¿El fin de los problemas de compatibilidad sanguínea?

Mediante CRISPR-Cas9, logran generar glóbulos rojos personalizados según el grupo sanguíneo del paciente, que evitarían reacciones indeseadas tras una transfusión 

Buenos Aires-(Nomyc)-Obtener sangre para realizar transfusiones a pacientes que poseen grupos sanguíneos poco frecuentes no es tarea fácil y además, recibir múltiples donaciones puede provocar reacciones no deseadas del sistema inmunitario, capaz de detectar pequeñas variaciones en los glóbulos rojos, o eritrocitos, ajenos.

Por ello, durante años, Ashley M. Toye y su equipo, de la Universidad de Bristol, han centrado sus esfuerzos en encontrar el modo de mejorar la compatibilidad entre donantes y receptores y ahora, los investigadores lograron generar células sanguíneas altamente compatibles, mediante la técnica de edición genética llamada CRISPR-Cas9.

¿Solo A, B, AB y 0?                                                                                                                                                                                            Tanto en la superficie de los eritrocitos como en el suero hemático se hallan pequeñas moléculas, conocidas como antígenos, que distinguen los diferentes tipos de sangre humana existentes.

En consecuencia, la Sociedad Internacional de Transfusiones de Sangre reconoce 36 grupos sanguíneos y más de 350 antígenos distintos, es decir, la clasificación es compleja, ya que va más allá del sistema mayoritario AB0 y el factor Rh.

Ante esta situación, Toye y sus colaboradores identificaron aquellos grupos sanguíneos raros más demandados en los hospitales de Reino Unido y gracias a la acción de CRISPR-Cas9, los antígenos característicos de estos tipos de sangre se eliminaron de la superficie de glóbulos rojos humanos en cultivo.

Estas células, generadas in vitro por los autores en un estudio anterior, son funcionales, estables y proporcionan un suministro continuo de eritrocitos, lo que supone un gran avance, ya que surge la posibilidad producir hematíes en el laboratorio de utilidad para la práctica clínica.

Para los científicos, su estudio muestra una nueva aplicación del sistema CRISPR-Cas9: la obtención de glóbulos rojos personalizados, altamente compatibles con el paciente y el hallazgo permitirá mejorar el cuidado de personas con enfermedades como la talasemia o la drepanocitosis, dos tipos de anemia.

Sin embargo, Toye se muestra prudente ya que nuevos experimentos serán necesarios para reducir el costo de producción y asegurar, así, la viabilidad económica del tratamiento y la calidad e idoneidad de las células también deberá confirmarse antes de iniciar su uso en humanos.

La revista EMBO Molecular Medicine publica su trabajo.

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