La resistencia antimicrobiana causa 1,3 millones de muertes por año en el mundo aunque este número seguirá en aumento

La Organización Mundial de la Salud catalogó a la resistencia antimicrobiana como una de las 10 principales amenazas frente a las que se encuentra la humanidad y en Argentina se promulgó hace poco la ley N° 27.680, que establece que todos los medicamentos antimicrobianos deberán expenderse bajo receta archivada, lo que contribuye a una mejor regulación del uso de estas herramientas para así controlar mejor este problema

Buenos Aires-(Nomyc)-La resistencia antimicrobiana (RAM) es un proceso por el cual las bacterias, virus, hongos y otros patógenos se vuelven resistentes a los antimicrobianos de uso frecuente, por lo que estos pierden efectividad para combatir las enfermedades y se calcula que 1,3 millones de muertes al año son directamente atribuibles a esta causa, por lo que hasta el  24 de este mes se conmemora la Semana Mundial de Concientización Sobre el Uso de Antimicrobianos, una ocasión para reflexionar acerca de qué podemos hacer para contribuir a mejorar esta situación.

Existen distintos factores que contribuyen a la RAM: uno es el paso natural del tiempo y la adaptación biológica de los microorganismos, aunque también hay muchos otros factores que tienen un impacto acelerador en esta tendencia y que podemos modificar: el uso incorrecto de los medicamentos antimicrobianos, ya sea por no respetar los tiempos de tratamiento o utilizarlos sin indicación médica, la falta de acceso a agua potable e higiene, el inadecuado abordaje y prevención de infecciones, la falta de control en instituciones de salud y en criaderos de animales, entre otros.

Hay infecciones bacterianas como neumonías, urinarias, gastrointestinales, entre muchas otras, para las que, en ocasiones, ya no se cuenta con tratamientos efectivos, por lo que medicamentos que marcaron un antes y un después en la medicina, que implicaron la sobrevida de millones de personas en la historia, hoy ven amenazada su utilidad y la humanidad se está quedando sin herramientas para enfermedades que solíamos tener bajo control.

En Argentina, con la reciente promulgación de la ley N° 27.680, innovadora a nivel global, se establece un plan de acción contra la RAM que incluye que todos los medicamentos antimicrobianos deberán expenderse bajo receta archivada, lo que contribuye a una mejor regulación del uso de estas herramientas para así controlar mejor este problema y la receta deberá incluir información completa del médico que prescribe y el diagnóstico por el cual lo hace, mientras que el paciente deberá contemplar y respetar la dosis, el intervalo y la duración completa del tratamiento.

El objetivo principal de la ley es fortalecer la vigilancia de la RAM y el uso apropiado de estos medicamentos en el territorio nacional a través de la creación del Plan Nacional para la prevención y control de la Resistencia Antimicrobiana (“Una Salud”).

“Esta nueva ley es un gran avance para el país, porque es la primera vez que contamos con un marco legal que pone en agenda la importancia de la RAM, los programas de prevención y control de infecciones y el uso responsable de los antimicrobianos. Esperamos que contribuya a la concientización del problema y desencadene acciones dentro de los hospitales y en la comunidad para contener la resistencia antimicrobiana”, destacó Wanda Cornistein, Médica Infectóloga y Coordinadora del Programa RAM de la Sociedad Argentina de Infectología.

Además, la ley prevé modificaciones en el uso de antibióticos para la ganadería sobre lo que Fernando Pasterán, Especialista en Microbiología Clínica y Profesional Adjunto del Servicio Antimicrobianos del Instituto INEI-ANLIS Dr. Carlos Malbrán, explica “hasta ahora, se podían utilizar antibióticos para mejorar el rendimiento de la producción.  Entre el 60 y el 70 por ciento del consumo global de antibióticos corresponde a la industria alimentaria y a nueva ley prevé que esta conducta se tiene que eliminar”.

“Este abuso genera bacterias resistentes en los animales que pueden ser ingeridas por humanos si el alimento está mal cocido o crudo y eso puede permanecer en el tracto gastrointestinal y la ley prevé el monitoreo de la RAM en el medio ambiente, midiendo el impacto de los desechos humanos y animales para poder tomar mejores decisiones en el abordaje de esta problemática”, agregó Pasterán.

La RAM es un problema complejo que requiere un abordaje interdisciplinario y en todos los niveles, por lo que se necesita un acuerdo integral para optimizar los recursos y promover la innovación e inversión en concientización e investigación y desarrollo de nuevas alternativas para hacerles frente a las amenazas a la salud.

Es probable que el impacto de la pandemia causara un aumento de las infecciones asociadas a la atención médica y resistentes a los antimicrobianos , ya que el SARS-CoV-2 implicó una alta tasa de internaciones en todo el mundo y en consecuencia, las tasas de infección asociadas a dispositivos, como la ventilación mecánica, en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) aumentaron y algunos estudios señalan que hasta el 50 por ciento de los pacientes con infección grave por SARS-CoV-2 fallecieron en los hospitales por causa de resistencia bacteriana, consecuencia de esa internación.

“Es una verdadera ‘pandemia oculta’: no la vemos, pero allí se encuentra, instalada en los hospitales, lo que expone al paciente a un riesgo muy importante, del que ningún hospital está exento, pero que no todos llegan a ver” explica Cornistein, quien además es Jefa de Control de Infecciones del Hospital Universitario Austral.

“La velocidad de desarrollo de nuevos antimicrobianos es mucho más lenta que la de los nuevos mecanismos de resistencia de los microorganismos y de hecho, tenemos nuevos medicamentos para los que en otros lugares del mundo ya se evidenció resistencia” continúa Cornistein.

“Las infecciones que hoy se tratan de manera específica, con antibióticos de espectro acotado, el día de mañana precisarán otro tipo de medicamentos con amplio impacto ecológico, o incluso podemos quedarnos sin herramientas para tratarlas”, concluye la especialista.

“El objetivo de este abordaje es retrasar lo máximo posible la resistencia antimicrobiana, porque sabemos que forma parte de un proceso natural de las bacterias: al menos con los conocimientos y tecnologías que tenemos hoy en día, no podemos evitarla, pero  podemos y debemos retrasarla para ganar tiempo y así poder desarrollar nuevos antibióticos o mejores estrategias en el futuro, como quizás podrían ser vacunas y  de esta manera, tendremos más posibilidades de aumentar la cantidad de herramientas con las que contamos para abordar la RAM”, concluyó Pasterán.

Entre las acciones que cada uno puede realizar para minimizar el impacto de la RAM se encuentran utilizar correctamente los medicamentos antimicrobianos, tener el calendario de vacunación al día, lavarse las manos frecuentemente, mantener la higiene del hogar y contribuir a la concientización de esta problemática. Más información sobre estas y otras acciones para detener el avance de la RAM se encuentra disponible en https://www.cuidarnosjuntos.com.ar/resistencia-antimicrobiana.

 Nomyc-21-11-22

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