Objetos desconocidos en el corazón de la Vía Láctea emiten señales de radio y luego desaparecen de manera misteriosa

Cuatro objetos emitieron breves señales de radio que no se parecen a ningún tipo de estrella conocida hasta ahora y los científicos creen que cada una de las cuatro señales podría proceder de un nuevo tipo de objeto desconocido por la astronomía

Buenos Aires-(Nomyc)-Wang, estudiante de doctorado en Física de la Universidad de Sídney, en Australia, examinaba los datos del radiotelescopio ASKAP, a finales de 2020 ya que el equipo de investigación había detectado 2 millones de objetos con el telescopio y estaba clasificando cada uno de ellos, la computadora identificó la mayoría de ellos, estrellas, así como la fase de vida o muerte en que se encontraban y por ejemplo, detectó signos reveladores de un púlsar, es decir una estrella muerta que gira de manera rápida, o de una explosión de supernova, pero un objeto situado en el centro de nuestra Vía Láctea dejó perplejos a la computadora y a los investigadores.

El objeto emitió potentes ondas de radio a lo largo de 2020: 6 señales en 9 meses, con un patrón irregular y emisiones de radio polarizadas que no se parecían a nada que los investigadores hubieran visto antes.

De manera más extraño aún, no pudieron encontrar el objeto en rayos X, luz visible o infrarroja y terminaron perdiendo la señal de radio a pesar de escucharla durante meses con 2 radiotelescopios diferentes, aunque reapareció de repente,  cerca de 1 años después de que lo detectaran por primera vez, pero al cabo de un día volvió a desaparecer.

“Por desgracia, no sabemos muy bien qué es lo que se comporta así”, señaló Tara Murphy, profesora de la Universidad de Sídney que dirigió el equipo de investigación de Wang.

Cada vez estaba más claro que no se trataba de una estrella muerta cualquiera, como los otros 2 millones de objetos de su estudio y según Murphy “fue entonces cuando empezamos a entusiasmarnos”.

El equipo envió sus datos a otros radioastrónomos pidiéndoles teorías y poco a poco, confirmaron que nadie había detectado nada parecido antes.

La conclusión de los investigadores es que el descubrimiento podría pertenecer a una oscura categoría de misteriosas señales procedentes del núcleo de la Vía Láctea conocidas como “Transitorios de Radio del Centro Galáctico” o GCRT, por sus siglas en inglés, de las que, antes del descubrimiento de Wang, solo se habían identificado 3 objetos de este tipo y sobre esto, Murphy dice el nombre GCRT es una “ayuda, mientras tratamos de averiguar qué son”.

Murphy está “100% seguro” de que las señales no provienen de extraterrestres, pues las señales tecnológicas cubrirían un rango de frecuencias mucho más estrecho de forma parecida a como lo hacen las radios de transmisión de los seres humanos.

Los GCRT son un misterio desde hace décadas, nadie sabe qué tipo de estrella podría emitir esas señales únicas, y cada GCRT es diferente, lo que lleva a los investigadores a creer que las 4 señales no proceden del mismo tipo de objeto.

Cualquier nuevo descubrimiento “se suma al conjunto de conocimientos que, o bien consolida lo que ya sabemos, o bien lo amplía, o bien podría conducir a nuevos conocimientos revolucionarios”, explica Scott Hyman. 

Este experto dirigió los esfuerzos de investigación que descubrieron los tres GCRT anteriores pero agrega “no sabemos si estos objetos entran en esas categorías. No sabemos lo suficiente sobre ellos”.

Los telescopios comenzaron a observar el centro de la Vía Láctea en bajas frecuencias de radio en la década de 1990, aunque solo a principios de la década de 2000, cuando el equipo de investigación de Hyman estaba estudiando los archivos de datos de dicho radiotelescopio de baja frecuencia, descubrieron una extraña señal que se proyectaba brevemente desde el centro galáctico.

La señal se hizo más fuerte y luego se desvaneció en el transcurso de unos meses, pero a diferencia de otras señales de radio transitorias, no había rastro de ella en las observaciones de rayos X.

Hyman y sus colegas habían descubierto la primera GCRT y luego de tres años, el equipo encontró otra a la que apodaron “El reventador” por las potentes ráfagas de radio que enviaba cada 77 horas antes de desaparecer.

Se trataba de señales extremadamente “brillantes”, es decir, que emitían potentes ondas de radio y Hyman pensó que encontrarían muchos más GCRTs si seguían buscando, incluyendo las más tenues o más débiles.

“Pensamos que habíamos visto solo la punta de un iceberg”, explica Hyman, que hoy está jubilado después de trabajar como profesor de Física e investigador en el Sweet Briar College. “Esperábamos que, dado que el primero fue tan fácil de encontrar, encontraríamos más y creo que solo tuvimos suerte” agrega.

En unos 10 años de búsqueda, solo encontraron un GCRT más que  también estaba oculto en los datos de archivo, volvieron a estudiar los cielos con los radiotelescopios Very Large Array, pero ninguna de sus señales volvió a aparecer.

Ahora, aunque Wang y Murphy hayan encontrado por fin otro GCRT, su descubrimiento no arroja mucha luz sobre lo que podrían ser estos misteriosos objetos por lo que los astrónomos solo tendrán teorías “insatisfactorias” hasta que descubran más GCRTs.

Los GCRT podrían ser estrellas de neutrones o púlsares que orbitan entre sí en conjuntos de 2 o 3, de modo que la señal de radio de una estrella es eclipsada a intervalos irregulares por otras o también podrían ser púlsares que se están muriendo (se están quedando sin energía) y que emiten jadeos de radio irregulares.

Hyman piensa que hay otros GCRTs no descubiertos, algunos de ellos oscurecidos por el espeso polvo que invade el centro de la Vía Láctea.

Los nuevos observatorios vigilan el centro galáctico mejor de lo que pudo hacerlo Hyman en la década de 2000 por lo que cuando  el Laboratorio de Investigación Naval de EEUU, publica nuevas observaciones del centro de la galaxia, él las escanea en busca de señales de GCRT. 

Mientras, el equipo de Murphy planea continuar con la escucha del centro galáctico con ASKAP buscando de manera simultánea, señales de objetos misteriosos en rayos X, luz visible o infrarroja.

El Square Kilometer Array, que se construye en este momento en Australia y Sudáfrica, “tendrá mucha más capacidad de encontrar GCRTs que cualquier observatorio de radio anterior, vaticina Hyman” y su finalización está prevista para 2028.

“Tengo muchas esperanzas de que podamos volver a detectar estos 3 objetos y averiguar qué son” agrega Hyman y para concluir, señala “podrían estar al acecho en un estado muy tenue y quiescente, podrían ser muy débiles ahora mismo y aún así detectables con un instrumento muy sensible”.

Nomyc-22-1-22

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