La formación del paso de Drake, que separa Sudamérica y la Antártida, generó un cambio climático mundial que definió el destino del continente helado

Buenos Aires-(Nomyc)-Treinta y cuatro millones de años atrás, se abrió un nuevo estrecho entre el extremo sur de Sudamérica y la península Antártica: el hoy conocido como paso de Drake o mar de Hoces, aunque su formación generó un enorme cambio de la región y provocó un drástico cambio climático ya que la Antártida, cuyo clima era suave en amplias regiones, se convirtió en el continente helado que conocemos en la actualidad.

Estos cambios se originaron en una reorganización de las corrientes oceánicas, tal y como explican Isabel Sauermilch, de la Universidad de Utrecht y sus colaboradores en Nature Communications.

El equipo de investigación empleó simulaciones de alta resolución para estudiar lo que sucede cuando se establecen nuevas y profundas conexiones entre océanos en un tiempo geológico relativamente corto.

De manera particular, los grandes remolinos oceánicos parecen desempeñar un papel fundamental ya que antes de la formación y la profundización del pasaje de Drake, estos remolinos transportaban enormes cantidades de agua cálida hacia el sur, en dirección a la Antártida, y moderaban las condiciones de la región de una manera similar a como lo hace hoy la corriente del Golfo en el noroeste de Europa.

Sin embargo, según los modelos, un proceso así solo puede tener lugar si la profundidad del canal no supera los 300 metros y a medida que el paso de Drake se hizo más profundo debido a la acción tectónica, el transporte de agua se fue interrumpiendo.

Al mismo tiempo se originó alrededor de la Antártida una corriente circumpolar que aisló el continente de los climas más cálidos por lo que las aguas situadas al sur de la barrera se enfriaron hasta los cinco grados centígrados: un fuerte descenso que conduciría a la congelación definitiva del Polo Sur.

Las consecuencias se hicieron sentir a escala mundial: a lo largo del Eoceno, la Tierra pasó de ser un planeta con efecto invernadero a otro con condiciones más frías y los resultados de las investigaciones indican que, el enfriamiento respondió en un incio a un descenso de las concentraciones de dióxido de carbono atmosférico, y que después se intensificó como consecuencia de los cambios tectónicos.

El pasaje de Drake se sitúa, de manera parcial, en la microplaca de Scotia, la cual comenzó a formarse hace 40 millones de años y en esa época, todavía existía un puente terrestre entre la Patagonia y la Antártida a lo largo de una zona de subducción activa.

Sin embargo, cuando las placas sudamericana y antártica cambiaron levemente de rumbo, la corteza entre ambos continentes se adelgazó y se inició la expansión del suelo oceánico, por lo toda la placa se hundió para dar origen al paso de Drake.

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