Se cerró el agujero de la capa de ozono en el ártico

En un año tan particular para la humanidad también hubo cambios en el Ártico aunque no se relacionaron con la pandemia

Buenos Aires-(Nomyc)-En un año fuera de lo común, por el 2020, en el que la naturaleza recuperó lugares que había perdido debido a las costumbres del Hombre, hasta la Capa de Ozono del Ártico logró su precuperación, aunque en este caso no se debe a la disminución de la producción indiatrial que se generó en el planeta debido a la pandemia y la recuperación se originó debido a una “ola de calor”, según afirmó en su cuenta de Twitter el Servicio de Monitoreo de Atmósfera “Copernicus”. 

“El vórtice polar se dividió, lo que permitió la irrupción de aire rico en ozono en el Ártico, un ciclón persistente a gran escala en la zona ubicado en la media y alta troposfera y la estratosfera”, explicaron desde Copernicus.

Copernicus añade que si bien parece que el vórtice polar aún no llegó a su fin y se reformará en los próximos días,“los valores de ozono no volverán a los niveles muy bajos vistos a principios de abril.” 

Todo se descubrió a fines de marzo cuando un fenómeno extraordinario dejó a la comunidad científica totalmente descolocada, cuando se detectó en el Polo Norte un agujero de enormes dimensiones en la capa de ozono, gas que protege a la Tierra de la mayor parte de la radiación ultravioleta del Sol.

A principios de abril la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) confirmó su existencia empleando datos del satélite Sentinel-5P de Copernicus y aunque no era un fenómeno aislado porqué ya se habían producido “miniagujeros» sobre el polo norte en otras ocasiones, si era inédito su tamaño de un millón de kilómetros cuadrados y su duración, por lo que la principal teoría que explica su formación pasa por “unas condiciones atmosféricas poco habituales”, señala DPA. 

Cambios en las temperaturas del Artico: según los científicos, unas temperaturas inusualmente gélidas en la estratosfera hicieron que se desplomen los niveles y se abra este agujero en la capa de ozono estratosférico sobre el Ártico esta primavera, del mismo modo que se produce desde hace décadas en la Antártida tras concluir el invierno austral.

De manera habitual, las temperaturas mínimas en el Ártico tienden a ser menores que en la Antártida porque no se alcanzan niveles tan extremos,  pero este año unos potentes vientos alrededor del polo norte atraparon aire frío, en un fenómeno que se conoce como “vórtice polar», por lo que la pérdida de este gas llegó al 30 por ciento en la vertical del Polo Norte, con temperaturas por debajo de -80 grados.

La estratosfera sobre el Ártico es demasiado cálida y el vórtice polar demasiado inestable para que se dieran esas condiciones, el agujero de la capa de ozono en la Antártida se intensificó hace décadas por las emisiones industriales de gases que destruyen el ozono, un gas protector de la vida en la Tierra frente a los rayos ultravioleta.

La prohibición de estos compuestos en el Protocolo de Montreal en 1989 permitió que ese fenómeno –inusual en el Ártico– disminuya en la actualidad.

Nomyc-2-1-21

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