Las fotos de los turistas reconstruyen cien años de historia de un ave marina

La población de Araos Comunes, unas aves marinas que viven en los acantilados de la isla de Stora Karlsö en Suecia, está recuperándose después de haber sufrido un grave declive en los años 60. En la actualidad, los científicos aseguran que nunca había estado en mejores condiciones según según lo determinaron luego de haber trazado su tendencia poblacional del último siglo gracias a las fotografías tomadas por los turistas que visitaron la isla

Buenos Aires-(Nomyc)-En 1880 la isla sueca de “Stora Karlsö” se convirtió en un parque para la conservación de la naturaleza y para la caza pero, a partir de los años 20, la compañía privada que adquirió la isla empezó a organizar tours diarios y la isla se convirtió en un popular destino de vacaciones, que atrajo a unos 10 mil visitantes cada año. Durante un siglo, los turistas han acudido y fotografiado este paraje natural.

Gracias a estas fotografías que completan el registro científico a largo plazo, como también lo han hecho en otras ocasiones artículos de prensa, investigadores del Stockholm Resilience Centre de la Universidad de Estocolmo, en Suecia, lograron  reconstruir la tendencia poblacional de los Araos Comunes o Uria aalge, a lo largo del último siglo.

Según las 113 fotografías recogidas en archivos, revistas, museos, foros de internet y, sobre todo, de turistas que visitaron la isla entre 1918 y 2015, estas aves marinas sufrieron a principios de los años 20 un descenso poblacional, pero parecen haber vuelto ahora a recuperarse y han alcanzado un nivel histórico.

“La población de araos comunes está aumentando en la actualidad a un ritmo sin precedentes del 5 por ciento cada año”, informa Jonas Hentati-Sundberg, de la universidad sueca y uno de los autores del trabajo publicado en “Current Biology”.

Para el científico, estos resultados son interesantes porque en el resto del mundo muchas de las poblaciones de estas aves están disminuyendo.

El actual incremento de ejemplares en la isla puede deberse a un conjunto de factores, desde la prohibición de la pesca de salmón en el mar Báltico con redes barrederas, aprobada en 2008, hasta el declive de los contaminantes medioambientales, y la abundancia de pequeños peces, presas favoritas de estos pájaros.

Las fotografías de las aves marinas revelan importantes tendencias en el mayor ecosistema marino.

“Las aves son esenciales en este ecosistema, pero a la vez se las puede observar fácilmente. Son una especie de mensajero terrestre de las dinámicas de la subsuperficie”, añade Hentati-Sundberg.

El impacto del ser humano en los Araos                                                                                                                                                                      Sin embargo, antes de que la isla recibiera la protección, los huevos de Araos comunes e incluso los propios pájaros eran extraídos de los nidos.

Esta práctica acabó a finales del siglo XIX, pero la especie se ha enfrentado a otro tipo de presiones a lo largo del tiempo como vertidos de petróleo y exposición a sustancias químicas. Algunos individuos también han quedado atrapados en redes de pesca.

Para entender cómo la población de estas aves ha variado durante los últimos 100 años, los expertos se han centrado en bases de datos a largo plazo para examinar los impactos humanos en los ecosistemas marinos, pero estas investigaciones no cubren más que los últimos 30 o 40 años.

Entonces recurriendo a las fotografías antiguas que retrataron la isla y sus colonias de aves durante todo este tiempo. Les llevó unos cinco años reunir todas estas imágenes. Según el estudio, las fotos demuestran que la colonia de araos comunes es cinco veces mayor de lo que era en la década de los 20.

Los científicos añaden que entre los años 60 y 70 hubo un descenso en el número de aves, que coincidió con la presencia de altos niveles de contaminantes ambientales procedentes de insecticidas y productos industriales (DDT y PCB) en el mar Báltico.

“Suponemos que estos compuestos desempeñaron un papel importante en el declive de las aves, pero por ahora no se ha demostrado que estas poblaciones de aves marinas se hayan visto afectadas por los contaminantes”, subraya el científico.                                                         Nomyc-6-4-16

 

 

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