Se alcanzan gracias a la aparición de nuevos medicamentos que atacan la parte del sistema inmunológico afectado

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Buenos Aires-(Nomyc)-Los medicamentos biológicos, diseñados para actuar de manera específica sobre los componentes que se encuentran alterados en el sistema inmunológico permitieron, en los últimos 15 años, una evolución en el tratamiento de la psoriasis que significó una mejora considerable en la calidad de vida de los pacientes, incluso en aquellos casos de psoriasis en placas moderada o severa.
Los medicamentos biológicos, fueron desarrollados gracias a los avances en el conocimiento del sistema inmunológico y demostraron ser más efectivos que las opciones terapéuticas conocidas, como los inmunosupresores tradicionales, al  obtener un control de la psoriasis de hasta un 75 por ciento según diversos estudios clínicos.

Alberto Lavieri, dermatólogo y Miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología sostiene sobre este logro que “es reconfortante ver como los pacientes retoman actividades que antes no hacían y recuperan una vida familiar, social y laboral que les estaba vedada, no sólo por el dolor, la picazón y las complicaciones asociadas a la propia enfermedad, sino también por la estigmatización de los demás hacia quien padece psoriasis”.

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“Los medicamentos biológicos logran un mejor control de la enfermedad, contribuyendo a limpiar total o parcialmente las lesiones de la piel; a mejorar, disminuir o detener la afectación articular, y se les adjudica un rol importante y positivo en las conocidas comorbilidades, como son las enfermedades cardiovasculares, diabetes, depresión y sindrome metabólico, entre otras; consecuentemente mejora la calidad de vida de los pacientes” agregó el especialista.

Los principales tratamientos consisten en el uso de agentes tópicos como cremas, lociones o ungüentos con esteroides, análogos de vitamina D, inhibidores de la calcineurina, etc. que ayudan a contrarrestar los síntomas de las formas leves de la enfermedad.

Los pacientes que presentan una mayor superficie de piel comprometida, en formas   moderada o severa de la enfermedad o cuando la psoriasis afecta de manera  significativa su calidad de vida, reciben terapias sistémicas, es decir, drogas que ingresan en el organismo por vía oral o inyectable y/o tratamiento con fototerapia.

Este último tipo de medicación se divide en dos grandes grupos, que son los de moléculas pequeñas, que suelen administrarse por vía oral, y los medicamentos de moléculas grandes  o biológicos), que se suministran por vía inyectable, ya que en la vía digestiva se pierde su acción. Estos últimos, se pueden utilizar como única droga, en lo que se llama monoterapia o  en combinación con otras, además de que también   pueden asociarse a fototerapia.

Dentro de los medicamentos sistémicos indicados para la psoriasis se encuentran las drogas tradicionales como el metotrexato, el acitretin y la ciclosporina y las nuevas drogas que hacen blanco, de manera específica, en las vías de señalización celular que intervienen en la respuesta inmune que desencadena la psoriasis.

Psoriasis y calidad de vida                                                                                                                                                                                  Según una encuesta de la “National Psoriasis Foundation” Strattera No Prescription  o “Fundación Nacional de Lucha contra la Psoriasis” de los Estados Unidos, cerca del 75 por ciento de los pacientes encuestados consideró que la psoriasis impactaba negativamente en su calidad de vida en grado de moderado a severo, incluyendo alteraciones en sus actividades cotidianas.

Otra encuesta norteamericana, basada en datos del 2003 al 2011, mostró que el 92 por ciento de los pacientes que, en su mayoría, sufrían psoriasis moderada a severa, consideraban que la psoriasis o artritis psoriásica era la única razón por la cual no tenían empleo.

Uno de los síntomas asociados con la psoriasis en placas es la picazón, que según lo que refieren algunos pacientes es como tener hormigas rojas picándoles por el cuerpo.

Dado que la piel presenta descamación y picazón, a muchos pacientes les cuesta relacionarse socialmente y padecen estrés emocional, lo que puede llegar a incidir en el desencadenamiento de la aparición de un brote psoriásico o en una exacerbación del cuadro de la enfermedad, generando un círculo vicioso.

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Estos pacientes son más propensos a sufrir depresión y enfermedades psicológicas. De hecho, según un estudio realizado hacer poco, tienen un riesgo 44 por ciento mayor de desarrollar pensamientos suicidas y de cometer un suicidio o intentar llevarlo a cabo, que la población general

La patología                                                                                                                                                                                                              La psoriasis es una enfermedad sistémica, crónica, inflamatoria, mediada por el sistema inmune, y no contagiosa, que se manifiesta principalmente en la piel, el cuero cabelludo, las uñas y también puede comprometer las articulaciones. Se estima que entre el 2 y el 3 por ciento de la población mundial padece psoriasis. En la Argentina la psoriasis afecta a más de 800 mil personas^iv.

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La forma clínica más común de la enfermedad es conocida como psoriasis en placas, que se presenta en el 80 a 90 por ciento de los pacientes y a su vez, dentro de este grupo, cerca del 20 por ciento son formas moderadas o severas.

Algunos de los individuos con psoriasis también sufren artritis psoriásica, una manifestación de la psoriasis que se caracteriza por dolor en las articulaciones, rigidez e inflamación. La artritis psoriásica puede afectar cualquier articulación y provocar deformidad y/o invalidez.                   Nomyc-22-11-15