Destacan que los marcapasos son dispositivos de uso habitual en la práctica cardiológica actual

Ante la reciente noticia de la implantación de uno de estos elementos en una reconocida conductora del TV

Buenos Aires-(Nomyc)-Un marcapasos cardíaco es un dispositivo médico implantable y programable que se utiliza para ayudar a controlar los latidos del corazón, cuyo uso habitual en la práctica cardiológica actual y su misión es ayudar a regular y mantener el ritmo cardíaco estable del paciente en forma segura.

Está compuesto por un pequeño generador de impulsos eléctricos que se implanta debajo de la piel, en el pecho del paciente, con anestesia local y una sedación leve, se conecta a uno o más catéteres que se insertan en el corazón a través de una vena, siendo los catéteres, los encargados de llevar el impulso eléctrico desde el marcapasos al corazón y así generar el latido del músculo cardíaco.

“De manera general, se indica un marcapasos, luego de un análisis clínico exhaustivo, para regular el ritmo cuando éste es insuficiente para desarrollar una vida normal, situación que suele manifestarse con síntomas como mareos, fatiga, desmayos o falta de aire, entre otros” explicó Mario FitzMaurice, cardiólogo especialista en arritmias, ex Director del Consejo de Electrofisiología y Arritmias de la Sociedad Argentina de Cardiología quien agregó “el marcapasos funciona detectando la actividad eléctrica del corazón y emitiendo impulsos eléctricos”.

“El marcapasos se puede programar para responder de diferentes maneras a la actividad eléctrica del corazón, dependiendo de las necesidades del paciente y por ejemplo, puede estar configurado para emitir un impulso eléctrico sólo cuando el ritmo cardíaco es demasiado lento, o para emitir un impulso eléctrico de forma permanente y dominar el ritmo del corazón”, continuó Fitz Maurice, que también es Director de Prensa y Comunicación de la SAC.

Según Carlos Giudici Costa, integrante del Consejo de Electrofisiología y Arritmias de la Sociedad Argentina de Cardiología, “existen marcapasos que estimulan dos cámaras cardíacas en forma secuencial, es decir, estimulan primero la aurícula y luego el ventrículo, como sucede de manera natural”.

“Esta forma de estimulación logra que un marcapasos bicameral pueda provocar la misma forma de estimulación y contracción del corazón que se da de manera natural, mientras que la estimulación tricameral o desincronización cardíaca (aurícula y ambos ventrículos), es la que se utiliza para los pacientes en insuficiencia cardiaca con severos trastornos de la conducción que presentan una contracción anómala del corazón” agrega el especialista.

“Hay funciones muy específicas en los marcapasos actuales, por ejemplo, la respuesta en frecuencia cardiaca, función que permite el aumento de la frecuencia cardiaca según las necesidades circunstanciales del paciente; por ej. un deportista puede correr, nadar, saltar sin dificultad alguna ya que el marcapasos va a mantener una frecuencia acorde a las necesidades de ese momento evitando la aparición de síntomas”, afirmó Giudici Costa.

“Así como también se puede programar una frecuencia cardíaca nocturna, momento en el cual ante el reposo del paciente la frecuencia disminuye por ejemplo unos 10 latidos y retoma automáticamente los valores normales programados cuando el individuo se despierta en la mañana y comienza su actividad habitual y los marcapasos de la última década tienen funciones especiales, que les permiten auto controlarse diariamente y modificar su forma de estimulación según la necesidad de cada caso en particular” explicó el especialista sobre los nuevos equipos.

El procedimiento de implantación de un marcapasos es relativamente simple y se realiza bajo anestesia local en cualquier hospital o sanatorio de alta complejidad que cuente con equipamiento y personal especializado, la mayoría de los pacientes vuelven a sus rutinas habituales después de la cirugía, aunque puede haber algunas restricciones en las actividades físicas durante un corto período de tiempo.

Existen diferentes tipos de marcapasos: desde los más sencillos que utilizan un solo catéter para estimular una cavidad del corazón, hasta los marcapasos más sofisticados, que utilizan dos, tres o más catéteres para contrarrestar arritmias complejas o para el tratamiento eléctrico de la insuficiencia cardíaca. Todos tienen por finalidad asegurar un ritmo cardiaco estable y seguro.

“De manera lógica, desde el desarrollo inicial, los marcapasos han incorporado importantes avances tecnológicos, en la actualidad los marcapasos almacenan una gran cantidad de datos, desde la información básica que nos dice qué porcentaje del tiempo se estimuló el corazón, hasta información más sofisticada en la que se registran y almacenan los diferentes tipos de arritmias que pudiera presentar el paciente, por lo que es equivalente a tener colocado un registro Holter los 365 días del año”, explicó Claudio Militello, quien fue Director del Consejo de Electrofisiología y Arritmias de la Sociedad Argentina de Cardiología.

“Un paso adelante, respecto del control de arritmias y otros eventos que pudiera presentar el paciente, es la capacidad de algunos marcapasos del control a distancia, por lo que el equipo se conecta con un dispositivo domiciliario que, a su vez, trasmite la información a una central de monitoreo para que el médico interviniente la pueda recibir precozmente, de manera tal de detectar y eventualmente definir conductas o modificar programaciones”, completó Militello.

Adelantos tecnológicos: en el último tiempo se desarrollaron y liberado al mercado marcapasos muy sofisticados que no requieren el uso de catéteres-electrodos, son muy pequeños, del tamaño de una pila triple A, que se implantan directamente dentro del corazón, por lo que cumplen su función de estimulación desde el interior del propio órgano, en una tecnología que en un futuro no muy lejano reemplazará a la actual en muchos pacientes.

Otro importante avance es que todos los marcapasos, a diferencia de otros tiempos, son “resonables”, es decir, que los pacientes que los portan pueden hacerse resonancias de cualquier tipo sin posibilidad de sufrir inconvenientes en su dispositivo.

Sobre la SAC: fue fundada el 9 de abril de 1937 y desde entonces desarrolló numerosos trabajos y comunicaciones brindando conocimiento científico al mundo entero.

Cuenta con más de 6.500 miembros incorporados en las siguientes categorías: titulares, activos, adherentes, adscriptos, correspondientes nacionales, correspondientes extranjeros, honorarios, vitalicios, benefactores y asistentes,  25 Consejos Científicos que representan a cada una de las subespecialidades y 35 Distritos Regionales distribuidos a lo largo del país.

También, dicta la Carrera de Médico Especialista en Cardiología y de Técnico en Prácticas Cardiológicas, gracias a un convenio con la Universidad de Buenos Aires (UBA), y otorga la Certificación y Recertificación de Médico Especialista en Cardiología SAC y Especialista en Cardiología Pediátrica.

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