Solo para tener una idea de la capacidad olfativa de un perro hay que pensar que tienen 200 millones de receptores de este tipo mientras que un hombre posee 5 millones. Se estudia si pueden detectar algunos tipos de tumores de manera previa a los diagnósticos médicos. Además se utilizan en prevención de crisis de enfermedades

Buenos Aires-(Nomyc)-Se calcula que una persona sin entrenamiento puede distinguir decenas de olores, algunas personas unos pocos centenares y algunos especialistas como un perfumista con amplia experiencia, puede distinguir unos 30 mil matices aromáticos, aunque cualquier perro puede distinguir entre 1 millón de aromas diferentes y esa capacidad olfativa tiene posibilidades secundarias.La cantidad de receptores olfativos de un perro varía según la raza y el tamaño de la nariz de cada perro, pero aun así, las narices perrunas más chatas detectan los olores infinitamente mejor que las personas.

Por ejemplo, un Beagle o un Ovejero Alemán tienen 225 millones de receptores olfativos frente a los 5 millones de un humano.

El sabueso de San Huberto o Bloodhound es el perro con olfato más fino del planeta ya que se ha documentado que son capaces de seguir un rastro de hasta 15 días, a causa de la enorme sensibilidad de su olfato, causada por los pliegues internos de sus fosas nasales.

Cuando una persona camina con los pies descalzos por cualquier terreno, con cada paso realizado dispersa, aproximadamente, unas 4 mil millonésimas de gramo de olores del pie. Los zapatos de suela limitan eso, aunque con cada paso se imprimen en el suelo algunos miles de millones de moléculas de ácido butírico, una cantidad que todo perro rastreador será capaz de percibir fácilmente con su purchase Baclofen 25 mg olfato.

Los zapatos de goma impiden más aún su paso, pero no del todo y por eso a través de una goma de 0,2 mm de espesor de un zapato nuevo, el olor del pie la atravesará en sólo 8 minutos. Una goma de 2 cm de grueso se impregna de sustancias olorosas, como si fuera una esponja, en 38 horas. La nariz del ser humano no lo percibe, pero un perro lo huele perfectamente.

La superficie olfatoria de la nariz humana es de 5 cm2 pero el área olfativa del perro es de 150 cm2, mientras que el número de células olfatorias del hombre es de 5 millones pero en el perro puede llegar a 220 millones y en casos como el Bloohound casi 300 millones, por lo que la capacidad olfativa del perro es 1 millón de veces superior a la humana.

El poder del olfato canino no reside únicamente en la incalculable concentración de células sensoriales, sino, fundamentalmente, en la forma que ejercen su función.

Son producidos por pequeñísimas cantidades de sustancias volátiles que, dado su composición química, excitan diversas sensaciones en las mucosas olfativas; estas sustancias pueden ser más o menos pesadas que el aire y poco solubles en agua.

Una lluvia leve, por ejemplo, puede aumentar la actividad olfativa de un perro en una pista seca; mientras una pista “cargada”, con tiempo húmedo, será más apreciada si el tiempo se torna seco.

Las partículas odoríferas son de peso diferente, algunas tienden a caer al suelo, mientras que otras flotan en el aire. Por esta razón, algunos perros olfatean a ras de tierra mientras otros se orientan siguiendo el olor aéreo con la cabeza erguida.

Si una persona sin entrenamiento tendría que estimar cuantos olores diferentes existen, podría citar algunas decenas, quizá algunos centenares. Un catador de vinos que comprueba por medio del olfato podría alcanzar una suma más elevada.

Un perfumista especializado y con mucha experiencia podría distinguir entre 30 mil matices aromáticos, pero, un perro puede discernir una molécula entre 1 millón de otras diferentes y este es el motivo por el que se los utiliza en el cuidado de personas con Viagra prices algunas patologías ya que pueden detectar cuándo esta persona va a tener alguna dificultad de salud antes de que esta suceda y, de esta manera, la persona la puede prevenir.

Distintos fluidos corporales contienen feromonas y su captación es llevada order Ventolin a cabo por el órgano vomeronasal, una especie de 2do. olfato situado en la base del paladar. No existen 2 personas que posean idéntico olor, ello se debe a que el olor animal es una mezcla de numerosas sustancias del tipo de los ácidos grasos, que huelen de manera diferente.

Científicos determinaron que las feromonas de cada ser son únicas y propias de cada uno, resultando en una característica propia e irrepetible y de hecho, para el perro existen tantos olores diferentes como seres «olorosos» existen en la Tierra.

Según la revista “DVM News Magazine”, un grupo de investigadores ha podido demostrar que perros adiestrados consiguieron reconocer el cáncer de próstata en la orina humana.

En el caso de pacientes diabéticos, también se han hecho estudios y se ha comprobado que son de gran ayuda porque pueden saber cuándo un paciente está a punto de tener un ataque hipoglucémico, es decir de bajada de azúcar en la sangre, incluso antes que el propio enfermo.

Aunque existen cientos de aparatos de detección de sustancias olorosas,  ni siquiera los más modernos y sensibles, han podido superar la capacidad olfativa de los perros.

En una serie de experimentos, un perro con buena capacidad olfativa, similar a los entrenados por la policía para detectar alijos de drogas, ha conseguido identificar a través de muestras de orina, en el 88,2 por ciento de los casos, si los pacientes tenían cáncer de tiroides o si padecían solo una enfermedad benigna, no cancerosa, en este órgano. 

Los actuales procedimientos de diagnóstico para el cáncer de tiroides a menudo producen resultados inciertos, lo que lleva a repetir pruebas, con la consecuencia de un proceso de diagnosis peligrosamente largo.

Los perros entrenados para avisar de un olor específico, en cambio, podrían ser utilizados por los médicos para detectar la presencia del cáncer de tiroides en una etapa temprana y acelerar así el proceso de diagnosis gracias a contar con una sospecha firme que es aportada por la conducta del perro, según las conclusiones a las que ha llegado el equipo de Donald Bodenner, jefe de Oncología Endocrina en la Universidad de Arkansas para las Ciencias Médicas, UAMS por sus siglas en inglés, en la ciudad estadounidense de Little Rock.

La idea, como subraya Bodenner, “no es basar las decisiones de tratamiento de los pacientes en la técnica canina, sino solo contar con ella como un posible complemento a los medios convencionales”.

El especialista destaca que “la fiabilidad diagnóstica del perro es solo ligeramente inferior a la de la punción aspirativa con aguja fina”, el método de biopsia usado habitualmente en primer lugar para comprobar la posible identidad cancerosa de nódulos tiroideos, pero además “la detección canina de olor cuenta con la ventaja de no ser invasiva” agrega el especialista.

Según los especialistas “se ha demostrado, en reiteradas ocasiones, la sensibilidad olfativa de los canes ya que se descubrió que un área del cerebro canino, asociada con la sensación de gratificación o recompensa, responde con más fuerza a los olores de humanos con quienes el perro convive que a los olores de otros humanos, o incluso en algunos casos, y esto llamó la atención de los investigadores, que a los olores de otros perros del mismo hogar”.

Éste fue el 1er. estudio de su tipo sobre las reacciones de order Robaxin perros a olores biológicos y según el trabajo, una cosa es cuando el dueño de un perro llega a casa, éste reaccione con manifiesta alegría y otra, bastante distinta, es que los perros perciban los olores de sus dueños sin estar estos presentes.

Para un perro, es una reacción mental un tanto compleja e indicadora de que esas reacciones son activadas Retin-A online por algo distante en el tiempo y el espacio y este fenómeno demuestra que los perros con los que convivimos tienen en su cerebro representaciones mentales de nosotros y que tales representaciones persisten cuando los perros no están con nosotros.

Cuando una persona percibe el olor del perfume que usa de manera habitual, su pareja o alguien a quien ama, puede experimentar una reacción emocional inmediata que no es necesariamente cognitiva.

Los resultados de los experimentos realizados por el equipo de Gregory S. Berns, de la Universidad Emory en Atlanta, Georgia (USA), demuestran la existencia del mismo fenómeno en los perros.

Pero, debido a que el olfato es un sentido mucho más importante para los perros que para los humanos, sus respuestas emocionales ante olores pueden ser más poderosas que las que nosotros podemos experimentar.

Pese al entusiasmo, los especialistas treat breast cancer insisten en que no se trata de introducir al perro en el proceso de diagnóstico precoz del cáncer, ya que es “algo caro y poco práctico” sino de tratar de estudiar los compuestos químicos que desprenden los tumores y que son captados por la nariz canina.

“La identificación de los compuestos orgánicos volátiles podrían ayudar a resolver el carácter biológico del cáncer”, explican, y tal vez “a diseñar algún tipo de nariz artificial capaz de identificar los tumores desde sus estadíos más precoces”.                                                           Nomyc-2-9-15