Se incorporarán tratamientos para dejar de fumar al botiquin de medicamentos de la Nación  

Por primera vez el Estado Nacional entregará medicamentos para el tratamiento de la adicción al tabaco.Cada año fallecen unas 6 millones de personas a causa del cigarrillo

Buenos Aires-(Nomyc)-En el marco del Día Mundial Sin Tabaco, que se celebra hoy y cuyo lema es “El tabaco, una amenaza para el desarrollo”, el Ministerio de Salud de la Nación anunció que, como parte de la Cobertura Universal en Salud (CUS) Medicamentos, garantizará la accesibilidad al tratamiento de la cesación tabáquica a través de los botiquines que se entregan en los centros de atención primaria de la salud, medida que se suma a las políticas públicas efectivas para reducir el tabaquismo de acuerdo a los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

Los tratamientos de cesación que incluyen fármacos duplican las posibilidades de éxito en dejar de fumar, reduciendo los efectos de la abstinencia y la cobertura de los tratamientos farmacológicos se suma a un conjunto de acciones que el Ministerio de Salud de la Nación viene desarrollando, que incluye la capacitación de los equipos de salud, el fortalecimiento de la línea de ayuda para dejar de fumar 0800 999 3040, y el desarrollo de materiales, como el Manual de Autoayuda para deja de fumar y se puede descargar desde http://www.msal.gob.ar/images/stories/ryc/graficos/0000000584cnt-2016-04_manual-autoayuda-dejar-de-fumar.pdf.

En 2016 el Estado Nacional aumentó los impuestos internos a los cigarrillos, que es la medida más efectiva para reducir el tabaquismo, sobre todo a través de la prevención del inicio en niños y niñas, peor a pesar de este reciente logro y de los avances alcanzados con al implementar la Ley Nacional de Control de Tabaco Nº 26.687 y que el porcentaje de fumadores se encuentra en descenso, todavía mueren, cada año, 44 mil personas por enfermedades relacionadas con el tabaco en el país.

Datos de la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, realizada por la cartera sanitaria nacional, destacan que el 25 por ciento de la población adulta fuma, siendo mayor la prevalencia de consumo de tabaco en los sectores de menores ingresos donde un 28 por ciento de los adultos fuma, en comparación a los hogares de mayores ingresos donde la prevalencia es del 23 por ciento. Además la mortalidad relacionada con el tabaquismo es mayor en personas en situación de vulnerabilidad.

En Argentina, el gasto sanitario destinado a atender las enfermedades que provoca el consumo de tabaco supera los 30 mil millones de pesos, lo cual representa un 12 por ciento del gasto sanitario total.

El secretario de Promoción de la Salud, Prevención y Control de Riesgos del Ministerio de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein, señaló sobre este tema que “el tabaquismo es un factor de riesgo prevenible que además potencia la inequidad social y obstaculiza el desarrollo”.

“Incorporar los tratamientos de cesación tabáquica al botiquín de CUS Medicamentos es una política pública que contribuirá a facilitar el acceso a tratamientos a la población de menores recursos y a disminuir la mortalidad y discapacidad que provoca el tabaco” finalizó.

Sobre el Día Mundial sin Tabaco                                                                                                                                                                                 El 31 de mayo de cada año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y  sus países miembros celebran el Día Mundial Sin Tabaco con el fin de poner de relieve los riesgos para la salud asociados con el tabaquismo y abogar por políticas eficaces para reducir su consumo.

Según la OMS, el consumo de tabaco mata cada año a casi 6 millones de personas, una cifra que, según las previsiones, aumentará hasta más de 8 millones de fallecimientos anuales en 2030 si no se intensifican las medidas para contrarrestarlo.

El tabaquismo es perjudicial para cualquier persona, con independencia del género, su edad, su raza, su cultura y su educación. Causa sufrimiento, enfermedades y fallecimientos, empobrece a las familias y debilita las economías nacionales.

También obliga a aumentar el gasto sanitario y produce una reducción de la productividad, generando costos sustanciales para la economía de los países.

Además, el consumo de tabaco agrava las desigualdades sanitarias y la pobreza, ya que las personas más pobres dedican menos recursos a necesidades básicas como la alimentación, la educación y la atención sanitaria.                                                                                           Nomyc-31-5-17

 

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