De más de 250 muestras agua embotellada solo 1 no tenía microplásticos

Aunque en análisis se hizo en España se puede traspolar al país y según el estudio en un litro se encontraron 240.000 fragmentos plásticos 

Buenos Aires-(Nomyc)-Mejor sabor, olor y motivos de salud, son las dos razones principales por las que las personas beben agua embotellada, de acuerdo a un estudio de la Universitat Autónoma de Barcelona y España es, de hecho, el tercer país europeo que más agua embotellada consume, con hasta 107 litros por habitante.

Esta situación se enfrenta con un hecho: que el agua embotellada no solo es muchísimo más cara que el agua corriente , sino que ahora se sabe que, también, tiene micro y nanoplásticos en cantidades mucho mayores a las estimadas.

El estudio: hace unas semanas, investigadores de la Universidad de Columbia analizaron tres marcas conocidas de agua embotellada en los Estados Unidos (cuyos nombres nombres no fueron informadas, para buscar de micro y nanoplásticos, para lo que usaron una nueva técnica llamada microscopía de dispersión estimulada Raman basada en sondear las muestras con dos láseres simultáneos sintonizados para hacer resonar moléculas específicas.

Al analizar siete plásticos comunes, los investigadores desarrollaron un algoritmo para interpretar los resultados y según Wei Min, co-inventor de la técnica y co-autor del estudio que nos ocupa, “una cosa es detectar y otra saber qué estás detectando”.

Los hallazgos: este estudio descubrió que un litro de agua embotellada contiene 240 mil fragmentos de plástico detectable, entre diez y 100 veces más que las estimaciones previas.

De manera concreta, los investigadores afirman que encontraron entre 110 mil y 370 mil fragmentos de plástico en cada litro, de los cuales el 90 por ciento eran nanoplásticos, que tienen un tamaño inferior o igual a 100 nanometros, mientras que los microlpásticos  el tamaño varía entre 100 nanómetros y cinco milímetros.

Los plásticos más frecuentes: uno de los plásticos más comunes era el polipropileno tereftalato, más conocido como PET, que es el material del que están hechas muchas botellas.

“De manera probable, se introduce en el agua al desprenderse trocitos cuando se aprieta la botella o se expone al calor”, afirman los investigadores, que citan otro estudio que sugiere que también pueden desprenderse al abrir y cerrar repetidamente el tapón.

Aunque la presencia de PET es común, este plástico es superado por la poliamida, un tipo de nailon que “de manera probable, procede de los filtros de plástico utilizados para supuestamente purificar el agua antes de embotellarla”, afirma Beizhan Yan, investigador del estudio. Otros plásticos comunes que encontraron los investigadores fueron el poliestireno, cloruro de polivinilo y polimetacrilato de metilo.

En relación al resto de los plásticos, la técnica utilizada contempla los siete plásticos más comunes, pero hay muchos otros plásticos y según expone la Universidad de Columbia en su comunicado, “los siete tipos de plástico que buscaron los investigadores sólo representaban alrededor del 10 por ciento de todas las nanopartículas que encontraron en las muestras; no tienen ni idea de qué son el resto. Si todos son nanoplásticos, podrían ser decenas de millones por litro”.

Aunque el estudio se realizó en Españan, en promedio un litro de agua contiene 359 nanogramos de micro y nanoplásticos, una cantidad comparable a la obtenida en el agua del grifo que se encontró en un estudio previo realizado por el mismo grupo.

“La principal diferencia que encontramos es el tipo de polímero: en el agua del grifo encontramos más polietileno y polipropileno mientras que en el agua embotellada hemos detectado mayoritariamente polipropileno tereftalato (PET), aunque también polietileno”, afirma Cristina Villanueva, investigadora del ISGlobal y autora del estudio.

Si se considera que el promedio es beber dos litros de agua al día, las autoras estiman “una ingesta de 262 microgramos de partículas plásticas al año”.

En lo que tienen que ver con los aditivos, se detectaron 28 aditivos plásticos, de los que la mayoría eran estabilizantes y plastificantes y según las investigadoras, “nuestro estudio de toxicidad mostró que tres tipos de plastificantes presentaban un mayor riesgo para la salud humana y por lo tanto, deberían ser considerados en los análisis de riesgos para los consumidores”.

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