La dieta de los dinosaurios podría explicar su diversidad

La alimentación de los dinosaurios herbívoros podría estar detrás de la sorprendente variedad de fósiles hallados en Norteamérica

Buenos Aires-(Nomyc)-Si hubiéramos viajado hace 75 millones de años por lo que hoy es América del Norte, habríamos visto por doquier especies de dinosaurios muy diversas ya que la espectacular variación en los fósiles de este periodo, hallados en la mitad occidental del continente, lleva tiempo desconcertando a los paleontólogos.

Algunos propusieron que las montañas o los ríos podrían haber aislado a las poblaciones de dinosaurios, que habrían evolucionado para producir una mayor diversidad, pero ahora un estudio publicado en Palaeontology sugiere una posibilidad distinta y según los autores, parte de la respuesta reside en lo que comían los dinosaurios herbívoros.

Para investigar la dieta de los dinosaurios, los paleontólogos analizan los isótopos geoquímicos, es decir versiones de un mismo elemento que difieren en el número de neutrones, que presentes en los huesos fosilizados ya que  cuando los dinosaurios herbívoros digerían helechos y coníferas, por ejemplo, los isótopos de oxígeno, carbono y estroncio de esas plantas se acumulaban en diferentes proporciones.

Con esto, los científicos identificaron las relaciones isotópicas asociadas a cada tipo de planta y las regiones donde crecía, ya que el análisis de los isótopos contenidos en los huesos de dinosaurio puede indicar a los expertos no solo lo que comían estos animales, sino también dónde se aventuraban en busca de alimento.

En el nuevo estudio, el paleontólogo de la Universidad Carleton Thomas Cullen y sus colaboradores examinaron los ceratópsidos, es decir dinosaurios con cuernos, anquilosaurios o dinosaurios acorazados y hadrosaurios o los dinosaurios “de pico de pato” de la Formación Oldman, en el sur de Alberta.

Las relaciones isotópicas muestran que los dinosaurios cornudos y acorazados, que caminaban a cuatro patas y con la cabeza cerca del suelo, se alimentaban de plantas bajas en un área geográfica relativamente reducida, aunque sin embargo, los autores descubrieron que los dinosaurios de pico de pato eran capaces de alcanzar las hojas de los árboles, se alimentaban de una gama más amplia de plantas y recorrían distancias de hasta 100 kilómetros en busca de sustento.

“Al principio me sorprendió lo diferentes que eran los hadrosaurios de los anquilosaurios y los ceratópsidos” en cuanto a sus hábitos alimenticios y sus desplazamientos, admite Cullen.

Si los dinosaurios cornudos y acorazados se alimentaban en zonas bastante delimitadas, esas restricciones nutricionales quizá contribuyeran a impulsar la evolución de numerosas especies nuevas en cada hábitat, mientras que las especies con pico de pato, cuyos individuos se movían en áreas más extensas, presentan mucha menos variación.

“Este estudio ilustra cómo el uso de técnicas analíticas geoquímicas de alta precisión continúa permitiendo a los paleontólogos interpretar la ecología y la biología de los ecosistemas antiguos”, comenta Celina Suárez, geóloga de la Universidad de Arkansas ajena a la investigación.

“Este tipo de trabajos podrían aportar nuevos datos sobre la distribución de las especies de dinosaurios hace 75 millones de años”, explica Andrew Farke, conservador del Museo Raymond M. Alf de Paleontología de Claremont, en California, que tampoco participó en el estudio.

“Apostaría a que la dieta de los hadrosaurios está relacionada con la amplia distribución de sus especies”, concluye el investigador.

Nomyc-20-7-22

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