Descubren restos óseos indígenas de más de 1000 años

Son de 10 los cuerpos hombres, mujeres, adolescentes y restos infantiles que podrían haber sido cazadores-recolectores y nómades

Buenos Aires-(Nomyc)-El descubrimiento surgió a partir de una obra en construcción en el Barrio Juan XXIII, del departamento de Rivadavia, cuando un grupo de albañiles halló restos óseos que, según el cuerpo de Antropología Forense de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCUYO, tendrían alrededor de 1500 años de antigüedad.

“Al realizar el pozo de una cámara séptica de la vivienda, hallaron, a dos metros y medio, la aparición de algunos huesos, lo que llamó la atención de los obreros, ya que encontraron cráneos y restos humanos, por lo que decidieron dar aviso al propietario y poner la denuncia en la Comisaría 13 de Rivadavia, que solicitó la colaboración del cuerpo de Antropología Forense y nos dieron lugar para que participemos en la investigación”, destacó a Daniela Mansegosa, investigadora del Conicet, docente de la Licenciatura en Arqueología de la UNCUYO y partícipe de la excavación.

Luego, el equipo de Antropología Forense, cuyo grupo se compone también por Sebastián Giannotti y las y los estudiantes Camila Fernández Aisa, Julián Marchiori y Romina Olivares, pondrá en marcha todas las técnicas arqueológicas para la extracción y posterior preservación para su estudio, metodologías que permiten determinar una cronología aproximada y relativa de los restos, luego de lo cual se podrá determinar cuáles eran sus modos de vida y conocer más en profundidad a la población que habitaba en estas tierras.

“Hasta el momento, no encontramos solo ningún tipo de material cultural como vasijas, cerámicas, ajuar, por lo que barajamos la hipótesis de que pueden ser poblaciones precámbricas, es decir anteriores a la incorporación de la cerámica como método cultural y de manera probable, eran cazadores-recolectores y de carácter móvil», continúa Mansegosa.

“Luego de obtener toda la muestra, llevaremos el material a los laboratorios de estudio, tanto el de Conicet como el de la Facultad de Filosofía y Letras, para realizarles análisis mucho más específicos. Esto nos va a permitir posicionarnos mejor y obtener mayores conocimientos acerca de su antigüedad, así como también el modo en que vivían y los motivos de su muerte” agrega la investigadora.

Es muy importante conocer cómo era la sociedad en esos años; por eso, el grupo de antropólogos y antropólogas, a través del estudio de los huesos, busca conocer el comportamiento de la sociedad mendocina a lo largo de la historia.

“Hasta el momento, solo podemos definirlo como un lugar de entierro que debe haber tenido un significado histórico y ritual muy importante para la población de esa época, porque todo indicaría que son inhumaciones de un mismo evento, es decir, un grupo de personas que murieron todas juntas y a las que enterraron también juntas y también observamos que hay otro entierro secundario que está todo revuelto; por ende, tenemos cuerpos que están bien articulados horizontalmente y otros todos mezclados” explica la investigadora del CONICET.

Enriquecer el trabajo coordinado: es muy importante rescatar que la UNCUYO, a través de la Facultad de Filosofía y Letras (Licenciatura de Antropología) y el Equipo Argentino de Antropología Forense firmaron un importante acuerdo para trabajar en conjunto las investigaciones y la asistencia en las excavaciones y búsqueda de personas “NN” en los cementerios de la provincia.

De esta manera, la Universidad busca crear lazos que permitan ampliar el trabajo de campo, la capacitación a estudiantes, la investigación científica y tienen como objetivo, preservar todos los materiales recolectados para que sean dispuestos por las autoridades, conocer lo descubierto y así exponerlo en una posterior exhibición.

Nomyc-17-8-21

« Volver