La atmósfera del mundo cálido y tóxico contiene el elemento tanto en su lado diurno como en su lado nocturno

Buenos Aires-(Nomyc)-Aunque el aire es un placer gaseoso exclusivo de la Tierra, un equipo de astrofísicos observó oxígeno atómico. en el Lado Diurno de Venus, lo que confirma que el elemento crucial para nuestra existencia existe en ambos lados del planeta infernal.

Cerca del 96 por ciento de la atmósfera del segundo planeta después del Sol está compuesta de dióxido de carbono, una pizca de otros gases, entre ellos nitrógeno y prácticamente nada de oxígeno, aunque hay alguno oxígeno, y parte del elemento se había encontrado en el Lado Oscuro de Venus, por lo que ahora, lo mismo puede decirse del mundo hirviente lado soleado.

Las observaciones realizadas durante tres días en 2021 revelaron oxígeno atómico en 17 posiciones diferentes en el planeta, incluidas siete en su lado diurno.

El oxígeno fue detectado a unas 62 millas, unos 100 kilómetros, sobre su superficie, intercalado entre las nubes de ácido sulfúrico de Venus y los fuertes vientos que soplan a unas 75 millas, unos 120 kilómetros, sobre su superficie.

El equipo cree que el oxígeno en Venus, de manera probable, proviene de moléculas de monóxido de carbono y dióxido de carbono que son descompuestas por la energía de la El Sol y son arrastrados al lado oscuro del planeta por fuertes vientos en la atmósfera superior del planeta.

“Esta detección de oxígeno atómico en Venus es una prueba directa de la acción de la fotoquímica, provocada por la radiación solar UV, y del transporte de sus productos por los vientos de la atmósfera de Venus”, Helmut Wiesemeyer, astrofísico del Instituto Planck de Radioastronomía y coautor del papel.

Venus no siempre fue tan incómodo, con una temperatura promedio de 850°Fahrenheit y una atmósfera tóxica rica en nubes de ácido sulfúrico y  a veces se hace referencia al planeta como el gemelo fraterno de la Tierra, debido a las similitudes y diferencias obvias entre los dos mundos.

Este planeta pudo haber tenido océanos alguna vez, que se evaporaron cuando el planeta quedó atrapado en un efecto invernadero desbocado, más allá de que investigaciones posteriores indicaron lo que pudieron haber sido océanos de agua en realidad eran lagos de lava.

“Venus no es hospitalario, al menos para los organismos que conocemos de la Tierra”, explicó Heinz-Wilhelm Hübers, físico del Centro Aeroespacial Alemán y autor principal del estudio, dijo a Reuters.

“Todavía estamos en el comienzo de comprender la evolución de Venus y por qué es tan diferente de la Tierra” agregó.

En rápida sucesión en la primavera de 2021, la NASA y la ESA anunciaron tres misiones centradas en Venus; la agencia espacial de los Estados Unidos dio luz verde a VERITAS y DAVINCI+, mientras que los europeos anunciaron el orbitador de Venus EnVision.

Desde entonces, la misión VERITAS ha sido retrasado debido a problemas de financiación, pero las agencias espaciales siguen comprometidas con una mejor comprensión del mundo amarillento, que podría ofrecer información sobre la propia evolución de la Tierra en sus 4.600 millones años de existencia.

En otras palabras, nos estamos preparando para un retrato nuevo del segundo planeta desde el Sol, que entrará en centrarse en él cerca del 2030.

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