La patología también se conoce como Stroke  puede tener severas consecuencias pero un rápido tratamiento permite reducir enormemente la probabilidad de secuelas y en nuestro país cada 4 minutos una persona sufre uno

Buenos Aires-(Nomyc)-“El Ataque Cerebral -explican los especialistas- es causado por la súbita pérdida de flujo sanguíneo cerebral, ataque cerebrovascular isquémico, también conocido como infarto cerebral o por el sangrado o ataque cerebrovascular hemorrágico dentro de la cabeza” comenta Luciano Sposato, director del Departamento de Neurología de Adultos del Instituto de Neurología Cognitiva y del Centro de Stroke del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro.

“Cualquiera buy Aciclovir de las dos situaciones –continúa Sposato– provoca que las neuronas se debiliten o mueran, ya que sin oxígeno las células nerviosas no pueden funcionar. Las partes del cuerpo controladas por las regiones del cerebro afectadas, de manera consecuente, también dejan de funcionar”.

El ataque es una causa muy frecuente de muerte y la primera causa de invalidez en los adultos y adultos mayores.

De manera habitual está acompañado de arterioesclerosis e hipertensión arterial y  por este motivo, ante la ocurrencia de los siguientes síntomas, con un comienzo brusco,  vértigos, dificultad para hablar, piernas o brazos entumecidos o adormecidos, entumecimiento o adormecimiento de la cara, dolor de cabeza intenso y no habitual.

Dificultad para caminar, pérdida súbita de la visión de un ojo, o visión borrosa o limitada, mareos, dificultad para manejar los brazos o coordinar los movimientos o confusión general, entre otras posibilidades, es muy importante recurrir al médico, quien sabrá diagnosticar qué tipo de ataque cerebral está en curso.

Prevención

“Es fundamental actuar de manera temprana sobre los factores de riesgo controlables para evitar el riesgo de que ocurra un ACV” comenta el especialista.

“En quienes tienen factores de riesgo establecidos y no modificables, un seguimiento de cerca permitirá tratar aquellos factores que sí se pueden modificar para minimizar este riesgo y educar al paciente para que reconozca rápidamente los síntomas de un ACV y no se pierda tiempo en el tratamiento del mismo” aclara el especialista.

El Corazón

La fibrilación auricular (FA) es el trastorno treatment of depression más frecuente del ritmo cardíaco, que provoca irregularidad de los latidos del corazón.

Durante la FA, las aurículas o cavidades superiores del corazón no bombean toda la sangre dentro de los ventrículos o cavidades inferiores por lo que la sangre se acumula. Cuando esto sucede, puede dar lugar a la formación de un coágulo en la sangre. Si una parte del coágulo se desprende y viaja hasta el cerebro, lo que se conoce como embolizar, puede causar un ACV.

La prevalencia estimada de FA es de alrededor del 1 por ciento de la población total, y se incrementa a más del 10 por ciento en personas mayores de 80 años.

Se estima que el 25 por ciento de las personas de 40 años tendrán FA. El número total order Levitra de hombres y mujeres con FA es casi igual, pero aproximadamente el 60 por ciento de los mayores de 75 años son mujeres.

El riesgo de contraerla aumenta con la edad, duplicándose aproximadamente con cada década pero otros factores de riesgo son la hipertensión arterial, la diabetes, la enfermedad cardíaca estructural, las valvulopatías, la diabetes, la enfermedad de la tiroides, el alcoholismo y uso indebido de sustancias.

Muchos pacientes con FA pueden no tener síntomas y no son conscientes de su afección pero los síntomas que pueden experimentar son: palpitaciones, fatiga/debilidad, mareos/desmayos, dificultad para respirar, angina  que se manifiesta con dolor en el pecho.

Consecuencias y Rehabilitación

Algunas de las consecuencias posibles, luego de haber sufrido un ataque cerebral, son una hemiparesia o hemiplejia que es la debilidad o parálisis de un lado del cuerpo; la afasia o dificultades con el habla y el lenguaje, la disfagia o dificultad al tragar.

La disminución del campo visual y problemas de percepción visual; la pérdida de control de las emociones y cambios de humor; la negación de los cambios causados por la lesión al cerebro.

Además, existen efectos emocionales, como depresión y frustración, apatía y falta de motivación, cansancio, llanto involuntario, trastornos cognitivos  o problemas de memoria, juicio, solución de problemas o cambios en la conducta.

Rehabilitación

“Un buen tratamiento, junto con paciencia y esfuerzo, permiten que la persona que sufrió un ataque cerebral pueda recuperarse positivamente” comenta Sposato.

En la mayoría de los casos, los pacientes mejoran aunque la velocidad y calidad de las mejoras dependen de la extensión de la lesión cerebral y del éxito del tratamiento y la rehabilitación.

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