Los argentinos tenemos distintos tipos de agrotóxicos en nuestro cuerpo según una investigación reciente

El trabajo es internacional e incluye a nuestro país

Buenos Aires-(Nomyc)-El Proyecto Sprint fue creado por la Unión Europea e involucró a 11 países, 10 europeos (Países Bajos, Dinamarca, República Checa, Francia, Eslovenia, Portugal, España, Suiza, Italia y Croacia) y uno sudamericano, la Argentina, en una demostración cabal que a los europeos les interesa conocer en qué situación se encuentra nuestro país, por ser de uno de los agroexportadores más importantes de lo que ellos consumen a través de sus animales.

El objetivo del proyecto tiene su anclaje en el análisis del comportamiento de los plaguicidas en el ambiente y por ende, en los humanos, por lo que un cuadro de situación que podría aportar claridad en la idea de hacer descender a la mitad la aplicación de agroquímicos para el 2030, cuadro de situación que resulta utópico hoy en día. En definitiva, ese es el objetivo medular del Proyecto Sprint, para lo que se busca analizar cómo afecta a la salud la mezcla de los distintos agroquímicos utilizados en la actividad agrícola.

Aunque se sabe que cada plaguicida tiene un efecto determinado en la población, se desconoce cuál es el efecto cuando es efecto es de varios mezclados, es por eso que se trata de la primera vez que este proyecto articula este tipo de análisis e investigación. En relación a la Argentina, en la que 73 personas fueron voluntarias, el proceso estuvo a cargo del INTA, liderado por la investigadora Virginia Aparicio, quién fue la que llevó adelante la coordinación local.

Muchas fueron las personas seleccionadas para el proyecto, ya que la selección rescataba como punto de partida los lugares donde habitaban cada uno de los voluntarios, porque Sprint quería tener representados diferentes tipos de categorías de personas relacionadas con la exposición a plaguicidas, por lo que las muestras se refirieron al ambiente e incluyeron al agua, suelo, plantas, sedimentos y el polvo de las casas.

También se presentaron las muestras biológicas propiamente dichas, de las que se analizó el impacto en animales y sobre todo el ganado, mientras que a los 73 voluntarios se le realizaron minuciosos análisis de sangre, orina y materia fecal, incluso del aire que respiran y para controlar el efecto de los plaguicidas en el aire, se utilizó una pulsera que los voluntarios debían usar por 7 días.

Los voluntarios pretendían una explicación de lo que eso significaba, acompañado de un análisis global, comparativo, qué era lo que iba a hacer Virginia a París, la científica censurada por el INTA. 

Ahora hay acceso a esos resultados, se trata de la segunda parte del Sprint que se censuró desde INTA, que era el muestreo que se envió a Europa, los resultados se encuentran en ese continente y la segunda etapa era la difusión de esos resultados dentro del país que es lo que se censuró, pero como el proyecto está censurado desde INTA, muchos voluntarios decidieron difundirlos por su parte, al no dudar en hacer uso del derecho que les asiste por haber participado y debido a ello, poder socializar la experiencia y los resultados.

Lo interesante es que la gente está al tanto porque salió en todas las noticias a nivel nacional que en Buenos Aires se hizo un análisis de orina y apareció que la gente de CABA tenía glifosato en orina.

“Tuve acceso a esos datos para ver los valores y hay gente en CABA que tiene valores de hasta un micropgamo por litro, que es más alto que cualquiera de los que estamos acá, donde el máximo es de 0,7″ explica Claudio De Francesco, uno de los investigadores. .

“La duda está en si esto se debe a la sensibilidad de los equipos usados o, como creo yo según mi hipótesis, a que en CABA hay mucha más gente con hábitos vegetarianos, que en otros lugares y esto lo podría explicar, también con gente que tiene hábitos diferentes dentro el grupo” continúa.

“Acá hay algo muy importante que salió de la Cumbre, que es que el Glifosato es el primero, el que más frecuencia tiene en todos los voluntarios, pero en el país el 100 por ciento de los testeados tiene glifosato, por lo que somos el Campeón en este tema, es algo muy llamativo, porque aunque uno lo creía, ahora sabemos que estamos muy expuestos” resalta.

Sprint, también se ocupó de investigar el polvo de las casas, por lo que se les recomendó a los voluntarios tomar muestras con sus aspiradoras todos los días, para analizar presencia de plaguicidas, “si bien es un dato que le llamó mucho la atención a la gente de Sprint, no marcó mucho la diferencia entre Argentina y Europa, ya que a nivel mundial pasó lo mismo que acá, ya que en el polvo de las casas es donde más se acumulan plaguicidas, porque de todas las matrices testeadas, fue la que más plaguicidas concentró” advierte.

“Si se lo compara con suelo, cultivo, aire, agua y sedimento, el polvo de las casas tiene muchísimo más, casi el doble, es decir, yo pedo caminar por un campo fumigado, pero dentro de mi casa tengo más concentración que si estoy en ese campo” resalta De Francesco.       

Sobre el origen de esto y más allá de que pueda haber un entrampamiento, por el viento que se acumula en las casas, el investigador resalta “las personas son las que transportan plaguicidas en sus ropas, por lo que desde SPRINT recomiendan sacarse los zapatos al entrar a las casas, ya que uno puede traer mucho plaguicida en su calzado, ellos veían muchas complicaciones con los bebes, porque gatean y se contaminan”.

La conclusión de SPRINT fue que “las mezclas de los restos de plaguicidas, están omnipresentes en todos los ecosistemas y por ende en los humanos, aunque no los veamos” advierte De Francesco

“Por último, quiero agregar que por lo que estamos viendo en otros análisis, la comida que ingerimos tiene más concentración de pesticidas que la de Europa, a lo que habría que agregarle lo que sucedió en CABA y otras localidades, que están alejadas de los campos donde se fumiga, pero tienen alta concentración de agrotóxicos” selaña el investigador.

De manera probable, la alimentación es el mayor problema, por lo que nadie está exento de eso, se viva en la ciudad que se viva y las mezclas de plaguicidas tienen un efecto más contundente que el de solo uno, por lo que se recomienda tratar de buscar nuevos umbrales y límites para muchos de las matrices y que en los umbrales hay que incluir el transporte atmosférico, que no está incluido en las regulaciones.

Es decir, se puede aplicar tantas cantidades, pero hay que tener en cuenta la deriva,  cuánto se puede expandir cada componente hacia los costados por el tipo de transporte y por el lugar en el que se esté, porque según el tipo de viento no es lo mismo transportar un determinado elemento en 2 lugares diferentes y sugieren iniciar la transición hacia un sistema de agricultura más sostenible, en base a técnicas agroecológicas”, concluyó.

Nomyc-11-1-24     

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