Especialistas sostienen que el daño vascular comienza inclusive antes del diagnóstico de diabetes tipo 2 de esta enfermedad

Mejorar el riesgo cardiovascular de las personas con diabetes tipo 2 debería ser un objetivo prioritario de su tratamiento, ya que la enfermedad cardiovascular es la causa más frecuente de mortalidad y morbilidad en personas con diabetes tipo

Buenos Aires-(Nomyc)-La diabetes afecta a alrededor de 537 millones de personas en el mundo y a 1 de cada 10 hombres y mujeres argentinos mayores de 18, con una relación entre la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares es compleja y multifactorial. 

Las altas tasas de factores de riesgo cardiovascular en personas con diabetes tipo 2 y determinados efectos biológicos directos de la diabetes en el sistema cardiovascular incrementan, en este grupo, el riesgo de desarrollar eventos cardiovasculares tales como infarto de miocardio, ACV e insuficiencia cardíaca, sobre lo que se realizan discusiones en el XL Congreso Nacional de Cardiología, en Mendoza, hasta el 3 de junio.

SegúnAlberto Lorenzatti, Co-Director del Instituto Medico DAMIC y Fundación Rusculleda de Investigación en Medicina y ex Presidente de la Federación Argentina de Cardiología, “las personas con diabetes suelen tener niveles elevados de glucosa en la sangre, lo que puede dañar los vasos sanguíneos y el sistema cardiovascular en general”.

“Además, la diabetes tipo 2 también se asocia con la coexistencia de otros factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión arterial, el colesterol elevado y la obesidad” y de hecho, “la obesidad está asociada a alrededor del 80% de los diagnósticos de diabetes en adultos” continúa.

“La enfermedad cardiovascular aterosclerótica empieza a gestarse antes del desarrollo de la diabetes tipo 2, lo que hace que muchas personas con diabetes tipo 2 ya presenten riesgo aumentado de desarrollar complicaciones cardiovasculares en comparación con el resto de la gente, desde el momento del diagnóstico” explica Matías Fernando Arrupe, Codirector de Cardiometabolismo en Penta Medicina Cardiovascular, Mendoza.

“Por lo tanto, el control y manejo de los factores de riesgo cardiovascular debe formar parte integral del tratamiento de la diabetes desde el principio también”, agregóArrupe.

Es importante que las personas con diabetes, en conjunto con su equipo médico, establezcan un plan de tratamiento individualizado, con objetivos claros, medibles y alcanzables, y se comprometan a cumplirlo y hacerle seguimiento médico sostenido en el tiempo para poder reducir el riesgo de desarrollar enfermedades potencialmente graves.

Los expertos coincidieron en que el cambio del paradigma del tratamiento de la diabetes tipo 2 es responsabilidad tanto del equipo médico tratante como de los pacientes prestar atención al control glucémico y a la reducción del riesgo cardiovascular adoptando un estilo de vida que incluya una alimentación variada y equilibrada, la realización de actividad física, el control del peso corporal, no fumar, lograr un buen manejo del estrés y tomar la medicación indicada.

En relación a los eventos cardiovasculares ateroscleróticos en la diabetes tipo 2, Gustavo Alcalá, cardiólogo, integrante del Centro Integral de Medicina de Alta Complejidad (CIMAC) de San Juan, sostuvo que “en los últimos años tenemos más evidencia sobre alternativas terapéuticas como los agonistas del receptor GLP-1 recomendados por las guías internacionales para los pacientes con diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular aterosclerótica”.

Sobre la enfermedad cardiovascular aterosclerótica: es la acumulación lenta y progresiva de placa en el interior de las arterias, formada por colesterol, grasa, células sanguíneas y otras sustancias de la sangre, por lo que se provoca un estrechamiento de las arterias que reduce el suministro de sangre con alto contenido de oxígeno a los tejidos de los órganos vitales del cuerpo.

Puede afectar diferentes arterias incluyendo las del corazón, las cerebrales, la carótida, arteria del cuello que suministra sangre al cerebro, las de las extremidades y las que irrigan los riñones, lo que a su vez, puede ocasionar manifestaciones clínicas como angina de pecho, insuficiencia cardíaca, enfermedad arterial periférica, infarto y ACV.

Esa acumulación de placa es progresiva y requiere tratamiento para prevenir el desarrollo de complicaciones en todas las personas, incluyendo a las que tienen diabetes tipo 2, porque ven incrementado su riesgo. 

Nomyc-2-6-23

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