El cerebro también sufre daño con la diabetes y la obesidad

Especialistas reunidos en el NCD Fórum “Haciendo visible lo invisible: tomando conciencia de las enfermedades no transmisibles”, un encuentro regional virtual para profesionales de la salud en sudamérica y centroamérica, hicieron un llamado a bajar los factores de riesgo como el sedentarismo y la mala alimentación

Buenos Aires-(Nomyc)-La enfermedad cardíaca, la diabetes, la hipertensión, la obesidad y el cáncer, entre otras, constituyen las denominadas Enfermedades Crónicas no Transmisibles (ENT), cuyo impacto crece de manera significativa a nivel global y sólo por poner un ejemplo, se calcula que el 50 por ciento de las muertes en el planeta es atribuible a estas patologías, cifra semejante a lo que sucede en Argentina.

“Pero, además de la mortalidad y la discapacidad que pueden llegar a producir, las ENT también se relacionan con la salud mental, ya que múltiples hallazgos científicos señalan que la obesidad y el síndrome metabólico están asociados con déficit cognitivo en pacientes con desorden bipolar y por otra parte, la depresión y la ansiedad son consideradas factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares”, sostuvo Álvaro Ruiz, epidemiólogo y profesor titular de Medicina Interna y de Epidemiología Clínica de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia como alguna de las conclusiones del Forum.

Estas son algunas de las conclusiones vertidas por el Dr. Ruiz en el NCD Fórum ‘Haciendo visible lo invisible: tomando conciencia de las enfermedades no transmisibles’, un simposio regional virtual para profesionales de la salud, que se llevó a cabo en Sudamérica y Centroamérica, en su ponencia denominada “Impacto de las enfermedades no transmisibles en Salud Pública”.

El encuentro científico, que contó con la participación de especialistas de la Región Andina y el Cono Sur, fue organizado por la División Upjohn del laboratorio Pfizer y contó con el auspicio científico de la Asociación Argentina de Psiquiatras (AAP) y otras importantes asociaciones médicas de Colombia y Chile.

Cuando se habla de ENT, es probable que nadie desconozca de qué se tratan la obesidad, la diabetes, la enfermedad cardiovascular o la hipertensión, pero hay una entidad que engloba muchos factores de riesgo para desarrollarlas y no siempre es tan clara: el síndrome metabólico.

“El síndrome metabólico consiste en la existencia simultánea de varias alteraciones que potencian el riesgo cardiovascular, una de las características es presentar una circunferencia abdominal aumentada, formada por un incremento de grasa a nivel intraabdominal lo que se asocia   con niveles elevados de triglicéridos, cifras de presión arterial más altas de lo normal, colesterol bueno reducido y valores elevados de azúcar en sangre” explicó Gilberto Castillo, especialista en Medicina Interna y Cardiología, y ex vicepresidente de la Sociedad Colombiana de Cardiología, quien también participó del Fórum con su ponencia denominada “Obesidad, síndrome metabólico y depresión”.

“Todos estos componentes constituyen el síndrome metabólico y el gran problema es que las personas que lo presentan poseen un riesgo más alto de desarrollar diabetes en el futuro y mayor riesgo de mortalidad cardiovascular” agregó Castillo.

En el caso de la obesidad, según explicó el ex vicepresidente de la Sociedad Colombiana de Cardiología, “se asocia con muchas alteraciones metabólicas, entre ellas una de las más importantes es la resistencia a la insulina, lo que hace que la insulina que produce el páncreas no es capaz de cumplir su función, que es la de facilitar el ingreso del azúcar de la sangre al interior de las células, y entonces se empieza a liberar mayor cantidad de insulina para lograr su cometido”.

“Esto, con el tiempo, puede desencadenar una diabetes y, además, producir, también, alteraciones del colesterol y de los triglicéridos y ´si bien es cierto que pueden existir personas con obesidad que se encuentran metabólicamente sanas, los estudios han demostrado que prácticamente la mitad de las personas en esta condición que no presentan alteraciones metabólicas terminan presentándolas al cabo de algunos años´”, añadió.

En esta suerte de círculo vicioso que terminan conformando las ENT, el cerebro no queda exento porque “la depresión y la ansiedad están siendo identificadas como factores de riesgo para presentar complicaciones cardiovasculares, es probable que las personas deprimidas no tengan deseos de alimentarse de manera sana, ni de practicar ningún tipo de actividad física y también puede suceder que tampoco tengan deseos de asistir a sus controles médicos ni realizarse los exámenes que se le indican”, subrayó Castillo.

En esta misma línea Roger McIntyre, presidente de la Junta Asesora Científica de la Alianza de Apoyo a la Depresión y la Enfermedad Bipolar (DBSA por su sigla en inglés), de Chicago, Illinois, y jefe de la Unidad de Psicofarmacología de Trastornos del Ánimo (MDPU) de la Red Universitaria de Salud de Toronto, Canadá, sostuvo que “tanto la obesidad como el síndrome metabólico están asociados con déficit cognitivo en pacientes con desorden bipolar”.

“Los estudios encontraron que aspectos del SM como la hipertensión, la dislipidemia y la diabetes también están asociados con una mayor gravedad de los defectos cognitivos en pacientes con desorden bipolar y hoy sabemos, además, que las personas con un índice de masa corporal más elevado exhiben alteraciones en la conectividad del circuito cerebral”, continuó McIntyre.

“Es importante tener en claro que existen factores de riesgo no modificables como la edad, el sexo o la carga hereditaria, y otros que sí se pueden combatir y cambiar: el tabaquismo, la diabetes tipo 2, la hipertensión y el colesterol alto, por citar los principales y a nivel local, el 70 por ciento de la carga de enfermedad corresponde a enfermedades cardiovasculares causadas por factores de riesgo modificables y la prevención se logra llevando un estilo de vida saludable y haciendo ejercicio”, agregó Ruiz.

En este sentido, el especialista explicó que una persona debe realizar “al menos, 150 minutos semanales de ejercicio de intensidad creciente como caminar rápido, andar en bicicleta, usar una caminadora, hacer algún deporte o bailar, pero si la persona tiene exceso de peso, debe hacer 300 minutos, esta es una de las formas de prevenir estos infartos. Paralelamente, se deber disminuir el consumo de sal, que está muy asociado a la hipertensión”.

“Otro de los enemigos es el cigarrillo, porque aumenta el riesgo de infartos en el corazón y en el cerebro, incrementa el riesgo de desarrollar más de 25 formas de cáncer y el riesgo de padecer enfermedades pulmonares graves; mientras que entre los factores de riesgo también está el exceso de peso, ya que es el más importante para la aparición de diabetes, la cual -a su vez- es un factor de riesgo grave para el corazón y también produce daño en los riñones y en los ojos por lo que en Argentina, casi el 13% de la población presenta glucemia elevada o diabetes”, continuó Ruiz.

“Creo que a nivel de la comunidad mejoramos el conocimiento de algunos factores de riesgo como la obesidad, pero aún hay personas que creen que este problema es sólo estético y no reconocen las altas tasas de problemas cardiovasculares en este tipo de pacientes y también, que hay que terminar con la ‘inercia médica’, que es cuando los médicos demoran en realizar los cambios y los ajustes en los medicamentos que se requieren, aun cuando observan las alteraciones evidentes del paciente y los resultados negativos de los exámenes”, remarcó Castillo.

“Las personas no hacían ejercicio, ni comían de manera saludable hasta antes de la pandemia, no lo hacen ahora tampoco, pero la situación  desnudó nuestras falencias y hoy, además de las muertes por Covid-19, vemos cómo las ENT empeoran y van a hacerlo por varias razones ya que por un lado, el Covid-19 ataca el corazón y los pulmones y si una persona se recupera, puede quedar con daño en alguno de esos órganos, pero, además, si una persona tiene una enfermedad en el corazón y por la pandemia, no consulta, puede terminar muriendo por infarto o tener muchos más problemas por no haber pedido ayuda médica a tiempo”, concluyó Ruiz.

Upjohn División de Pfizer: Upjohn una división de Pfizer, se enfoca en ayudar a resolver la carga global de enfermedades no transmisibles (ENT) poniendo a disposición de todos los pacientes, en todas partes, soluciones de salud confiables y de calidad.

A pesar de los importantes avances médicos en la prevención y el tratamiento de enfermedades crónicas, las ENT, como las enfermedades cardiovasculares, son una de las principales causas de muerte y discapacidad a nivel mundial, especialmente en los mercados emergentes.

Nomyc-15-6-21

« Volver