Habitar lugares de escasos recursos casi duplica el riesgo de infartos agudos de miocardio y accidentes cerebrovasculares

Lo determinó un estudio estadounidense en más de 60.000 personas  

Buenos Aires-(Nomyc)-“Vivir en un lugar pobre y malsano podría casi duplicar el riesgo de enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular de una persona”, señala un estudio reciente, cuyos hallazgos señalan que todos los factores que hacen que un lugar sea malo como la contaminación del aire y el agua, los sitios tóxicos, pocos parques, toneladas de tráfico, tienen un papel significativo en la salud cardiaca.

Lo mismo ocurre con factores sociales y económicos como los bajos ingresos, la mala educación, el desempleo y la falta de acceso a Internet y a la atención médica.

Esos factores ambientales y sociales suponen un “doble golpe” para la salud cardiaca de las personas atrapadas en vecindarios pésimos, señaló la investigadora sénior Sarju Ganatra, directora del Programa de Cardio-Oncología y del Programa Cardio-Metabólico del Sur de Asia del Hospital y Centro Médico Lahey en Burlington, Massachusetts.

“Me sorprendió ver los estrechos vínculos y la compleja interacción entre los factores sociales y ambientales en los resultados de salud”, agregó la investigadora. 

Incluso después de ajustar por factores sociales como unos ingresos bajos y una educación deficiente, “los factores ambientales jugaron un rol crucial e independiente en la determinación de varias enfermedades cardiacas y otros resultados de salud relacionados”, añadió Ganatra.

En el estudio, los investigadores calificaron más de 71 mil secciones censales de EE. UU. utilizando el Índice de Justicia Ambiental, una base de datos que combina datos demográficos, ambientales y de salud recopilados por múltiples agencias federales.

Las personas que vivían en lugares acosados por factores ambientales nocivos tenían alrededor de 1.6 veces más tasa de arterias obstruidas y más del doble de tasa de ACV que las personas que vivían en los mejores vecindarios, mostraron los resultados.

Los factores de riesgo de enfermedad cardiaca fueron más altos en estos vecindarios vulnerables, con el doble de la tasa de diabetes tipo 2, tasas 1.8 veces más altas de enfermedad renal y tasas 1.5 veces más altas de presión arterial alta y obesidad, hallazgos que fueron publicados en la edición del 27 de marzo de la revista Journal of the American Heart Association.

Debido a estos riesgos sociales y ambientales de salud entrelazados, ayudar a estos vecindarios desfavorecidos requerirá un enfoque múltiple, dijeron los investigadores.

Las ciudades tendrán que abordar la contaminación, la pobreza, el empleo, la educación y la vivienda asequible, además de aumentar el acceso a una atención de salud de calidad, concluyeron los investigadores.

“Nuestro objetivo es empoderar a la comunidad de atención de la salud para que informe mejor a los pacientes sobre los factores ambientales con los que se encuentran a diario”, planteó Ganatra en un comunicado de prensa de la revista.

“Los pacientes, a su vez, adquieren la capacidad de reducir su exposición a condiciones ambientales nocivas, como la exposición a sustancias químicas nocivas y contaminantes del aire para minimizar los peligros para la salud y mitigar los riesgos para la salud” advierte el informe.

Nomyc-29-4-23

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