El estudio se hizo en ratones y los científicos consiguieron transportar la droga a través de la urea y abre la puerta a nuevos tratamientos para este tipo de cáncer

Buenos Aires-(Nomyc)-Mas allá de su tasa de mortalidad bastante baja, el cáncer de vejiga es uno de los tumores más difíciles de curar porque casi la mitad de los tumores de vejiga reaparecen dentro de los cinco años, lo que requiere un monitoreo continuo del paciente, visitas frecuentes al hospital y tratamientos repetidos.

En busca de alternativas terapéuticas más efectivas que puedan prevenir esta recurrencia del cáncer, Cristina Simó y sus colegas de la Universidad Autónoma de Barcelona, en España, se propusieron un enfoque de alta tecnología.

Simó desarrolló “nanorobots”, que son pequeñas esferas autopropulsadas que navegan por el cuerpo humano y llevan partículas aún más pequeñas que contienen las drogas, con la ventaja de que los nanorobots se pueden dirigir al tumor, depositar la quimioterapia en el lugar preciso, lo que aporta mejores efectos y además evita la mayoría de los efectos secundarios.

Estas diminutas nanomáquinas consisten en una esfera porosa hecha de sílice, sus superficies llevan varios componentes con funciones específicas, incluida la enzima ureasa, una proteína que reacciona con la urea que se encuentra en la orina, lo que permite que la nanopartícula se impulse a sí misma y otro componente crucial es el yodo radiactivo, un radioisótopo comúnmente utilizado para el tratamiento localizado de tumores.

Se detectó una disminución de casi el 100 por ciento en el volumen tumoral: “con una sola dosis, una disminución del 90% en el volumen tumoral, lo que significativamente más eficiente, ya que los pacientes con este tipo de tumor suelen tener de 6 a 14 visitas al hospital con los tratamientos actuales” explicó  

“Este enfoque de tratamiento aumentaría la eficiencia al reducir la duración de la hospitalización y los costos del tratamiento” agregó, por último.

En investigaciones anteriores, los científicos habían confirmado que la capacidad autopropulsada de los nanorobots les permitía llegar a todas las paredes de la vejiga, característica que es ventajosa en relación al tratamiento actual en el que, después de administrar la droga de manera directa en la vejiga, el paciente debe cambiar de posición cada media hora para asegurarse de que el fármaco llegue a todas las paredes, pero ahora se logró que las nanopartículas se acumulan específicamente en el tumor.

“El innovador sistema óptico que desarrollamos nos permitió eliminar la luz reflejada por el propio tumor, lo que nos permitió identificar y localizar nanopartículas dispersas por todo el órgano sin marcaje previo, con una resolución sin precedentes” explica Julien Colombelli, miembro del equipo.

“Observamos que los nanorobots no solo llegaban al tumor, sino que también entraban en él, potenciando la acción del radiofármaco”, agregó Colombelli.

Los investigadores crearon una empresa de base tecnológica para tratar de llevar la tecnología al mercado.

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