La genómica, la antropología y la paleoantropología muestran pinceladas de nuestra evolución
Un investigador del CONICET explica como el reciente descubrimiento del Homo- naledi permite obtener nuevas claves sobre la historia natural del Homo sapiens
Buenos Aires-(Nomyc)-Esteban Hasson, investigador principal del CONICET, explica cómo el descubrimiento reciente del “Homo naledi”, en África, arroja nuevas claves sobre la historia natural del Homo sapiens ya que esta “no fue una progresión lineal, sino el fruto
de la interacción entre diferentes especies, en diferentes regiones, a lo largo de miles de años”.Aunque muchos lo consideran el “eslabón perdido” entre el “Australopithecus”, un género extinto de homínidos que comprendía seis especies, y el “Homo sapiens”, es decir el hombre actual, Hasson, quien realiza su tarea en el Instituto de Ecología, Genética y Evolución de Buenos Aires (IEGEBA, CONICET-UBA), explica que en realidad el hallazgo “contribuiría a entender mejor la historia evolutiva del hombre”.
Sobre la relevancia de este descubrimiento, en términos evolutivos, el investigador explica que “la genómica, la antropología y la paleoantropología nos están mostrando pinceladas de nuestra evolución que eran impensables hace algunos años”.
“Este descubrimiento –continúa Hasson– confirma temas relacionados con el patrón de evolución anatómica del ser humano, que podría ser imaginado como un patrón en mosaico y no como un patrón lineal, como se pensaba”.
“Nuestra Retin-A online evolución se pensaba como una línea progresiva, donde primero el hombre está en cuatro patas, después se va levantando de a poquito y le crecen progresivamente la cabeza y el cerebro hasta llegar nuestra especie tal como la conocemos hoy en día, sin embargo no ocurre así, sino que resulta de la combinación de caracteres en las diferentes especies” agrega el especialista.
La evolución en mosaicos se da cuando uno se encuentra, en las distintas especies, con combinaciones de características derivadas y ancestrales. En una misma anatomía coexisten características donde, en apariencia, hay ciertos rasgos como por ejemplo las manos, que son muy parecidas a las nuestras o rasgos del rostro o de la cabeza, que también son similares.
En el caso del “Homo naledi”, por ejemplo, los ejemplares tienen un cerebro mucho más pequeño que el nuestro, del tamaño de una naranja.
Sobre si es el “eslabón perdido” Hansson aclara que algunos especialistas están hablando de eso pero hay que entender que, dentro de los homínidos están, entre otros el género `Homo´ y el género `Australopithecus´, con el cual compartimos un ancestro común.
“`Homo naledi´parece ser el Homo más antiguo, aunque aún no se cuenta con una datación precisa, es decir, el que está más cerca de un ancestro común con los Australopithecinos, aunque no se podría hablar de un eslabón perdido, Buy Natrexone directo, porque la historia evolutiva no es lineal” aclara el especialista.
Interrogado sobre si ¿el australopithecus es un ancestro común de los homínidos? Hansson aclara que “no, y esa es una creencia que habría que desterrar de la divulgación”.
“No es nuestro ancestro. Desde el punto de vista técnico es mucho más correcto decir que nuestro género, Homo, compartió un ancestro común con `Australopithecus´” recalca.
Ante esta respuesta del investigador surge la duda sobre si al seguir este esquema de evolución en mosaico ¿se podría hablar de diferentes géneros en diferentes regiones? sobre lo que aclara que “nosotros representamos la historia evolutiva de los organismos en forma de árboles, no como líneas rectas”.
“Por eso –continúa– es que hay un tronco común, dos linajes que comparten un ancestro de los cuales derivan dos nuevos linajes, y así sucesivamente, en un patrón que tiene forma de árbol”.
Las investigaciones paleontólogicas han poblado ese árbol de manera tal que se observa la coexistencia de especies en diferentes momentos de nuestra historia evolutiva.
Hoy en día se cuenta con evidencia de que, nuestro linaje, coexistió con el hombre de Neanderthal u “Homo neanderthalensis”, con el cual no sólo coexistimos en un mismo territorio, sino también reproductivamente.
Además hay evidencia de que coexistimos con otra forma de Homo, de la cual todavía no hay suficiente evidencia fósil para describirla, aunque sí suficiente para la extracción de ADN antiguo, que buy cheap Viagra permitió la secuenciación de su genoma por lo que se pudo inferir su existencia, a partir de la genómica comparativa.
En efecto, en el genoma de “Homo sapiens”, hay regiones cuya presencia solo podría explicarse por cruzamientos con individuos de otra especie, que en la paleoantropología se han denominado denisovanos, u hombres de la cueva de Denísova, en Siberia.
Todos estos hallazgos han cambiado muchas nociones que tenemos hoy en día de nuestra evolución y por eso la paleoantropología, junto el aporte reciente de la genómica, ha ido poblando el árbol de nuestra historia evolutiva.
La presentación El 10 de septiembre la revista científica “eLife” reportó el hallazgo de más de 1.500 fósiles, correspondientes a más de 15 individuos, en purchase Nexium la cueva de “Dinaledi”, en África.
Según los autores del trabajo, “Homo naledi” habría tenido un tamaño similar al de los hombres actuales de pequeño tamaño, con un peso entre 39.7 y 55.8 kg y una estatura estimada entre 144 y 148 centímetros. (ver Nomyc https://www.nomyc.com.ar/?p=9736)
Sobre el investigador generic Colchicine Esteban Hasson es investigador principal del CONICET en el Instituto de Ecología, Genética y Evolución de Buenos Aires (IEGEBA, CONICET-UBA), del cual es también director.
Es especialista en biología evolutiva y genética. Obtuvo su licenciatura en Ciencias Biológicas en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, donde también hizo su doctorado en la misma disciplina.Además es Profesor Asociado en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la la misma universidad. buy cheap Lithium Nomyc-18-9-15