Nuevo antibiótico contra las infecciones intrahospitalarias       

Demostró tener una altísima tasa de efectividad y un gran perfil de seguridad.Ya está disponible en el país

Buenos Aires-(Nomyc)-“El nuevo antibiótico para tratar las infecciones intrahospitalarias, que demostró tener más de un 90 por ciento de efectividad y un gran perfil de seguridad, ya está disponible en el país donde hacía más de 10 años que no había novedades en este tema” destaca el infectólogo Emilio Bissio.

El nuevo medicamento es un antibacteriano combinado compuesto por sulfato de ceftolozano y tazobactam sódico, que es un llamado “inhibidor de las beta-lactamasas”, producidas como mecanismo de resistencia bacteriana y está indicado para infecciones intraabdominales y urinarias complicadas.

“Tener un antibiótico de estas características es una gran noticia, ya que son pocas las compañías farmacéuticas que invierten en el desarrollo de esos productos, siendo hoy la resistencia bacteriana una de las principales amenazas para la salud en el mundo, explicó   Bissio, quien además es gerente médico a cargo de Cuidados Hospitalarios y Virología en el laboratorio MSD.

El infectólogo contó que el nuevo fármaco “es muy efectivo contra las Pseudomonas, un tipo de bacteria muy difícil de tratar y muy virulenta.

“Hasta ahora había muy pocas opciones para tratar las infecciones intrahospitalarias, y las bacterias ya eran resistentes a un tercio de los antibióticos con los que contamos, pero el nuevo medicamento, cuyo uso se está evaluando a nivel mundial y también en la Argentina para tratar la neumonía resistente a las Pseudomonas, demostró tener más de un 90 por ciento de efectividad”, agregó Bissio.

El especialista aclaró que “la clave es usarlo de manera racional para no volver a generar resistencia”.

“De las infecciones severas que presentan los pacientes internados en terapia intensiva, las tres causas principales son las bacterias Escherichia coli, las Pseudomonas y la Klebsiella pneumoniae. La nueva droga no genera resistencia tan rápido si se la compara con otras drogas, pero hay que remarcar que si se usa mal, eso inevitablemente va a suceder”, finalizó Bissio.

La Resistencia Antimicrobiana (RAM) es el rechazo de un microorganismo a un tratamiento que originalmente fue eficaz para tratar infecciones.

Se calcula que hasta un 50 por ciento de los antibióticos prescritos no son necesarios o no tienen una eficacia óptima tal como se prescribieron, por lo que cada año las personas adquieren infecciones bacterianas graves que son resistentes a uno o más de los antibióticos indicados para tratarlas: unas dos millones en Estados Unidos y unas 400 mil en la Unión Europea, Noruega e Islandia, según datos oficiales.

Aunque las infecciones por bacterias resistentes pueden suceder en cualquier lado, aparecen sobre todo en hospitales o centros de salud, y los pacientes que requieren cuidados especiales, como quimioterapia, cirugías complicadas, trasplantes, enfermedades crónicas o diálisis, son los que corren mayores riesgos.

“A menos que se tomen acciones para manejar este importante problema mundial, se calcula que la RAM podría costarle al mundo otros 10 millones de vidas para 2050”, agregó Jason Pogue, químico y farmacéutico clínico de enfermedades infecciosas del Sinai-Grace Hospital en Detroit, Michigan, Estados Unidos.

El especialista contó que el medicamento ya se usa hace tres años en los Estados Unidos “con muy buenos resultados”.

Antes debíamos recurrir a antibióticos viejos y muy tóxicos para tratar las infecciones resistentes, ya que algunas bacterias respondían a ellos, justamente porque no se usaban desde hacía mucho tiempo. Pero esta es la mejor opción con la que contamos en la actualidad, la venimos usando en pacientes y es muy segura, dijo Pogue, quien  también es  profesor en la Facultad de Medicina de Wayne State University de Michigan.

El especialista destacó sobre la importancia de la formación para el correcto uso de los antibióticos que “la educación, la prevención, el control de infecciones y el uso correcto de los antibióticos son fundamentales para no contribuir a la resistencia bacteriana”, concluyó.                         Nomyc-1-9-17

 

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