Descubren el catálogo de estrellas más antiguo del mundo dentro de un manuscrito medieval

Se cree que el astrónomo griego Hiparco de Nicea fue el primero en crear mapas precisos de las estrellas

Buenos Aires-(Nomyc)-Un nuevo análisis de un manuscrito religioso muestra fragmentos de un catálogo de estrellas del siglo II a.C. que había sido borrado y escrito durante siglos después y los investigadores creen que el texto oculto es probablemente del antiguo astrónomo griego Hiparco de Nicea, llamado “Padre de la astronomía”, cuyo mapa de las estrellas se cree que es el primer intento de cartografiar todo el cielo y llevaba perdido mucho, mucho tiempo.

El astrónomo, geógrafo y matemático griego Hiparco revolucionó la astronomía de la época con muchos avances, ya que no solo realizó el primer catálogo de estrellas del mundo, sino que también calculó la distancia a la Luna, inició la trigonometría o dividió el día en 24 horas yfue uno de los científicos más grandes de la antigüedad.

Hiparco sospechaba que las estrellas podían moverse de manera lenta entre sí durante largos períodos de tiempo, por lo que creó el primer catálogo estelar que conocemos en algún momento entre 162 y 127 a. C., basado en referencias en textos históricos, que documenta las posiciones y magnitudes de más de 850 estrellas. 

De hecho, la mejor evidencia provino de malas traducciones o referencias en catálogos posteriores, como el del astrónomo Claudio Ptolomeo en Alejandría, cuatro siglos después de Hiparco, aunqueeste documento original se creíaperdido para siempre y los estudiosos lo buscaron durante siglos, de manera  infructuosa, hasta ahora.

El pergamino está hecho de piel de animal, procesado en un material delgado similar al papel y a pesar de que es complejo de crear, tiene la ventaja de que puede durar milenios en las condiciones adecuadas, además de que se puede borrar fácilmente ya que solo hay que raspar la tinta vieja con un cuchillo afilado y ya se puede volver a escribir en él, por lo que si se tiene en cuenta lo complicado que era contar con papel, esta práctica era muy habitual, incluso se prolongó hasta el siglo XVI.

Primer intento de catalogar el cielo: de ahí que hayamos encontrado muchos textos sobrescritos en libros más antiguos y en muchos casos, incluso es posible ver indicios del texto subyacente más antiguo, pero es complicado, aunque ahora con las mejores técnicas de obtención e imágenes es más sencillo.

De manera precisa, con este tipo de técnicas, los investigadores pudieron determinar que la escritura original sobre la que se había escrito el Codex Climaci Rescriptus contenía fragmentos del catálogo de estrellas de Hiparco que estaba escondido debajo de textos cristianos en pergamino medieval.

“Creo que esto disipa las dudas sobre la existencia del catálogo de Hiparco» y confirma que estaba «tratando de medir las coordenadas de todas las estrellas visibles”, explica Victor Gysembergh, historiador de la ciencia antigua en el CNRS de París que publican su estudio en la revistaJournal for the History of Astronomy.

El Codex Climaci Rescriptus es un “palimpsesto” que se originó en el Monasterio de Santa Catalina en la Península del Sinaí en Egipto, consta de 11 manuscritos individuales, con textos arameos del Antiguo y Nuevo Testamento y texto griego del Nuevo Testamento, entre otros contenidos.

Esos textos han sido fechados en los siglos VI, VII y VIII, respectivamente y el códice forma parte de la Colección Verde que se exhibe en el Museo de la Biblia en Washington, DC, aunque algunas páginas están almacenadas en otros lugares.

Conocido de modo histórico como el “padre de la astronomía científica”, Hiparco pasó gran parte de sus últimos años realizando observaciones astronómicas desde la isla de Rodas y aunque no queda mucha documentación de su vida, pero los textos históricos le atribuyen una serie de avances científicos impresionantes, como modelar con precisión los movimientos del Sol y la Luna y posiblemente inventando el astrolabio, un dispositivo portátil en forma de disco que puede calcular las posiciones precisas de los cuerpos celestes.

Sobre su certeza: para probar la idea de que el fragmento encontrado oculto en el manuscrito medieval era parte del catálogo de Hiparco, los investigadores primero tradujeron meticulosamente el pasaje, algo que no fue nada fácil por lo que señalan “luchamos con cada letra, cada número”.

El pasaje resultó ser una descripción de la constelación Corona Borealis, Corona Boreal, una de las 48 constelaciones listadas por Ptolomeo, dando las coordenadas numéricas de varias de sus estrellas.

A continuación, los investigadores utilizaron un software de planetario para calcular dónde habrían estado esas estrellas en el cielo en el año 129 a. C. Los cálculos coincidieron con las anotaciones del manuscrito antiguo dentro de un grado.

“Está bastante claro que en realidades una parte bien conservada, bien copiada y no muy distorsionada del catálogo original de Hiparco y es realmente, un descubrimiento importante”, concluyen los expertos.

Nomyc-30-11-22

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