El precio de los medicamentos multiplica su poder nocevo

Este efecto es el culpable de que algunas personas sufran efectos adversos al recibir un tratamiento solo porque los esperan de antemano y un nuevo trabajo revela claves de este curioso fenómeno: si el paciente cree que el fármaco es caro, los daños se hacen más intensos. Las áreas cerebrales implicadas son similares a las del placebo

Buenos Aires-(Nomyc)-El Efecto Placebo es el proceso por el que un paciente siente que mejora a través de un tratamiento inerte, que no tiene que ver con ella y se sabe que el efecto tiende a ser mayor si el tratamiento es más caro y si se asocia a una marca, pero ahora, un equipo de investigadores de las universidades de Hamburgo, Colorado y Cambridge demostró que lo sucede lo mismo con su hermano malvado, el Efecto Nocebo.

Ante la expectativa de un efecto secundario, la impresión de que un tratamiento es caro aumenta la probabilidad de que el daño aparezca.

El efecto placebo se ha observado en fenómenos tan diferentes como el temblor del párkinson, las diarreas del colon irritable o la hipertensión arterial. El más estudiado es la percepción del dolor, desde que estudios con dentistas hace más de 30 años mostraran que podía equivaler al uso de 5 miligramos de morfina , aspecto que fue elogiado del trabajo

“Muchos estudios se han centrado en el efecto placebo”, reconoce a Sinc Alexandra Tinnermann, la primera autora del artículo.

“Desgraciadamente, no hay tantos que investiguen el efecto nocebo –porque éticamente es más difícil–, aunque los investigadores están de acuerdo en que es importante minimizar sus efectos en la práctica médica”. En ambos efectos desempeñan un papel importante la susceptibilidad individual, la memoria de episodios pasados, la información recibida y las expectativas particulares.

Una crema, dos frascos, dos efectos                                                                                                                                                                         Para su nuevo trabajo, los investigadores diseñaron un complejo procedimiento con el que aislar la parte del nocebo vinculada al precio de un fármaco por lo que montaron un ensayo clínico ficticio en el que usaban, supuestamente, dos tipos de crema contra la picazón de la dermatitis atópica, aunque en realidad, se trataba del mismo producto sin ningún principio activo.

Los voluntarios se untaron dos cremas que supuestamente podían provocar picor y aunque las dos eran la misma, los que recibieron la crema que parecía más cara lo pasaron peor.

Disfrazaron parte de la loción en una caja y un tubo diseñados para asemejar un fármaco caro, con una marca inventada y colores azules, que se relacionan con productos novedosos y comerciales.

La otra parte la envolvieron en envases más sencillos, sin marca, con tonos naranjas y blancos, que se asocian a medicamentos genéricos.

Después, informaron a 49 voluntarios de que el objetivo era estudiar los efectos secundarios de dos cremas, una más cara que la otra, con el mismo principio activo, fabricadas por dos laboratorios distintos. Les dijeron cuál recibiría cada uno y que podían provocar hipersensibilidad en la piel.

Las cremas se aplicaban en el brazo y, tras media hora, se sometía a los voluntarios a un termodo, un dispositivo que genera calor para provocar dolor.

Los resultados fueron rotundos: los que recibieron la crema ‘cara’ referían sentir más dolor que quienes se untaron la ‘barata’. Las diferencias aumentaban con el tiempo y las repeticiones.

Los autores lo interpretan así “los participantes infieren que la medicación más cara contiene un agente más potente y efectivo y, por tanto, produce más efectos secundarios”.

El trabajo fue publicado en la revista Science, junto con una descripción de los mecanismos cerebrales que tienen lugar.                                 Nomyc-9-10-17

 

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