Las bacterias de nuestro sistema digestivo controlan nuestro cerebro

Estamos invadidos por bacterias que viven pacíficamente en nuestro cuerpo, pero si las alteramos y desordenamos su “casa” se rebelan y nos controlan sin que nosotros lo sepamos

Buenos Aires-(Nomyc)-Cada ser humano es un ecosistema complejo, donde convivimos en simbiosis con trillones de bacterias de miles de especies diferentes que representan el 99 por ciento de nuestros genes, lo que significa que tenemos 100 veces más genes bacterianos que genes contenidos en nuestras células mamíferas y se ha calculado que cada tres células de nuestro cuerpo, dos son bacterias y una es humana y hasta se tiene su peso, ya que en nuestro cuerpo tenemos hasta 1 kg y medio de bacterias.

Las bacterias que habitan nuestro sistema digestivo, que en conjunto se llaman  “microbiota”, interactúan con el sistema endocrino, inmune y nervioso, con lo que afectan a nuestro estado físico, mental o hasta influencian el desarrollo de muchas enfermedades.

Desde el mismo momento de la gestación, la microbiota de la madre empieza a cambiar para favorecer el proceso ya que todo lo que la madre come, determinará en cierta media los cambios de la microbiota en el recién nacido.

Si el parto es vaginal o por cesárea, la lactancia materna, todas esas variables, serán determinantes para adquirir un tipo de poblaciones bacterianas u otras ya que estos habitantes microbianos son vitales para el desarrollo del sistema digestivo, metabólico o inmunitario del bebé.

Gran parte de estas investigaciones han sido conducidas por  María Domínguez-Bello, microbióloga de la universidad de New York, que en un estudio publicado en la revista Nature Medicine, destaca la importancia de la microbiota en el momento del nacimiento, apostando que las futuras prácticas médicas lo tendrán más en consideración.

La microbiota o la flora intestinal a medida que crecemos se ve influenciada por la dieta, el entorno, el uso de medicamentos o antibióticos, lo que llamamos hábitos de vida. No se sabe que especies o que combinación de especies de bacterias pueden favorecer algunos procesos vitales que pueden verse alterados conduciendo así al desarrollo de enfermedades.

Pero el efecto de la microbiota en nuestra salud va más allá. A pesar de décadas estudiando el cerebro como una identidad independiente, existe una evidente comunicación con el resto del cuerpo, y como no, también con el sistema gastrointestinal.

Ante la duda sobre ¿quién media en esta comunicación? los especialistas señalan que “se demostró que microbiota libera metabolitos que pueden llegar al cerebro, afectando a muchas de sus funciones”.

“Los procesos de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, la enfermedad de Parkinson o la esclerosis lateral amiotrófica, cuyo origen genético representa un pequeño porcentaje, y se desconoce la causa que las provoca en un 90 por ciento de los pacientes podrían también estar dirigidos por proteínas producidas por nuestra microbiota, como la proteína Amiloide” señalan.

En el laboratorio del profesor Robert Friedland de la Universidad de Louisville, en EE.UU. descubieron como la exposición a proteínas bacterianas llamadas Amiloides, que tienen una estructura similar a las proteínas del cerebro iniciadoras de muchas enfermedades neurodegenerativas, permiten la formación de agregados en el cerebro de otra proteína, la alfa-sinucleina.

Esta proteína alfa-sinucleina es producida por las neuronas, causándole daños irreparables o incluso muerte neuronal, asociada a la patología de enfermedades neurodegenerativas.

Pero cómo estas proteínas producidas por las bacterias en el intestino, pueden ser el origen de enfermedades neurodegenerativas sigue siendo una incógnita por resolver.

Friedland tiene la convincente hipótesis que estas proteínas bacterianas que se producen en nuestra barriga causan agregación de proteínas en el cerebro por medio de un mecanismo llamado “cross-seeding”, que permite empaquetar proteínas elásticas formando acumulaciones de proteínas que no se eliminan y aumentan en número, constituyendo el origen de la enfermedad.

Pero va más allá, él propone que estas proteínas bacterianas causan una bajada de las defensas inmunitarias en el sistema gastrointestinal lo que repercute aumentando la inflamación en el cerebro.

Los estudios del laboratorio de Friedland fueron publicados este mes en la revista del grupo de “Nature”, “Scientific Reports y demostraron que ratones expuestos al amiloide bacteriano desarrollaron alfa-sinucleina agregados en el cerebro, mientras que ratones que no expuestos no desarrollaron la enfermedad ni ninguna inflamación en el cerebro.

Sus investigaciones han sido financiadas por la Fundación de Michael J. Fox, dirigida por el actor hollywoodiense protagonista de “Volver al futuro y afectado por la enfermedad de Parkinson. Aunque la conexión “cerebro-tripas” se extiende a otras enfermedades.

Neurocientíficos han sugerido que existen relaciones con los cambios en la microbiota y patologías neurológicas, como ansiedad, depresión, autismo, o incluso esquizofrenia.

También se ha visto como ratones con lesiones cerebrales o medulares se recuperan antes cuando se altera su microbiota, o como se produce una recuperación motora y neuropatológica.

Uno de los más relevantes científicos en la actualidad que estudian daños cerebrales o medulares es  Phillip G. Popovich del Centro de Recuperación de daños cerebrales y medulares en la Universidad del Estado de Ohio (EE.UU.) y su laboratorio acaba de publicar un estudio en la Revista de Medicina Experimental, donde relaciona las alteraciones en el microhábitat de las bacterias que habitan en el tracto gastrointestinal, llamado también disbiosis, con empeoramiento de las lesiones medulares, y por lo tanto con la recuperación motora y estas alteraciones pueden estar causadas o bien por el ritmo de vida, el estrés, problemas gastrointestinales o incluso el uso descontrolado de antibióticos.

Para esto realizaron un experimento muy curioso, administraron a ratones antibióticos potentes antes de inducirle una lesión medular, y posteriormente a un grupo de ratones se le administró una dieta rica en probióticos enriquecidos con ácido láctico y a otros ratones no.

De manera curiosa los ratones alimentados con probióticos respondieron mucho mejor la fase de recuperación después de la lesión medular y su habilidad motora mejoró considerablemente, y por otra parte esto no ocurrió con los ratones con una dieta normal.

Estos estudios sugieren que la alimentación con probióticos favorece la rápida recuperación después de lesiones medulares, reduciendo los procesos inflamatorios en el sistema nervioso y facilitando la función motora.

Los nuevos tratamientos dirigidos a recuperar daños del sistema nervioso, deberían de mirar fuera de él ya que la microbiota, que se aloja en nuestro intestino, se comunica con el sistema nervioso directamente interaccionando con el sistema inmunitario o a través de fibras nerviosas, o indirectamente liberando metabolitos que pueden atravesar la barrera hematoencefálica.

El neurocientífico John Cryan, de la universidad de Cork, en Irlanda, demostró en su laboratorio que los ratones aislados de patógenos y con una dieta esterilizada, tenían más neuronas en regiones que controlaban la memoria que los ratones convencionales, sugiriendo el papel de la microbiota en la inducción de la neurogénesis en el estado adulto.

El científico del Centro de Bioinformática y Biología Computacional de la Universidad de Maryland (EE.UU.), Todd Treangen, uno de los autores de artículo que estableció las bases del mapeado de la microbiota, el Proyecto de la Microbiota Humana, publicado por la revisa Nature en 2012, donde se describe un estudio a larga escala de los microbios que colonizan los humanos.

Este análisis podría establecer las bases hacia futuros tratamientos para enfermedades neurológicas, tal y como apuntó Francis Collins, el actual director de los Institutos de la Salud (NIH) de EE.UU.                                                                                                                                      Nomyc-4-11-16

 

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