El presidente se reunirá con los gobernadores para cerrar los detalles del operativo, mientras el equipo que trabaja en la distribución de la Sputnik V apura los tiempos ante un inminente rebrote

Buenos Aires-(Nomyc)-La suba de casos de coronavirus que se reporta hace quince días, podría ser el inicio de la tan temida segunda ola, justo cuando el avión de Aerolíneas Argentinas con la vacuna rusa acaba de aterrizar, situación que genera preocupación en el gobierno nacional y el traslado desde Moscú y su almacenamiento en Avellaneda fue el primer paso de un plan de distribución que significará un esfuerzo sin precedentes en el país.

Además, hoy a las 17, el presidente Alberto Fernández se reunirá, de forma remota, con los 24 gobernadores para cerrar los detalles del operativo de vacunación por el que hasta el momento, determinaron que habrá 36 mil vacunadores y 80 mil asistentes en 7.749 establecimientos de salud acondicionados para las aplicaciones.

El velatorio multitudinario de Diego Maradona en la Casa Rosada, no solo podría haber sido factor de contagio masivo, sino también de contagio “simbólico”: el propio jefe de Estado realizó la convocatoria y se convirtió en el anfitrión de una nueva etapa de comportamientos irresponsables ante la pandemia. Desde entonces, las concentraciones se hicieron cada vez más frecuentes.

Además, el rebrote está ahí, agazapado, esperando verse plasmado en los informes del Ministerio de Salud con más fuerza y parece casi imposible la idea de regresar a la etapa más restrictiva de la cuarentena, por lo que el Gobierno acelera el plan de vacunación, con la esperanza de que mientras científicos intentan determinar el comportamiento de una nueva cepa con centro en Reino Unido.

Las 300 mil dosis de la vacuna rusa esperan en un depósito de Avellaneda, refrigeradas a -18 grados, ser distribuidas a las provincias, para lo que el personal del Ministerio de Salud y Andreani, como operador logístico, trabajan en el fraccionamiento y en al condicionamiento para los traslados de los lotes.

No será la solución definitiva, en primer lugar, porque las vacunas no evitan los contagios pero sí impactan en el riesgo de mortalidad y en segundo lugar, porque el plan de inmunización deja afuera a 15 millones de argentinos, al menos que se adquieran más dosis que son los argentinos de 18 a 60 años sin enfermedades de base y el Gobierno compró, hasta el momento, 32 millones de dosis de dos vacunas: la rusa y la de AstraZeneca, que necesitan dos aplicaciones para ser efectivas y estarán destinadas a los 16 millones de ciudadanos que son considerados en el programa.

Además, otros 14 millones y medio son menores y tampoco son contemplados debido a que no hay ensayos para esa franja etaria.

Según los planes del Gobierno,la Sputnik V comenzará a ser aplicada este lunes, mientras se esperan otros dos lotes que el presidente Vladimir Putin se comprometió a enviar, que sería de 5 millones de dosis en enero y 14,7 millones en febrero.

Para fines de marzo o comienzos de abril se prevé que empiecen a llegar los 22 millones de dosis comprados a AstraZeneca, que aún no cuentan con la aprobación de la ANMAT y otros 9 millones del sistema Covax arribarían a fines de febrero.

Pfizer: el Gobierno trabaja en acuerdos con este laboratorio y también con China para poder contar con los desarrollos de Sinovac y Sinopharm Group.

El alcance del plan de vacunación: los primeros en ser alcanzados por la Campaña Nacional de Vacunación es el personal de la salud, según escalonamiento en función de la estratificación de riesgo de la actividad y en segundo lugar los adultos mayores: comenzarán con mayores de 70 años y residentes en geriátricos; adultos de 60 a 69 años.

Luego será el turno de los integrantes de las Fuerzas Armadas y de Seguridad; adultos de 18 a 59 años de grupos de riesgo, con enfermedades de base y por último, personal docente y no docente.

Nomyc-26-12-20