El ocaso de Twitter: ¿para qué twittear cuando ni siquiera su CEO lo hace?

Jack Dorsey es el vivo ejemplo de lo poco que atrae la red de microblogging a los usuarios. Su escasa e irregular actividad es solo un ejemplo más que evidencia por qué la compañía pierde usuarios y se hunde económicamente

Buenos Aires-(Nomyc)- Nadie, ni su cúpula directiva, sabe qué hacer con una compañía que este año ha soplado las velas de su décimo cumpleaños sin nada que celebrar.

Los últimos rumores señalan una fecha concreta: 27 de octubre. Este es el último día que tiene la popular red de microblogging para cerrar su venta.

Parte de la cúpula directiva asegura que es ya la única salida y quien se haga cargo  tendrá que desembolsar unos 10 mil millones de dólares y según los últimos rumores Salesforce, Alphabet que pertenece a Google o Disney estarían dispuestos.

Pero, ¿por qué comprar una compañía cuyos números resultan desalentadores?                                                                                                       Twitter no es un negocio rentable y los resultados económicos así lo demuestran ya que  la compañía perdió el pasado año 521 millones de dólares.

Muy malos resultados, aunque con una mejora sobre los de 2014, cuando obtuvo pérdidas de 577 millones de dólares.Desde su salida en Bolsa en 2013, con Dick Costolo como CEO, Twitter ha ido cavando su propia tumba.

Su objetivo para este 2016 era mejorar estos números,  pero a casi  dos meses para que el año termine y teniendo en cuenta que la compañía navega sin rumbo concreto, los resultados económicos volverán a ser igual o más desastrosos.

Hay algo muy claro: si ni siquiera su CEO, Jack Dorsey, tuitea, ¿cómo pretende la red social atraer más usuarios y rentabilizar un modelo de negocio que hace aguas?

Según la herramienta “Twopcharts”, que analiza el comportamiento de los tuiteros, la actividad del directivo es muy escasa e irregular.

Dorsey, con cuenta desde 2006, ha publicado en total 20.392 tuits, es decir, una media de 5 tuits diarios. Además, apenas interactúa con el resto de tuiteros. Quizás el alcalde de Jun, José Antonio Rodríguez Salas, deba darle unas clases sobre cómo usar Twitter.

Si ni siquiera él mismo potencia el valor de una herramienta que estaba llamada a hacer historia, es lógico que la competencia se haya impuesto también en número de usuarios.                                                                                                                                                     Nomyc-17-10-16

 

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