ayudar a fortalecer la teoría de cómo las reacciones químicas entre las rocas del manto y el agua podrían haber dado origen a la vida en nuestro planeta, aunque sin embargo, la perforación en el océano puede ser incierta, ya que los taladros se pueden atascar o los núcleos largos de roca recuperada pueden ser solo muestras parciales.

“De manera simple, seguía yendo más profundo, más profundo y más profundo. Luego, todos en el equipo científico dijeron: ´esto es lo que queríamos desde el principio´ ya que desde 1960, queríamos hacer un agujero tan profundo en roca del manto´”, dijo McCaig, desde el JOIDES Resolution minutos antes de que se sacara a bordo otra larga sección de roca oscura.

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