El intestino podría revelar nuestra expectativa de vida

Un reciente estudio científico aseveró que es posible predecir cómo envejeceremos a través del análisis de bacterias, virus y hongos que habitan en ese órgano abdominal

Buenos Aires-(Nomyc)-A muchas personas, aunque no a todas, les gustaría saber cómo envejecerán, si tendrán enfermedades graves o cuántos años vivirán y aunque muchas personas recurren al horóscopo, ahora la ciencia se acerca cada vez más a esas respuestas y estudia el cuerpo humano en profundidad para captar algunos signos que pueden predecir nuestra expectativa de vida.

Un reciente estudio científico, publicado en la revista Nature Metabolism, reveló que es posible saber si tendremos una larga y saludable vida mediante el análisis de los virus, bacterias y hongos que están en nuestro intestino.

Los científicos descubrieron que, la microbiota intestinal suele cambiar a medida que envejecemos y de acuerdo con el informe, en las personas poco sanas, la composición del microbioma permanece estática, sin cambios, lo que indica que pueden fallecer antes que quienes están sanos y tienentipos de microbios intestinales que aumentan y varían con la edad.

“Es decir, un microbioma intestinal que se transforma continuamentea medida que envejecemos, es un signo saludable”, sostuvo Sean Gibbons, especialista en microbioma y profesor adjunto del Instituto de Biología de Sistemas de Seattle, EE.UU.

En ese sentido, añadió que “muchas investigaciones sobre el envejecimiento están obsesionadas con devolver a las personas a un estado más joven o con hacer retroceder el reloj, pero aquí la conclusión es muy distinta” continúa Gibson.

“Quizá un microbioma que es saludable para una persona de 20 años no lo sea en absoluto para una de 80 y es bueno tener un microbioma cambiante cuando se es viejo, porque eso significa que los bichos que están en tu sistemas están adaptando adecuadamente a un cuerpo que envejece” agrega el investigador.

Entre otras cosas, los expertos descubrieron que las personas cuyos microbiomas cambiaban hacia un perfil singular a medida que envejecían, también tenían niveles más altos de compuestos promotores de la salud en la sangre, entre ellos, los producidos por los microbios intestinales que combaten las enfermedades crónicas.

Por ejemplo, las personas mayores de 65 años que son delgadas y físicamente activas tienen más microbios en el intestino que aquellas más pasivas y a su vez, revelaron que quienes tienen envejecimiento prematuro, tienen menos diversidad microbiana en el intestino.En esa misma línea, explicaron que “la microbiota intestinal cambia en los primeros años de vida, luego, permanece estable durante décadas y se activa a medida que la persona llega a la mediana edad, lo que se acelera hasta la vejez en quienes están sanos, pero se ralentiza en quienes no y para ellos, las personas comparten cerca del 30 por ciento de las especies bacterianas intestinales” continúa Gibson.

Para llegar a estas conclusiones,Gibbonsy el autor principal del nuevo estudio, el doctorTomasz Wilmanski, estudiaron los datos de más de 9.000 adultos de entre 18 y 101 años, a los que se les secuenció el microbioma y los analizados, en su mayoría, eran ancianos que se realizaban revisiones médicas periódicas.

Durante el análisis, los especialistas descubrieron que a partir de los 40 años, las personas presentaban alteraciones en el microbioma: es decir, las cepas menos comunes se volvían más predominantes.

Sobre esto, el investigador señaló que “lo que descubrimos es que, a lo largo de las distintas décadas de la vida, los individuos se alejan unos de otros y sus microbiomas se vuelven cada vez más particulares”.

A su vez, los investigadores observaron que las personas que manifestaban cambios en la composición microbiana, tenían un mejor estado de salud y mayores posibilidades de vivir más años: tenían más vitamina D, menores niveles de colesterol LDL y triglicéridos, mayor movilidad y vitalidad.

Estas personas, también presentaban niveles más altos de metabolitos en sangre, producidos por los microbios intestinales), lo que reduce la inflamación y protege al intestino, mientras que por el contrario, quienes gozaban de peor estado de salud, no mostraban cambios en el microbioma intestinal, teniendo el doble de posibilidades de morir antes que el grupo saludable.

La fenilacetilglutamina fue otro de los componentes que descubrieron, el que favorece la longevidad y también, llegaron a la conclusión de que ciertos microorganismos intestinales que son buenos en la adultez temprana pueden ser perjudiciales en la vejez y descubrieron que las personas sanas que experimentaron los cambios más drásticos en la composición del microbioma, tuvieron un descenso más fuerte de las bacterias llamadas bacteroides, comunes en quienes comen alimentos con grasa, azúcar y sal y pocos productos ricos en fibras.

“Cuando no se dispone de fibra, a los bacteroides les gusta masticar mucosidad, incluida la mucosa protectora que recubre el intestino, lo que puede ser bueno cuando se tienen 20 o 30 años y se produce mucho moco en el intestino, pero a medida que envejecemos, la capa de moco se adelgaza y tal vez necesitemos suprimir estos bichos”, advirtió Gibbons quien explicó que cuando esos microbios salen del intestino, “pueden hacer que el sistema inmunológico se vuelva loco y pueda generar una inflación crónica como diabetes, cáncer, artritis y enfermedades cardíacas” y por ello, aseguró, “es necesario llevar una alimentación sana, basada en frutos secos, porotos, frutas, semillas y verduras”.

En ese sentido, recomendó comer más fibra y pescado, y menos alimentos procesados al señalar, para concluir, que “los alimentos integrales, como las frutas y las verduras frescas, tienen todos los carbohidratos complejos que a nuestros microbios les gusta comer”.

Nomyc-31-3-21

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