Fue en los Estados Unidos y la beba nació en buen estado

Buenos Aires-(Nomyc)-El embarazo de Kenyatta parecía normal, hasta que los médicos notaron algo anormal en la ecografía de las 30 semanas de gestación, es decir, a los siete meses y medio de embarazo por lo que los padres debieron decidir si tratar o no, a su bebé antes de que naciera.

Los médicos habían notado en el estudio que tenía un aneurisma de la vena de Galeno, una rareza en la formación de los vasos sanguíneos dentro del cerebro por la que muchos bebés, con esta patología, desarrollan insuficiencia cardíaca o daño cerebral y con frecuencia, no sobreviven e incluso, el corazón de la beba llamada Denver estaba luchando y la malformación se estaba volviendo muy grande.

“La enfermedad tiene una tasa de mortalidad de alrededor del 40 por ciento, y Cerca de la mitad de los bebés que sobreviven también sufren de graves problemasneurológicos y mentales”, señala Darren Orbach, experto en Radiología Neurointervencionista.

De manera habitual, esta enfermedad se manifiesta en el feto y el recién nacido con signos de falla cardíaca e incluso, en el pasado, progresaba de manera rápida a falla orgánica múltiple y de manera eventual, la muerte.

El manejo de esta patología es un problema importante a pesar de los avances en el diagnóstico, cuidados intensivos neonatales y neurocirugía, aunque  existen opciones terapéuticas que incluyen embolización y corrección quirúrgica según el seguimiento del recién nacido.

La intervención: el detalle de la intervención, realizada por médicos colaboradores fueron del Hospital Pediátrico de Boston y del Hospital Brigham and Women’s, el 15 de abril, se publicó en la revista científica Stroke in the United States y se declaró como la primera en su campo.

El feto tenía 34 semanas y dos días de edad gestacional en el momento del procedimiento en el útero, mientras que la beba nació sana dos días después y no mostró signos de complicaciones y en la actualidad no está medicada y tampoco tiene indicación de otra cirugía.

“La mejor parte fue cuando nació, verla que estaba bien en la Unidad de Cuidados Intensivos hizo que todos nos mirásemos y nos pellizcábamos para creerlo”, reconoce Orbach quien agrega “no estábamos seguros de cuándo estaba bien celebrar porque simplemente no se ve eso con estos bebés, asique que ese fue el momento en que supimos que todo iba a ser genial”.

“Derek y yo estamos profundamente arraigados en nuestra fe y oramos mucho por esto”, revela Kenyatta Coleman.

“No había duda en nuestras mentes de que Dios haría un milagro y lo hizo, en una plataforma pública, usando a una niña antes de que ella naciera. Ella dejó su huella en el mundo” agregó la mamá de Denver.

El procedimiento fue parte de un ensayo clínico aprobado por la FDA, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos.

Nomyc-11-5-23