Se confirma la existencia de géiseres en una de las lunas de Júpiter

El fenómeno podría obedecer a la existencia de un océano subterráneo con potencial para albergar vida en “Europa”

Buenos Aires-(Nomyc)-Los esquivos penachos de agua, observados en 2013 en “Europa”, el satélite de Júpiter, pudieron ser vistos otra vez y gracias al telescopio espacial Hubble, los astrónomos han podido detectar ahora chorros de agua en erupción en tres nuevas ocasiones.

Los investigadores especulan con la posibilidad de que los géiseres estén conectados a un océano situado bajo varios kilómetros de hielo, lo que los convertiría en un canal directo hacia un reino con potencial para albergar vida.

Además, sugieren que una futura nave espacial podría estudiar dicho océano a partir del material esparcido por los penachos sobre la superficie de Europa. Encélado, la luna de Saturno, presenta chorros acuosos similares.

Sin embargo, y a pesar de numerosos intentos, la presencia de géiseres en Europa no había sido confirmada hasta ahora.

“Hasta el momento solo contábamos con un indicio de su existencia”, explica William Sparks, astrónomo del Instituto para la Ciencia del Telescopio Espacial, que es el centro de operaciones del telescopio Hubble, en Baltimore, y líder del reciente trabajo.

“Si son reales, tienen que ser intermitentes” agrega.

Factores tan variados como la hora del día o las fuerzas de marea ejercidas por Júpiter podrían provocar que los penachos de agua que fueron detectados apareciesen y se esfumasen.

Sparks y sus colaboradores monitorizaron diez tránsitos de “Europa” por delante de Júpiter en busca de emisiones ultravioletas procedentes de la atmósfera de la luna.

Tres de esos diez desplazamientos, en enero, marzo y abril de 2014, mostraron indicios de penachos y la mayoría de ellos se encuentran agrupados en el hemisferio sur de Europa, según informan los científicos en un artículo que se publicó los primeros días de este mes en The Astrophysical Journal.

Lorenz Roth, el científico que lideró el estudio de 2013, el cual también fue efectuado a partir de imágenes del telescopio Hubble, cree que los géiseres detectados ahora no parecen hallarse en la ubicación sugerida por el avistamiento anterior.

“A menos que aparezca algo muy cerca del polo sur, difícilmente puede tratarse de los mismos penachos”, comenta Roth, investigador del Real Instituto de Tecnología de Estocolmo.

El experto también señala que, para que el equipo de Sparks haya podido observar chorros líquidos contra el disco de Júpiter, la sustancia que los compone debe de ser extremadamente densa. Eso significaría que hay una gran cantidad de agua en los chorros, lo que lleva a preguntarse por qué nadie los vio antes de 2013.

Desde sus observaciones de 2014, Sparks y sus colaboradores han estudiado otros dos tránsitos de Europa por delante de Júpiter, si bien aún no han terminado de analizar los datos para comprobar si estos incluyen indicios de pencahos.

“Estamos trabajando en el límite de la excepcional capacidad del Hubble”, agrega el investigador.

Las futuras misiones que podrían observar los penachos de cerca son JUICE, de la Agencia Espacial Europea y cuyo lanzamiento está previsto para 2022, así como un proyecto aún por confirmar de la NASA, que partiría hacia la misma fecha.                                                                 Nomyc-10-10-16

 

« Volver