Estados Unidos volvió a la Luna

Una nave estadounidense se posó ayer sobre la superficie lunar por primera vez en más de 50 años desde la misión Apolo 17 de 1972 y además, fue en la primera fabricada por una firma privada que alcanza el satélite natural luego de que viajara un millón de kilómetros, cuadno el módulo Odiseo de la empresa Intuitive Machines aterrizó con éxito en la ribera del cráter Malapert A, a 300 kilómetros del polo sur lunar

Buenos Aires-(Nomyc)-“Houston, Odiseo ha encontrado su nuevo hogar” confirmó el director de la misión, Timothy Crain, tras unos minutos en los que se perdió la comunicación y los controladores no recibían una señal por parte de la nave y según el administrador de la NASA, Bill Nelson. “hoy, por primera vez en más de medio siglo, EE.UU. ha regresado a la Luna”.

Contratiempos: el aterrizaje tuvo varios contratiempos, ya que según se informó durante la transmisión, la herramienta de Intuitive Machines que iba a ser usada como orientación durante el descenso no funcionó y la compañía debió usar un instrumento de la NASA, que desembolsó 118 millones de dólares a la compañía privada para que transporte instrumentos científicos.

La nave de 4,3 metros de altura y 675 kilos de peso despegó transportada por un cohete Falcon 9 de la firma Space X de Elon Musk en la madrugada del 15 de febrero en el Centro Espacial Kennedy en Florida y el miércoles Odiseo efectuó una inserción en la órbita lunar y se mantuvo a 90 kilómetros, mientras que el proceso de aterrizaje le demandó cerca de una hora y Odiseo necesitó encender por diez minutos su motor principal, ya que usa oxígeno líquido y propulsores de metano y girar para ponerse en posición vertical y posarse sobre seis patas.

En Malapert A, donde en el día se registran temperaturas de más de 100 grados Celsius, Odiseo permanecerá unos siete días hasta que llegue la noche en esta región y quede inoperable por el frío.

Vuelos privados: la misión, llamada “IM-1” se enmarca en la iniciativa de Servicios Comerciales de Carga Útil Lunar (CLPS) de la NASA, que es parte del programa Artemis con el que la agencia espacial planea volver a enviar personas a la Luna.

El primer paso de este programa había terminado mal con el módulo de carga Peregrine que despegó con éxito en enero pero sufrió una fuga de combustible y acabó haciendo un viaje de retorno a la atmósfera terrestre para una destrucción controlada.

En el caso de Odiseo, además de los instrumentos de la NASA, lleva encargos de clientes particulares como la firma de ropa deportiva Columbia, que testará material aislante, junto a 125 esculturas en miniatura del artista plástico Jeff Koons quien representó las fases lunares.

Entre la variedad instrumentos de la NASA de Odiseo, figuran elementos para una mejor medición del combustible y cámaras para capturar sonido e imágenes fijas de la columna de polvo producida por el módulo cuando comienza su descenso a la superficie lunar.

Prospectando la luna: el área donde el módulo aterrizó es una de las trece regiones candidatas para el alunizaje de la misión tripulada Artemis III de la NASA, prevista para septiembre de 2026 y la agencia espacial, cree que en esta región inexplorada podría haber depósitos de agua congelada. 

El contrato firmado por la NASA para esta primera misión de Intuitive Machines busca estimular el desarrollo de empresas privadas para viajes espaciales, en lugar de tener que desarrollar la empresa estatal los vehículos, con el fin de reducir los costos para la agencia pública y seguir el desarrollo de la economía espacial, por lo que este año, están previstas otras cuatro misiones, entre ellas otras dos de Intuitive Machines.

Consciente de los riesgos que implica volver a la luna en naves tripuladas, la NASA se propone contribuir a crear una economía lunar al aportar fondos para estimular el desarrollo de un ecosistema de empresas capaces de realizar el viaje, compañías que  podrían prestar sus servicios a otros clientes: empresas privadas o instituciones de investigación.

El enfoque es muy distinto al utilizado durante el programa Apolo, cuando la NASA controlaba todo el proceso de desarrollo y como sostuvo Trent Martin, responsable de una de las empresas implicadas, Intuitive Machines, “cuando se dispone de fondos ilimitados, como durante el programa Apolo, sí, se pueden hacer cosas increíbles”.

“¿Pero podemos encontrar la manera de hacerlo más barato con un mercado que no se rija sólo por el dinero público?”, se preguntó ahora ya que, sin la “Guerra Fría”, la NASA perdió importancia geopolítica y sus fondos se redujeron de manera drástica, además de ser golpeada por accidentes fatales en los vuelos. 

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