Aunque es un “paso importantísimo todavía es una “primera parte”

Buenos Aires-(Nomyc)-Además de usar barbijo y mantener distancia social, proponen instaurar el cepillado de dientes como una medida preventiva eficiente contra el coronavirus ya que la acción antimicrobiana de la pasta de dientes en la boca persiste de tres a cinco horas y “reduciría la carga viral en la saliva o la infección por virus que entran en la boca”, el profesor Martín Addy, de la Universidad Pública de Bristol, en Inglaterra, a The Telegraph.

“El cepillado dental debe concentrarse cuando las personas están a punto de salir de sus hogares, ya sea para hacer ejercicio o hacer compras, en general, la frecuencia de cepillado dental debe aumentarse”, agrega Addy.

La transmisión del coronavirus entre las personas ocurre, de manea principal, a través de gotas emitidas por tos o estornudos, aunque el virus “no sólo causa una infección a través de la boca, sino que puede entrar en el cuerpo a través de la nariz y los ojos”, advierten los médicos.

Los investigadores afirman que “reducir la dosis de virus a la que está expuesta la persona puede disminuir el riesgo y la gravedad de la enfermedad” y la cantidad de exposición al virus al inicio de la infección también está relacionada con una mayor carga viral, que se relaciona con lo infecciosa que es una persona con los demás.

No es la primera vez que el profesor Addy promueve la idea de cepillarse los dientes con más frecuencia para reducir el riesgo de COVID-19.

En una carta anterior a la Revista Dental Británica en abril, Addy dijo que estaba sorprendido de que la profesión dental “no había estado promoviendo el cepillado de dientes como un enfoque preventivo para el coronavirus”.

“Desde mi propio conocimiento y escuchando a los expertos, una fuente importante de gotas se deriva de la saliva y por lo tanto, me sorprende un poco que nuestra profesión no haya estado promoviendo la higiene bucal, a través del cepillado con pasta de dientes, en el enfoque preventivo de COVID-19”, manifestó en esa oportunidad.

“La mayoría, si no todas las pastas dentales, contienen agentes limpiadores, que confieren propiedades antimicrobianas significativas al producto. De hecho, los mismos componentes están presentes en muchas formulaciones de lavado de manos, recomendadas contra el coronavirus”, expresó sin identificar ninguna en concreto.

Los enjuagues bucales se utilizan para enjuagar la boca también podrían reducir los gérmenes en aerosoles, aunque “sin embargo, esto no significa que protejan de la infección 2019-nCoV”, dijo la OMS, antes de que el coronavirus recibiera su nombre formal de COVID-19.

La opinión local: “para prevenir el contagio, no hay nada más probado que la protección física del barbijo y la distancia social”, aclara Pablo Rodríguez, decano de la Facultad de Odontología de la Universidad de Buenos Aires.

El especialista explica que las propiedades virosidas, que evitan las infecciones víricas, de algunos enjuagues bucales son efectivas en buches de 30 segundos para disminuir la carga bacteriana por los próximos 30 minutos dentro de la práctica odontológica.

“La prevención con el cepillado de dientes es inexacta, ya que los principales antisépticos no forman parte de los componentes de una pasta dental tradicional”, concluye el odontólogo.

 Los nano-anticuerpos monoclonales recombinantes VHH y los anticuerpos policlonales IgY son dos estrategias para el “tratamiento preventivo y terapéutico de pacientes afectados por COVID-19”, indicó Viviana Parreño, coordinadora científica del INTA y responsable del proyecto junto a Itatí Ibañez, investigadora del CONICET.

Las moléculas de Llamas, el típico animal del norte de nuestro país, “representan una tecnología que permite administrar un anticuerpo monoclonal recombinante, que podrá administrarse en forma de nebulización para prevenir o tratar la infección respiratoria, mientras que los anticuerpos IgY representan una terapia policlonal de aplicación tópica u oral”, destacó Parreño.

Los ensayos fueron realizados, en un comienzo, en el laboratorio del INTA y de manera paralela, fueron confirmados en el Servicio de Virosis Respiratorias del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (INEI) de la ANLIS-Malbrán, por la investigadora Elsa Baumeister, y el Instituto Politécnico de Virginia -Estados Unidos-, por el científico Jonathan Auguste.

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