Quien bebe café vive más años

Las personas que consumen café a diario, incluso si es en grandes cantidades, se mueren más tade; pero parece que ese efecto no se debe a la cafeína

Buenos Aires-(Nomyc)-“El café podría alargar la vida, incluso si se beben ocho tazas al día o si se bebe la variedad descafeinada” es la conclusión de  un equipo de los Institutos Nacionales de la Salud estadounidenses (NIH), liderado por Erikka Loftfield luego de analizar cuatro genes implicados en el metabolismo de la cafeína, además de los hábitos de vida y de consumo de medio millón de personas adultas, todas ellas participantes del biobanco británico, Uk Biobank, un programa de investigación médica a gran escala.

Según describen los investigadores, “el índice de fallecimientos probables entre los bebedores de café fue un 10 por ciento más bajo de lo esperable durante los diez años que duró el estudio, independientemente de la dotación genética, del tipo de café, sin que importe si era instantáneo, molido o descafeinado y del número de tazas que consumían a diario los sujetos.

 Menos enfermedades cardiovasculares                                                                                                                                                    Aunque investigaciones previas han sugerido que el consumo de café puede aumentar el riesgo de hipertensión e Infarto Agudo de Miocardio (IAM), en los individuos con variantes genéticas relacionadas con un metabolismo lento de la cafeína, estos trabajos evaluaron el consumo de café después de la aparición de la enfermedad, sin comprobar antes el riesgo de mortalidad general o de cardiopatía, informan desde NIH.

En la investigación actual, los bebedores de café presentaban menos probabilidades de morir de dolencias cardiovasculares o de cáncer que los no consumidores de dicha bebida.

Por otra parte, diversos estudios anteriores han demostrado que el consumo de café reduce la mortalidad y para comprobar si esta propiedad tenía algo que ver con el metabolismo de la cafeína, Loftfield y sus colaboradores examinaron si las diferentes variantes de los cuatro genes implicados aumentaban o disminuían el efecto y los resultados revelaron que las diferencias eran mínimas y que el efecto beneficioso se manifestaba incluso si se trataba de café descafeinado.

Estos hallazgos sugieren que la asociación inversa entre el café y la mortalidad puede atribuirse a componentes de la bebida que no contienen cafeína, concluyen los autores.

Luego de este trabajo Loftfield señala para concluir, que “el consumo de café puede formar parte de una dieta saludable, pero se necesitan más investigaciones para comprender los mecanismos que se encuentran tras este efecto”.

El trabajo se publica en Jama Internal Medicine.                                                                                                                                            Nomyc-24-7-18

 

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