Lo hizo el Instituto Tecnológico de Massachusetts

Buenos Aires-(Nomyc)-En los años 70 se podía ver en TV “El Hombre Nuclear, en la que a un piloto de pruebas norteamericano y luego de sufrir un accidente le reemplazaban partes del cuerpo por otras artificiales que lo dotaban de mayor fuerza y velocidad o su versión femenina, o más acá en el tiempo, el Robocop, en la que un policía asesinado es revivido con partes artificiales… en dos ficciones que aunque en versión con imagen y sonido, podrían representra lo mismo que en su época anticipó Julio Verne o Galileo Galilei con sus “inventos”…   

Ahora, la convergencia entre la biología y la robótica permitió crear una nueva generación de robots, conocidos como “biohíbridos”.

Estos robots combinan componentes mecánicos con tejidos biológicos, como células musculares, para lograr una funcionalidad más avanzada y adaptable y según un reciente avance en este campo proviene del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), los científicos desarrollaron un robot capaz de doblar su mano gracias a células musculares de ratón.

La importancia de esta simbiosis entre elementos mecánicos y biológicos es multifacética y la verdad es que cuando ves cómo funcionan, verdaderamente se piensa en revolucionar varios aspectos de la robótica y aplicarlos a la medicina.

Ventajas y potenciales aplicaciones de estos biohibridos:  

Adaptable y flexible: una de las principales ventajas de los biohíbridos es su capacidad para adaptarse y responder a su entorno de manera más eficiente.

Tanto los tejidos biológicos, como las células musculares, tienen una flexibilidad y capacidad de movimiento que los componentes mecánicos convencionales no podrían igualar, lo que a su vez, permite a los robots realizar tareas más complejas y precisas, desde la manipulación de objetos delicados hasta la navegación en terrenos irregulares.

Integración con el cuerpo humano: la combinación de componentes biológicos y mecánicos puede hacer más fluida la interacción entre los robots y el cuerpo humano.

Los biohíbridos podrían ser utilizados en aplicaciones médicas, como prótesis avanzadas que se adaptan y responden a los movimientos del usuario de manera más natural y podría, a su vez, mejorar de manera significativa   la calidad de vida de las personas con discapacidades físicas, al ofrecer una mayor autonomía y funcionalidad.

Biorreactores y terapias personalizadas: junto a su aplicación en robótica, los biohíbridos tienen el potencial de revolucionar el campo de la medicina regenerativa.

Los robots que incorporan tejidos biológicos podrían utilizarse como biorreactores para el cultivo de órganos y tejidos humanos, obteniendo así una solución más eficiente y ética para la producción de tejidos para trasplantes.

Además, estos sistemas podrían utilizarse para desarrollar terapias personalizadas, utilizando células del propio paciente para tratar enfermedades y lesiones específicas sin la necesidad de recibir algún tipo de trasplante invasivo y riesgoso.

Consideraciones éticas y de seguridad: a pesar de su gran potencial y sus muy ampliadas ventajas, la integración de tejidos biológicos en robots es un tema con importantes consideraciones éticas y de seguridad.

Por ejemplo, se debe garantizar que los tejidos utilizados sean seguros y compatibles con el entorno mecánico del robot, para evitar posibles rechazos o complicaciones médicas.

Además, es crucial abordar las preocupaciones éticas relacionadas con el uso de células humanas en la creación de estos robots, asegurando que se respeten los derechos y la dignidad de los donantes de células.

El futuro: aunque estos tipos de robots actuales utilizan células de ratón, se espera que en el futuro se utilicen células humanas para adaptarlos directamente a las máquinas, lo que podría llevar a la creación de robots más avanzados y personalizados, capaces de realizar una amplia gama de tareas con una precisión y eficiencia sin precedentes.

Más allá de ello, esta es una tecnología que apenas está “en pañales”, ya que todavía quedan importantes detalles que afinar, aunque avances recientes en este campo nos hace pensar que se está al borde de una nueva era en la que los robots podrán colaborar de manera activa para mejorar nuestra salud, bienestar y calidad de vida en general.

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