Estudio del INTA confirma que se perdió materia organiza y nutrientes debido a la expansión agrícola  

El estudio, realizado por un equipo de investigación del INTA Balcarce  indica que el suelo ha sido la variable de ajuste para sostener ese negocio, y que esta expansión sobre el monte no se hizo con los cuidados necesarios

Buenos Aires-(Nomyc)-El análisis, difundido por INTA Informa, reveló que a consecuencia de la explotación agrícola se registra una caída del 60 por ciento de los niveles de fósforo (P) y hasta un 28 por ciento de materia orgánica en suelos con un poco más de 10 años de actividad agrícola, en comparación con los suelos prístinos de la región, es decir aquella superficie que no ha sido alterada por la actividad humana y conserva su estado natural.

Ante el resultado, los especialistas advirtieron sobre la necesidad de intensificar la secuencia de algunos cultivos en las rotaciones, como es el caso de las gramíneas, es decir, el uso de cultivos de cobertura o planteos mixtos agrícola-ganadero y aplicar nitrógeno (N) y fósforo (P) en mayores dosis.

El estudio, que se desarrolló entre julio y noviembre de 2022, consistió en la toma de 295 muestras de suelos prístinos y la misma cantidad de tierras con más de una década de actividad agrícola, con lo que se pudo determinar el pH, el P-Bray I, el método rápido para estimar las formas de fósforo disponible para las plantas y el contenido de materia orgánica presente en los suelos.

“Esta información, que se logra gracias a un esfuerzo público-privado, es un paso más para ir completando el mapa sobre la salud de los suelos de la Argentina”, expresó Carolina Sasal, coordinadora del Programa Nacional de Recursos Naturales y Gestión Ambiental del INTA. En este sentido la especialista asegura que es una necesidad  conocer con precisión el estado nutricional actual de los suelos de todo el país.

Por otra parte, Fernanda González, directora ejecutiva de Fertilizar (la Asociación Civil formada por INTA y empresas del sector puso el aporte financiero necesario para realizar el mapeo), señaló que “este tipo de estudio tiene un gran valor cuando se analiza el recurso natural a escala de regiones y de país”.

“Si bien no reemplaza un análisis de suelo, nos permite entender cuál es la dinámica y el impacto de las actividades agropecuarias, como agricultura y ganadería, sobre nuestros suelos”, explicó.

Al mismo, González consideró que el estudio “busca construir información que respalde la toma de decisiones de manejo agropecuario y que permita pensar en políticas agropecuarias respecto al uso de los recursos naturales”.

A partir de los resultados arrojados por el estudio, los especialistas del INTA Balcarce sugirieron al productor realizar una mejor rotación de los cultivos en los campos del norte del país y a propósito, Hernán Sainz Rozas, uno de los impulsores del relevamiento explico “la incidencia” de las principales producciones de la zona en la salud de los suelos. 

“Como común denominador, en general, se observa una gran preponderancia de leguminosas en estas regiones, cultivos que realizan poco aporte de carbono al suelo. Las bajas dosis de nitrógeno (N) y fósforo (P) utilizadas en estas zonas pueden ocasionar limitaciones en la productividad de los cultivos y balances de nutrientes negativos para el suelo”, agregó.

Para el especialista, esta situación provoca mayor susceptibilidad a la pérdida de materia orgánica en estos suelos sobre lo que explica “la reducción de la materia orgánica generada por la actividad agrícola fue del 12 al 28 por ciento, según las zonas y los valores de reducción más elevados son similares o algo inferiores a los informados para la región pampeana, a pesar de la menor historia agrícola de estos suelos”, agregó Sainz Rozas.

En relación a la disponibilidad de fósforo, el estudio mostró una severa caída del nutriente, con valores de 10 a 80 mg/kg para los suelos agrícolas y de 20 a 130 mg/kg para los suelos prístinos.

“La reducción de la disponibilidad de fósforo causada por la actividad agrícola varió del 16 al 62 por ciento, según las zonas, lo que está en línea con las bajas dosis de fósforo aplicadas” siguió explicando el especialista y enfatizó que “de seguir esta tendencia, en pocos años este nutriente podría ser deficiente en muchas regiones del NOA y NEA argentino” concluyó el especialista.

Nomyc-17-1-24

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