Estudian propiedades de Plantas Autóctonas en el Nor Oeste del País

Investigadores de la universidad del Tucumán investigan la jarilla y la tola, que eran utilizadas por las comunidades de la zona por sus variadas propiedades medicinales

Buenos Aires-(Nomyc)-Desde el uso del llantén para aliviar los dolores de garganta hasta las propiedades de la hoja del Aloe vera como cicatrizante de la piel, cientos de plantas medicinales son estudiadas por científicos de todo el mundo con el objetivo de corroborar esas propiedades curativas.

 

Investigadores de las facultades de Bioquímica, Química y Farmacia y de Ciencias Naturales de la Universidad de Tucumán (UNT) estudian más de cincuenta especies medicinales distribuidas en diferentes regiones del Noroeste Argentino y además trabajan con frutos comestibles de la flora nativa del NOA.

 

Las especialistas María Inés Isla junto a Catiana Zampini, investigadoras del CONICET y docentes de la UNT y Soledad Cuello, becaria del CONICET y licenciada en Ciencias Biológicas descubrieron que las jarillas, especialmente una variedad conocida con el buy Indocin nombre vulgar de pus-pus (Zuccagnia punctata) que crece en los Valles Calchaquies y otra planta conocida como tola (Baccharis incarum) que crece en la Puna Argentina, poseen diversas propiedades medicinales, sobre todo antibióticas, ya que actúan sobre bacterias patógenas humanas multiresistentes a antibióticos comerciales.

 

Las investigadoras afirmaron que las jarillas tienen también cualidades antiinflamatorias, antifúngicas y buy Colchicine además, dado que crecen en la montaña y están expuestas a elevada radiación ultravioleta, producen compuestos fotoprotectores que podrían resultar en aplicaciones como pantallas solares y antioxidantes porque depuran radicales libres.

 

La mayoría de las plantas que analiza el grupo son recolectadas de la Puna, especialmente de la región de Antofagasta de la Sierra, provincia de Catamarca, a 4500 msnm.

 

“A partir de nuestros estudios pudimos validar varias propiedades que le atribuye la gente de la zona a las jarillas como la actividad antiinflamatoria o antimicrobiana y además se encontró que presentan otras heap Combivent propiedades medicinales lo que las hace más que interesante para profundizar su estudio”, detalló Isla.

 

Myriam Arias el equipo de investigación analiza la mejor opción para vehiculizar los principios activos de las jarillas y las tolas ya sea a través de comprimidos y/o geles.

 

Arias explicó que “la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), exige que todo medicamento nuevo sea controlado mediante ensayos in vivo, en animales de experimentación y esa es la etapa que estamos próximos a implementar“.

 

Arias explicó que las ventajas del medicamento fitoterapéutico, en base a plantas,  frente al convencional son que “el primero suele ser más efectivo por qué es un fitocomplejo formado por múltiples moléculas y en consecuencia actúa sobre múltiples blancos y que al tratarse de moléculas nuevas supera la resistencia que generan los medicamentos convencionales”.

 

“Además al usar material de la zona se puede generar trabajo genuino para la gente del lugar que se dedique a la recolección de esas especies o un proyecto más ambicioso a futuro como una planta elaboradora de medicamentos, que involucre a toda la comunidad”, precisó la especialista.

 

Sobre el estudio de frutos comestibles, Soledad Cuello comentó que “estudiamos la flora nativa del NOA para evaluar su calidad nutricional y funcional para su uso en el diseño de alimentos funcionales”.

 

“Nuestro propósito es aportar valor agregado a los mismos y contribuir al desarrollo regional de micro emprendimientos. Entre los frutos con los que trabajamos podemos mencionar el chañar, mistol, algarrobo, tomate de árbol, arrayán y cactáceas, entre otros”, finalizó.

 

Propiedades anticancerígenas de la jarilla

Sobre las posibilidades de prevención del cáncer mediante el uso de plantas de ecosistemas áridos y semiáridos, María Inés Isla manifestó “nuestro laboratorio demostró que el extracto de una de las especies de jarillas, Zuccagnia punctata y sus compuestos aislados fueron capaces de proteger al ADN del daño primario producido por xenobióticos. Esto revela la importancia que poseen estas especies en la búsqueda de alternativas naturales”.

 

Agregó “por otro lado, se demostró que esta especie vegetal y compuestos aislados podrían revertir la resistencia de las células tumorales al transporte a multidrogas, lo que favorecería los resultados de la quimioterapia”, detalló la profesional.

 

El equipo de investigación de Isla es multidisciplinario y está integrado por farmacéuticos, químicos, bioquímicos, licenciados en biotecnología y en ciencias biológicas, investigadores de CONICET y de la UNT, becarios y tesistas.

Nomyc-19-5-14

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