Para el CONICET, la vacuna de Oxford “es segura, tolerable y genera respuesta inmune”

Lo afirmó una investigadora de la subcomisión de Vacunología  del CONCIET

Buenos Aires-(Nomyc)-“Hay información sobre los ensayos clínicos de las primeras fases que se realizaron en humanos donde se mostró que es segura, tolerable y genera respuesta inmune”, señaló Daniela Hozbor, científica del CONICET, quien es coordinadora de la subcomisión de vacunas del Concejo explicó que las pruebas en humanos son un requisito obligatorio para las vacunas de que se utilicen masivamente en la población y esos estudios, según comentó, se realizan luego de haber obtenido éxito en los ensayos preclínicos que se hacen en modelos animales.

“Antes de trabajar en humanos, por el código de Núremberg, es obligatorio realizar experimentación en animales de manera controlada y tener ahí antecedentes y datos para que ese candidato funcione en el hombre”, continuó la investigadora. 

También detalló que hay tres instancias consecutivas antes de que la vacuna se licencie: “en la fase uno se incluyen decenas de individuos, se hacen análisis y se determina si la vacuna es segura y tolerable para la población y si es exitosa se pasa a la fase dos, en donde se aumenta el número de individuos incluidos, que en general son centenares, pero ahora se está avanzando en la tercera, que es la última antes de licenciarse”, remarcó.

En esta última instancia, se incluyen miles de individuos para aumentar la diversidad y testear su seguridad, tolerabilidad y efectividad.

“Lo que se reportó en estos días son los datos de las primeras fases, donde se mostró que es segura, tolerable y genera una respuesta inmune y se evaluaron títulos de anticuerpos, que es una de las respuestas, la funcionalidad de estos anticuerpos en términos de qué es lo que hacen y también se vio que hay una respuesta de generación de linfocitos T”, destacó la investigadora  

Lo fundamental, expresó Hozbor, es que genere una respuesta de memoria, “de forma tal que nosotros después, ante el contacto con el patógeno, podamos reaccionar inmunológicamente rápido para poder evitar la enfermedad”. 

“Es muy alentador, es una noticia positiva pero no quiere decir que esté todo resuelto, porque es inédita la velocidad en que se están obteniendo estos resultados, porque de manera normal una vacuna, en tiempos no pandémicos o no epidémicos, demora en desarrollarse entre 10 a 15 años, donde hay que hacer inversiones de alrededor de 10 millones de dólares”, aseguró. 

Otro dato alentador es que “no hay solo un candidato, sino que hay 163 ensayándose, unos en la parte preclínica, que es el modelo animal, y otros en humanos, lo cual aumenta la chance de que logremos tener una vacuna en el corto plazo”. 

Sobre qué se investiga del covid-19 en el país, la investigadora explicó que “Argentina tiene un consorcio que busca ver cómo es este virus, en cuanto a la localidad, sus mutaciones y, si las hubiera, ver qué impacto tienen en lo que es la infección y la inducción de la respuesta inmune”.  

“En la OMS se dice que este insumo tiene que ser de la humanidad y llegar de manera equitativa a todos los lugares, lo cual es un gran desafío”, concluyó Hozbor.

Nomyc-28-7-20

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