Glaciares de dióxido de carbono se mueven en la región polar sur del planeta por lo que crean depósitos de kilómetros de espesor que podrían haber estado sucediendo durante más de 600.000 años  

Buenos Aires-(Nomyc)-Esta es la conclusión de un artículo del científico investigador del Instituto de Ciencias Planetarias (PSI) Isaac Smith, que fue publicada en el Journal for Geophysical Research-Planets donde se lee “los depósitos de CO2 que se identificaron por primera vez en 2011 fluyen hoy, al igual que los glaciares en la Tierra”.

“Hace unos 600 mil años, el hielo de CO2 comenzó a formarse en el polo sur marciano y debido a los ciclos climáticos, el hielo aumentó en volumen y masa varias veces, interrumpido por períodos de pérdida de masa por sublimación”, explicó Smith.

“Si el hielo nunca hubiera fluido, entonces estaría, de manera principal, donde se depositó en un principio y el hielo más grueso tendría solo unos 45 metros de espesor, pero debido a que fluyó cuesta abajo hacia cuencas y canales en espiral, cuencas curvilíneas, donde se estanque, ´pudo formar depósitos que alcanzaron 1 km de espesor´” agregó el investigador.

“Los glaciares tienen suficiente masa que si se sublimaran duplicarían la presión atmosférica del planeta. Es una cantidad sorprendente, y un artículo de 2018 del científico principal de PSI, Than Putzig, la midió con mayor precisión”, continuó Smith.

“El glaciar más largo tiene unos 200 kilómetros de largo y unos 40 kilómetros de ancho. ¡Estos son grandes!, esa actividad está en curso, pero las tasas de flujo de manera probable alcanzaron su punto máximo hace unos 400 mil años, cuando la deposición era mayor, estamos en un período lento porque el hielo disminuye en maza y eso ralentiza los glaciares” explicó el investigador del PSI” agrega el investigador.

El trabajo realizado en parte en PSI investigó las leyes de flujo o las propiedades de resistencia del hielo de dióxido de carbono y descubrió que el hielo de CO2 fluye cerca de 100 veces más rápido que el hielo de H2O en condiciones marcianas y en pendientes altas, por lo que el hielo de CO2 se comporta como glaciares donde el resto del casquete de H2O que lo soporta aparece estacionario.

El análisis de los resultados del modelado glacial, en base al modelo de sistema de capa de hielo y nivel del mar de la NASA, respaldado por dos coautores y adaptado por Smith para trabajar en Marte y con CO2, mostró que el hielo de CO2 no se había movido por métodos típicos.   

“La deposición atmosférica colocaría el hielo en un patrón que no vemos, ya que sería mucho más uniforme y más delgado, lo que proporciona la interpretación del glaciar es un mecanismo para mover el hielo desde lugares altos hacia las cuencas más bajas que también se encuentran en latitudes más bajas”, aclaró Smith.

“Si la deposición atmosférica fuera el único proceso que actúa sobre el hielo, entonces la mayor parte se encontraría en la latitud más alta y en la elevación más alta, pero ese no es el caso, ya que el hielo fluye cuesta abajo hacia las cuencas, al igual que el agua fluye cuesta abajo hacia los lagos y solo el flujo glacial puede explicar la distribución que encontramos en 2018” especificó el investigador.   

El trabajo adicional de Smith y su equipo encontró varias características superficiales que son muy buenos análogos a las características que vemos en los glaciares terrestres, que incluyen perfiles topográficos, grietas y crestas de compresión que se asemejan a las características terrestres, lo que fortaleció las conclusiones y proporcionó una base para comparar con los modelos.

La Tierra, Marte y Plutón son los únicos cuerpos en el Sistema Solar que se sabe que tienen hielo que fluye de manera activa, pero de manera probable no estén solos, ya que existen numerosos tipos de hielo en el sistema solar, y con el aumento del número de plantas enanas, es probable que algunas de ellas tengan glaciares de monóxido de carbono o metano, incluso más exóticos que los glaciares de hielo seco recién descubiertos en el planeta rojo.

Nomyc-9-9-22