Medicación para la esclerosis múltiple puede indicarse durante embarazo y lactancia

Luego de más de 20 años de evidencia de eficacia y seguridad, y registros de más de mil embarazos sin ningún riesgo, se ha demostrado que el interferón beta 1ª no tiene contraindicación y puede ser utilizado en embarazo y lactancia

Buenos Aires-(Nomyc)–El Interferón Beta 1a, la terapia utilizada para tratar la Esclerosis Múltiple (EM) desde hace más de 22 años, ahora puede ser prescripta también durante el embarazo y la lactancia debido a que la experiencia sobre su eficacia y seguridad, más los registros de más de mil embarazos sin riesgo, permitieron quitar la restricción ya que hasta hace muy poco no era recomendado en estas situaciones.

Más de 2,3 millones de personas conviven con EM a nivel mundial y en nuestro país, se calcula que entre 9 mil y 12 mil individuos padecen EM, condición que es la afección neurológica discapacitante no traumática más común en adultos jóvenes y afecta más a las mujeres que a los varones en una relación de 2 a 1 y además, se suele diagnosticar entre los 20 y los 40 años, en plena etapa de desarrollo profesional y planificación familiar.

“En el pasado, se desaconsejaba el embarazo para toda mujer con EM y en la actualidad, sólo casos muy puntuales tienen esta restricción ya que hasta hace unos años, la mujer que deseaba embarazarse debía suspender su medicación 3 meses antes de iniciar la búsqueda aunque luego pasamos a 2 meses para casi todas las moléculas y hasta hace muy poco, dos tratamientos permitían con un buen margen de seguridad ser mantenidos hasta confirmar la gestación: el acetato de glatiramer y el interferón” explica Marcela Fiol, Especialista en Neurología y Médica de Planta del Servicio de Neuroinmunología y Enfermedades Desmielinizantes de la Fundación de Lucha contra las Enfermedades Neurológicas de la Infancia (FLENI).

“Recientemente, en base al análisis de extensos registros de población tratada, la mujer con EM que recibe interferón puede mantener el tratamiento durante todo el embarazo y la lactancia, si su neurólogo lo cree necesario”, agrega Fiol.

Con el paso del tiempo y de los desarrollos científicos, esta enfermedad se modificó tanto que pasamos de no contar con ningún tratamiento para controlarla a tener la posibilidad de elegir entre 38 alternativas comerciales en nuestro país en la actualidad, lo que a su vez, cambió la expectativa de la calidad de vida de los adultos afectados llevando la mayor parte de ellos una vida normal, ya que la patología afecta a un grupo etario en donde uno de los hitos vitales es la planificación familiar.

Éste era un asunto muy delicado en las mujeres e incluso, una investigación europea mostró que más de un tercio de las pacientes que tenían EM decidía no tener hijos o consultaba cuándo buscar el embarazo por la preocupación que le generaba su enfermedad.

“A mediad que surgen nuevas informaciones y la experiencia mundial ha aportado enorme cantidad de evidencia, los médicos modificamos la conducta frente al deseo de gestación manifestado por la paciente y así es como hoy en día, las drogas pioneras entre ellas el interferón, pueden mantenerse hasta la confirmación del embarazo, drogas aparecidas con posteridad deben suspenderse entre 2 y 6 meses antes, según la molécula, pero ya es altamente infrecuente que los neurólogos deban contraindicar un embarazo.”, subrayó Fiol.

En este sentido, si bien se considera que durante el embarazo la mujer se encuentra protegida de la enfermedad, muchas pacientes experimentan un episodio en los primeros tres meses posteriores al parto, por lo que poder continuar recibiendo la medicación durante el periodo de lactancia también es muy importante para preservar la salud de la madre y los niveles de interferón encontrados en la leche materna son despreciables, por lo que no se anticipa ningún perjuicio en llevar adelante la lactancia mientras se recibe la medicación.

De manera particular, la eliminación de esta restricción es para el tipo de EM denominado “recurrente-remitente”, una forma de enfermedad que se manifiesta a través de “brotes” o recaídas transitorias con síntomas como visión borrosa, visión doble, entumecimiento u hormigueos de brazos o piernas y trastornos motrices o de coordinación, entre otros síntomas, episodios que potencialmente pueden ir dejando secuelas permanentes.

El Interferón Beta- 1a, en algunos países, como el nuestro, está aprobado hace más de 20 años para su uso en pacientes con EM y durante todo este tiempo, se ha recolectado información de registros de más de mil embarazos que demostraron que no hay incremento en el riesgo de anomalías congénitas luego de la exposición a esta medicación en el tiempo previo a la concepción, ni durante el primer trimestre del embarazo.

En estos registros, la duración de la exposición en el primer trimestre no es precisa, ya que probablemente se haya interrumpido la toma cuando las pacientes se enteraban de que estaban embarazadas y por este motivo, la experiencia en el segundo y tercer trimestre es muy limitada; la continuación del tratamiento puede ser considerada, siempre y cuando el especialista lo crea conveniente.

Acerca de la Esclerosis Múltiple: es una enfermedad crónica e inflamatoria del sistema nervioso central, que además es la enfermedad neurológica discapacitante no traumática más común en adultos jóvenes y se estima que hay unos 2,3 millones de personas sufren EM en el mundo y solo en la Argentina afecta a entre 9 mil y 12 mil pacientes.

Aunque los síntomas pueden variar, los más comunes son visión borrosa, entumecimiento u hormigueo en las extremidades y problemas de control de fuerza y de coordinación y las formas recurrentes de EM son las más comunes.

Desde lo fisiológico se origina por la pérdida de mielina, la cubierta de grasa y proteínas que poseen las estructuras nerviosas, que se produce por una reacción autoinmune, que es aquella en la que los glóbulos blancos no reconocen la mielina como propia y la atacan y destruyen.

Esto condiciona que las estructuras nerviosas conduzcan la información a una velocidad mucho menor de la que se requiere, o bien por una vía anómala y como consecuencia de este proceso, el paciente puede presentar diversos síntomas neurológicos dependiendo de dónde se produzca la lesión, los más frecuentes son disminución de la agudeza visual, trastornos de equilibrio, pérdida de fuerza en piernas o brazos y trastornos en los esfínteres.

Acerca de Merck:la exploración científica y el espíritu emprendedor responsable son clave para los avances tecnológicos y científicos de Merck y esta es la manera como Merck ha prosperado desde sus orígenes en 1668.

Presente en la Argentina desde 1930, Merck emplea a 200 personas en el país. Los productos del Grupo Merck están presentes en las áreas de Biopharma, LifeSicence y Performance Materials, esta última unidad a través de un distribuidor.

La familia fundadora sigue siendo la mayor propietaria del grupo, el cual cotiza en bolsa y tiene los derechos globales para utilizar el nombre y la marca “Merck” excepto en Estados Unidos y en Canadá, donde la compañía opera como EMD Serono en Cuidado de la Salud, MilliporeSigma en Ciencias de la Vida, y EMD Performance Materials.

Nomyc-5-8-20

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