Logro Argentino en la Lucha contra el Cáncer

Investigadores del CONICET descubrieron un mecanismo que permite saber cómo algunos tipos de cáncer resisten los tratamientos

 

Buenos Aires-(Nomyc)-Para entender el hallazgo, es necesario comprender el proceso por el cual un tumor se desarrolla. El suministro de oxígeno y nutrientes a través de la sangre es fundamental para asegurar el crecimiento de cualquier tejido, pero es fundamental para las células tumorales que, debido a su alta tasa de reproducción y metabolismo, necesitan gran cantidad de estos elementos.

 

 

Debido a esto, muchas terapias apuntan a reducir el suministro de sangre al Brand Viagra 100MG tumor mediante drogas inhibitorias de la proliferación de vasos en la zona, junto con otras sustancias que lo ataquen. Sin embargo, algunos tumores no responden a los tratamientos anti-angiogénicos, es decir aquellos que buscan frenar la creación de nuevos vasos, y son por lo tanto más difíciles de tratar.

 

 

La clave de estas respuestas está en la relación entre dos proteínas, el Factor de Crecimiento Endotelial Vascular (VEGF por su sigla en inglés) y la Galectina-1 (Gal-1).

 

 

Estas moléculas, cuando actúan sobre un receptor específico de VEGF, el VEGFR2), promueven la división de las células endoteliales de los vasos para crear nuevos y por eso algunas drogas anti-angiogénicas disponibles en el mercado son anticuerpos específicos que actúan ‘secuestrando’ el VEGF e impiden que se una a su receptor.

 

 

“En tumores sensibles a estos fármacos, el anticuerpo que captura al VEGF tiene efectos positivos. Pero en aquellos que son resistentes a estas drogas, al poco tiempo de administrarlos entra en escena un mecanismo compensatorio que dispara nuevamente la creación de vasos”, comenta Gabriel Rabinovich, investigador principal del CONICET en el Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME, CONICET-FIBYME) y director del grupo de trabajo que describió este mecanismo.

 

 

El especialista, quien es director del laboratorio de Inmunipatología del IBYME explica que “a los 4-5 días de administrar la terapia anti-VEGF se detiene la creación de nuevos vasos y bajan los niveles de oxígeno. El grupo descubrió que en tumores refractarios la hipoxia, o falta de oxígeno, activa una cascada de señales que lleva a que VEGFR2 se ‘desnude’ de su recubrimiento de ácido siálico”.

 

 

Este ácido, en células normales y tumores sensibles, actúa como un ‘escudo’ que recubre los sitios a los que se puede unir Gal-1, que es además secretada en grandes cantidades por los tumores order misoprostol online frente a una disminución de los niveles de oxígeno.

 

 

Gal-1 actúa sobre los azúcares, N-glicanos complejos, que expresa el VEGFR2 de las células endoteliales, a las que esta interacción estimula para que proliferen y se formen nuevos vasos.

 

 

En tumores sensibles al tratamiento el ácido siálico, que normalmente recubre estos receptores, permanece en su lugar. Entonces si Gal-1 quiere interactuar con los receptores, no puede. En cambio, en tumores refractarios, la hipoxia lleva a la pérdida de ácido siálico y además aumenta el número de sitios de unión para esa proteína”, agrega Rabinovich.

 

 

El equipo de investigación trabajó con un grupo de tumores refractarios y logró revertir su sensibilidad al administrar conjuntamente dos anticuerpos, uno que ‘secuestra’ a VEGF y otro a Gal-1.

 

 

  “A los 7 días de comenzado el tratamiento mixto disminuye la angiogénesis”, dice Diego Croci, investigador asistente del CONICET y primer autor del trabajo, “pero, además, al día 4 observamos que la morfología de los vasos sanguíneos del tumor se modificaba.

 

 

Los vasos sanguíneos tumorales, de manera habitual,  tienen una disposición caótica y heterogénea, pero con el tratamiento combinado se reconfiguran hasta asemejarse a los de un tejido normal. Esto tiene beneficios terapéuticos en dos aspectos ya que al tener una arquitectura más ordenada, llegan entre dos y tres veces más oxígeno y linfocitos. Por eso, al disminuir los niveles de hipoxia o falta de oxígeno baja la producción de Gal-1 y aumenta el flujo de células del sistema inmune al tumor para combatirlo.

 

 

Mas allá de estos avances logrados en animales, los especialistas señalan sobre la aplicación en humanos que “conocer este mecanismo permite volver sensibles tumores que hasta ahora eran refractarios”, analiza Rabinovich, “pero todavía es necesario realizar más estudios antes de que llegue a los pacientes”.

 

 

La investigación, que comenzó en el año buy azithromycin online 2010, se realizó con aportes de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica dependiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva como del CONICET, junto a la Universidad de Buenos Aires, la Fundación Sales y donaciones de la familia Ferioli y Ostry.

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